Buscar un trabajo empieza por Internet
La entrada de Google en el negocio de las plataformas ofertantes y demandantes de empleo eleva el peso de la Red en este sector
La búsqueda de trabajo en Internet cuenta desde esta semana con un nuevo actor en España. Y no es un operador cualquiera. Porque si hay alguien que sabe de buscar cualquier cosa en la Red, ese es Google. El gigante tecnológico ha puesto en marcha una nueva funcionalidad que indexa y muestra ofertas de trabajo relevantes de distintos portales especializados y páginas de empleadores a partir de los criterios tecleados por el usuario. España es el primer país europeo en el que se lanza este servicio, que ya lleva cerca de un año operando en Estados Unidos, Argentina, Chile, México, Colombia, Brasil, Nigeria, Kenia y Sudáfrica.
La nueva funcionalidad permite filtrar las búsquedas de trabajo en función de parámetros como categoría, ubicación, fecha de publicación, tipo de contrato o empresa. También es posible crear alertas, retomar en cualquier momento una búsqueda iniciada o combinar la herramienta con otros servicios del buscador como Google Maps para mostrar dónde están las oficinas del ofertante. Los resultados que devuelve el sistema incluyen valoraciones independientes realizadas por otros internautas y exempleados de las compañías anunciantes a través de plataformas como Glassdoor. “El proceso de búsqueda de un trabajo se inicia, en un altísimo porcentaje de casos, en Internet, y nosotros tenemos mucha experiencia acerca del modo en que los usuarios lo hacen. Hemos intentado ordenar y hacer más visible esa información para ayudarles a encontrar las ofertas profesionales que más se ajusten a sus necesidades”, explica Luis Collado, responsable de Alianzas Estratégicas de Google España.
La compañía que dirige en España Fuencisla Clemares se suma así a un mercado que moviliza cifras mareantes. Según el informe Infoempleo-Adecco Redes Sociales y Mercado de Trabajo 2016, el 98% de las personas en búsqueda activa de trabajo utiliza los portales web de empleo. Sólo el año pasado tres millones de aspirantes se inscribieron en al menos una oferta de las publicadas en uno de los más veteranos: Infojobs.
“Internet ha aportado mucha variedad y agilidad a la búsqueda de empleo, hay una enorme cantidad de ofertas y recursos al alcance de un solo clic. Además de que el canal online te facilita hacer cosas que te resultaría mucho más complicado conseguir por las vías tradicionales, como obtener información complementaria acerca de las empresas anunciantes o acceder a ofertas de fuera de tu lugar de residencia”, resume Judith Monmany, responsable de Comunicación de Infojobs. Para el portal, que cumple este año su vigésimo aniversario, una de las grandes revoluciones de los últimos años ha sido la llegada de los móviles. “El 80% de nuestro tráfico nos llega a través de dispositivos móviles. Para el usuario resulta muy cómodo poder inscribirse a una oferta interesante o hacer seguimiento de procesos en los que está inmerso a través de su teléfono, mientras viaja en el autobús o está en la sala de espera del médico”, dice Monmany.
Otras funciones
Miguel López, director de Alianzas y Marketing de Trabajando.com, cree que Internet abre numerosas posibilidades a los demandantes de empleo más allá de ser un mero repositorio de anuncios clasificados. “La red no solo es útil en el arranque de los procesos, sino que puede ayudar al candidato a orientar su carrera a lo largo de todo el ciclo laboral. Desde proporcionar información sobre posibles nichos de empleo o empresas en auge, hasta descubrir y aprovechar oportunidades, buscar recursos que mejoren su empleabilidad o crear y gestionar una potente red de contactos”, enumera.
Aprovechar todo ese potencial obliga a que tanto ofertantes como demandantes hablen el mismo lenguaje. Y ese idioma común es el de Internet. Estar familiarizado con conceptos como posicionamiento natural, palabras clave o motores de búsqueda, que hasta ahora parecían más propios de los expertos en marketing digital, podría tener cada vez más importancia para que los postulantes en la Red sean visibles a los ojos de sus potenciales empleadores. “Por ejemplo, podemos investigar qué tipo de perfiles y acciones online están siguiendo otros profesionales exitosos de nuestro sector e intentar incorporar a nuestro perfil esas buenas prácticas”, ilustra López.
Las redes sociales han introducido una nueva variable en esta ecuación. Con diez millones de perfiles profesionales operativos en España, más de la mitad de la población activa, la red profesional LinkedIn es otro de los grandes conectores de talento y empleo en Internet. “El 40% de los reclutadores utilizan las redes sociales como parte de su estrategia para encontrar candidatos, y un 23% de ellos podría descartar a un aspirante por el hecho de no tener un perfil con nosotros”, asegura Rosario Sierra, directora de Desarrollo de Negocio de LinkedIn Iberia.
Con la llegada de este nuevo universo, buscar trabajo de forma virtual ha entrado en una nueva fase, en la que apuntarse a las ofertas que parezcan interesantes ya no es suficiente. Judith Monmany avisa sobre la importancia de cuidar el rastro que deja la llamada huella digital. “Es importante que haya coherencia entre lo que dices de ti en tu currículo y lo que muestras en redes sociales. Si afirmas que eres especialista en tu sector o que tienes determinados intereses profesionales, es importante que lo demuestres en tu blog, vídeoblog o en los contenidos que compartes”.
Y es que, recuerda Rosario Sierra, en el gigantesco escaparate de los entornos digitales saber venderse se ha convertido en una cuestión de supervivencia dentro del mundo laboral. “Cada uno de nosotros tenemos la obligación de saber presentarnos y posicionarnos en el entorno online. Tenemos que contarle al mundo cuál es nuestra historia, nuestras fortalezas, qué habilidades tenemos y qué podemos aportar a un puesto de trabajo”.
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