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La cementera Cosmos mantiene su pulso para quemar ruedas en el Bierzo

Vecinos y ecologistas del Bierzo rechazan que la cementera Cosmos sustituya el coque de petróleo con el que alimenta sus plantas por residuos urbanos

Cementera Cosmos en el municipio leonés de Toral de los Vados.
Cementera Cosmos en el municipio leonés de Toral de los Vados. Javier Casares (EL PAÍS)

El dilema es el que sigue: ¿Continuar empleando en las calderas de la fábrica el combustible de toda la vida o incinerar residuos urbanos para abaratar los costes de fabricación del cemento, que vuelve a demandarse tras la crisis del ladrillo? Por residuos se entiende una serie de desperdicios con la discutida etiqueta legal de "no peligrosos" como son los lodos de depuradora, los restos procedentes de la fragmentación de vehículos, las telas, los plásticos, las harinas animales, la biomasa o las ruedas viejas. Progresivamente, las cementeras han ido sumándose a lo que en vez de incineración prefieren llamar "valorización", sustituyendo el tradicional coque de petróleo por estos desechos que vomitan a toneladas las ciudades. Para ello apelan al respaldo de la UE y al hecho de que hasta 160 plantas en Europa “llevan haciéndolo desde hace casi 40 años", incluso "a pocos kilómetros de los viñedos del champán Moët & Chandon".

Pero no siempre convencen, y una y otra vez las fábricas que hacen el cambio se topan con una firme oposición en el pueblo donde humean sus chimeneas. Ahora le toca el turno a Cosmos, que echó los cimientos de su fábrica del municipio de Toral de los Vados hace un siglo, en pleno corazón de la fértil comarca leonesa del Bierzo. El primer intento de la factoría se produjo en 2008, cuando logró autorización del Gobierno autónomo, sin previa declaración de impacto ambiental, para producir clínker y cemento utilizando residuos en su horno. Entonces los vecinos no se quedaron quietos. La contestación social fue enorme y en mayo de 2011 levantaron la voz en la mayor manifestación en defensa del medio ambiente de la historia de la comarca: una marcha de cerca de 10.000 personas respaldada por 22 colectivos sociales y los consejos reguladores de los productos del Bierzo, apadrinada por personajes oriundos de la zona como Luis del Olmo o Amancio Prada.

En 2015, el Supremo confirmó que la licencia de Cosmos quedaba anulada y los activistas llegaron a creer que podían respirar tranquilos. Pero nada impedía a la fábrica, que en 2013 había pasado de las manos de la portuguesa Cimpor al gigante brasileño Votorantim, enmendar las lagunas en la tramitación desandando el camino y solicitando de nuevo a la Junta de Castilla y León la autorización para sustituir un 30% del coque por neumáticos fuera de uso (NFU). Aunque jamás se alcanzó la paz entre la cementera y los ecologistas, enfrentados varias veces en los tribunales a lo largo de los años (la última denuncia, por superar de largo la emisión de partículas finas, fue sobreseída el mes pasado pero la decisión ha sido recurrida), la guerra en el paraíso agrícola ha estallado de nuevo.

Protesta en Ponferrada contra la incineración en 2011.
Protesta en Ponferrada contra la incineración en 2011.Manuel Gómez

Pinturas rupestres en la cantera

S. R. P.

En Galicia, después de un fallo en contra del Tribunal Superior y el cierre por la crisis de la planta de Oural (en el ayuntamiento lucense de Sarria), en 2017 la cementera reabrió e inició por segunda vez su plan de "valorización", con un 70% de ruedas y la bendición de la Xunta. Pero en esta comunidad sigue teniendo asignaturas pendientes.

Los tribunales todavía deben resolver su recurso contra el fallo judicial que el verano pasado anuló el permiso dado por el municipio de Triacastela (Lugo) para explotar una cantera situada junto a uno de los yacimientos arqueológicos más singulares de Galicia. El juez consideraba que faltaba un informe favorable del Consejo de la Xunta. Cova Eirós es una caverna natural donde se han recuperado de momento 13 paneles, el mayor exponente de la pintura rupestre en el noroeste, y unos 10.000 objetos que atestiguan cómo fue la vida de los pobladores desde hace 41.000 hasta hace unos 9.000 años.

En 2017 la Xunta inició el expediente para la declaración BIC de este enclave en terrenos calizos que desde hace décadas, y durante muchos años anteriores sin licencia, ha explotado y sigue explotando Cosmos a la espera de la respuesta del Tribunal Superior. La empresa argumenta que en 2014, cuando Votorantim arregló lo del permiso, aquel terreno estaba calificado como rústico y la autorización municipal "se tramitó como estaba estipulado legalmente" entonces. Al tiempo que se resuelve el caso en el Superior, la semana pasada Cosmos fue galardonada por la Federación de Áridos por sus medidas para proteger la cueva.

En el epicentro de la resistencia local está la plataforma Bierzo Aire Limpio, que preside Luis Fernández Canedo. Este gerente de casas de turismo rural está inmerso en una campaña de recogida de miles de firmas que van a presentar al presidente de la Junta. En respuesta, también se organizó otra recolecta de rúbricas en sentido contrario, pero con menos éxito. Según varios alcaldes de la comarca consultados, el Bierzo está hoy dividido entre los que rechazan de plano los NFU y aquellos que tienen claro que nada va a cambiar por usar este combustible más barato.

El grupo ecologista se arma de datos, alarmantes investigaciones científicas llevadas a cabo en el planeta y veredictos de expertos en incineración de residuos para combatir los argumentos y estudios universitarios que también blande Cosmos. Y mientras los informes que cita la empresa proclaman que el cambio de combustible "no implica ningún riesgo ambiental ni de salud añadido", las conclusiones en las que se basan los detractores revelan, por ejemplo, que algunos de los componentes de los neumáticos son cancerígenos. Cosmos, que además ha encargado un estudio específico a la Universidad de León para cuando logre la licencia, cita al Instituto Canadiense de Toxicología, a la Agencia de Protección Ambiental Americana, a las universidades Rovira i Virgili y de Alicante o al CSIC. Mientras que Bierzo Aire Limpio recoge las conclusiones de estudios de investigadores del Instituto de Salud Carlos III, las universidades de California y Sidney o, al igual que Cosmos, la Agencia de Protección Ambiental de EE UU.

"Incinerar y contaminar en una hoya tan poblada [131.300 vecinos en algo más de 3.000 kilómetros cuadrados] y rodeada de montañas de 2.000 metros es muy mala idea: es quemar nuestra salud", protesta Fernández Canedo, que recuerda que "los estudios detectan una alta tasa de varios cánceres en el Bierzo respecto a zonas vecinas". "La sustitución por neumáticos tendría efectos cancerígenos al aumentar la emisión de dioxinas y furanos, hidrocarburos aromáticos policíclicos y metales pesados; y afectaría a muchos empleos sostenibles, al perjudicar la calidad y prestigio de nuestros productos, con siete sellos de calidad", insiste.

El vergel del Bierzo exporta pimientos, manzanas reineta, cerezas, peras conferencia, castañas, vinos de uva Mencía ponderados por la lista Parker y su famoso botillo. Además, a escasa distancia de la cementera la comarca alberga las minas romanas de Las Médulas y uno de los tramos más espectaculares del Camino de Santiago, ambos Patrimonio de la Humanidad, junto a la Reserva de la Biosfera de los Ancares. El pasado martes, el Consejo Regulador de los Vinos hizo pública su "posición absolutamente contraria a la incineración de neumáticos" y apeló a la "responsabilidad" del Gobierno autonómico porque "pondrá en peligro la industria agroalimentaria, la economía de la comarca y la salud de sus habitantes".

Pero según los datos que facilita Cosmos, 29 de las 33 cementeras españolas ya han incorporado combustibles alternativos a su proceso de producción. “No contemplamos otro escenario que no sea el de utilizar neumáticos como complemento al coque”, advierte una portavoz oficial de la compañía, que define a la multinacional propietaria como una empresa "transparente". “Esa autorización nos ayudará a ser más competitivos y a actuar en igualdad de condiciones frente a las otras cementeras”, Tudela Veguín y Portland Valderrivas, que en Castilla y León, afirma Votorantim, ya operan con “el 45% y el 70%” de sustitución respectivamente.

En su pulso, Cosmos cuenta, además, con el apoyo decidido del alcalde de Toral de los Vados, el socialista Pedro Fernández. "Toral conoce la cementera mejor que el resto de la comarca y por eso está más a favor; porque es una empresa seria, que hace jornadas de puertas abiertas los jueves y colabora con los eventos municipales", destaca el regidor. Los ecologistas "nunca han querido dialogar y mantienen una postura beligerante sobre algo que es nuestro desarrollo y que beneficia a la sociedad, porque transforma los residuos en energía", sigue defendiendo: "Mi familia vive aquí y estoy seguro de que no van a aumentar las emisiones porque para eso existen los controles y las normativas". Fernández opina que la Junta no puede sentirse condicionada cuando decida si autoriza la incineración de neumáticos; "los políticos no deben moverse por la presión social y los votos", sentencia.

No obstante, este no es el único frente que tiene que atender la marca. Desde hace tiempo, Cosmos libra batallas por la incineración de residuos en Córdoba y Niebla (Huelva). En el sur, plataformas ecologistas como Córdoba Aire Limpio y No a la Incineradora en Niebla plantan cara a la cementera con la firmeza del hormigón. El debate está candente en el consistorio cordobés, donde el tripartito gobernante (IU-Ganemos-PSOE) proyecta modificar el PGOU para que Cosmos no pueda seguir incinerando residuos urbanos en su fábrica del polígono de Chinales, inmerso en la ciudad. La cementera cuenta desde 2007 con autorización ambiental integrada de la Junta de Andalucía (recientemente ratificada), gracias a un informe de compatibilidad urbanística del gobierno local de entonces. Pero ahora el Ayuntamiento tiene en cuenta otro informe de la Consejería de Salud en contra de la incineración en el casco urbano y el primer teniente de alcalde, Pedro García, ha dicho que quien concediera una licencia a Cosmos para incinerar en Chinales "estaría prevaricando".

En la localidad onubense de Niebla, el año pasado Cosmos vinculó el futuro de la planta al cambio de combustible solicitado en 2014 y en verano llevó a cabo un ERTE que fue interpretado por los ecologistas como un “chantaje” al gobierno municipal liderado por la socialista Laura Pichardo. En principio se planteaba por un año para el 80% de los trabajadores. Según Votorantim ha afectado “al 50% y a personal de las contratas”, y ya ha concluido después de llegar a un acuerdo de ajuste salarial con el personal y suplir la caída de “la demanda en el mercado doméstico con exportaciones al norte de África y Sudamérica”. A diferencia de Córdoba, la presión social empujó al pleno del Ayuntamiento a votar a favor de la incompatibilidad urbanística, y con este informe en la mano la Junta de Andalucía archivó la solicitud. Pero un juzgado de Huelva acaba de fallar a favor de la cementera y obliga al Gobierno autónomo a seguir adelante con la tramitación "sin tomar en consideración el informe municipal". El Ayuntamiento ha recurrido la sentencia y el pulso continúa.

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