Los jefes ganan 98 veces más que los empleados
La brecha salarial aumenta en las cotizadas. Mientras el sueldo de los trabajadores solo subió un 0,8% en 2017, la nómina de los consejos creció un 21,3%
La Universidad de California acoge a un grupo de académicos —Global Price and Income History Group— dedicados a estudiar la evolución de los sueldos desde un punto de vista histórico. En uno de sus trabajos, llegan a la conclusión de que en el año 14 después de Cristo, en pleno apogeo del Imperio Romano, un miembro del Senado cobraba 37.975 sestercios, cifra que equivalía a 100 veces la nómina media de esa época. En los dos milenios transcurridos desde entonces, la humanidad ha hecho muchos progresos, pero en materia de desigualdad salarial entre la élite y el resto de los trabajadores el margen de mejora es considerable.
Los ejecutivos mejor pagados de cada una de las empresas que conforman el índice Ibex 35 (sin contar a ArcelorMittal) ganaron de media 5,03 millones de euros el pasado año. Esta cifra supone 97,7 veces lo que cobraron de promedio los empleados de esas mismas compañías, según los cálculos elaborados por EL PAÍS con los datos enviados a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV). En 2017 la brecha salarial en los grandes grupos cotizados aumentó de forma muy notable respecto a 2016 —los ejecutivos ganaron entonces 86 veces más que sus plantillas— y se situó cerca del máximo histórico (104 veces) registrado en 2014.
El aumento de la desigualdad retributiva el pasado curso se debió a las notables diferencias en el crecimiento de los sueldos en función del rango del trabajador. En el conjunto de las sociedades cotizadas (hay datos de 107 de ellas), los miembros de los consejos de administración ganaron de media 400.621 euros, un 21,36% más que en 2016. Por su parte, los altos directivos vieron aumentar su nómina un 2,95%, hasta una media de 586.128 euros. Estas alegrías en materia de retribución, sin embargo, no acaban de llegar al resto de trabajadores. El gasto medio por empleado en los grupos cotizados —partida que incluye el sueldo, las cotizaciones sociales y la aportación a los planes de pensiones— fue de 45.272 euros en 2017, solo un 0,81% superior al de un año antes.
1.062 directivos con contratos blindados
Las compañías españolas cotizadas tenían a 31 de diciembre de 2017 1.062 consejeros ejecutivos y miembros de la alta dirección con contratos blindados, según los Informes de Gobierno Corporativo remitidos al supervisor bursátil. El número de paracaídas dorados, como se conoce en la jerga a estas cláusulas, habían aumentado un 4,83% con respecto al cierre del ejercicio 2016. Este incremento, sin embargo, se debe fundamentalmente al efecto de la fusión entre Siemens y Gamesa, que disparan el número de blindajes en la empresa resultante. Sin contar con el grupo eólico, el número de blindajes en el mercado habría descendido un 5,95%.
Las grandes empresas, aquellas incluidas en el Ibex 35, acaparan el 76,8% de los paracaídas de la Bolsa. Las compañías con más ejecutivos con estos mecanismos indemnizatorios en sus contratos son Repsol (241), Siemens Gamesa (131), Grifols (73) y BBVA (60). La Comisión Europea y el Código de Buen Gobierno piden que se limiten las indemnizaciones por despido a un máximo de dos anualidades, pero aún hay varios directivos con blindajes más amplios, como el presidente de Iberdrola (tres anualidades).
La mejora de los ingresos en las cúpulas empresariales se debió a la actualización de la parte fija del salario y, sobre todo, al cobro de diferentes bonus y, en algunos casos, de sustanciosas indemnizaciones. La evolución retributiva, en todo caso, no fue homogénea. Los consejos de las grandes empresas vieron aumentar sus emolumentos en un 13,9%, mientras que la subida en los órganos de administración de las medianas y pequeñas sociedades cotizadas fue del 5,3%. En el caso de la alta dirección, las nóminas aumentaron un 3,7% dentro del Ibex 35, por un 5,3% en el resto de cotizadas.
Un consejero ejecutivo del índice selectivo ganó de media 3,07 millones —sin contar la aportación al plan de jubilación—, mientras que el resto de consejeros (dominicales e independientes) recibieron 167.012 euros. Fuera del Ibex, los consejeros ejecutivos ingresaron 1,13 millones de euros en promedio y el resto de categorías de administradores ganaron 81.835 euros. En el caso de la alta dirección, el sueldo medio en el Ibex ascendió a 938.026 euros por 308.418 euros entre los directivos de los grupos medianos y pequeños.
Gana el efectivo
En otras latitudes, sobre todo en los países anglosajones, el pago en acciones y opciones sobre acciones está muy extendido con el fin de alinear los intereses de los ejecutivos con la evolución bursátil de la compañía en el medio plazo. En España se aprecia una leve tendencia hacia ese objetivo, pero el salario en efectivo (fijo o variable) sigue siendo el rey indiscutible de las nóminas de los directivos. En 2017 el sueldo en metálico supuso el 74,02% del total de la masa salarial de las empresas cotizadas, frente a la ponderación del 78,17% que tenía en 2016. El segundo componente con más peso en los paquetes retributivos fue el pago en acciones, con una contribución del 14,74% sobre el total (en 2016 fue del 11,05%), seguido por la aportación a los planes de pensiones que pasan a representar el 7,57% de la remuneración frente al 6,72% del año anterior. Las opciones sobre acciones en 2017 cayeron y solo supusieron el 4,05% del total.
En el olimpo salarial de la Bolsa española figuran los primeros espadas de las grandes empresas, aunque el pasado año también se colaron ejecutivos de compañías que no están en el Ibex 35. Es significativo el ascenso que protagonizaron en el escalafón salarial los directivos de diferentes grupos inmobiliarios (promotoras y Socimi), como ya ocurriese en los mejores tiempos de la anterior burbuja inmobiliaria.
La persona con el mayor salario del mercado español fue el consejero delegado de ACS. Marcelino Fernández Verdes recibió 22,38 millones de euros entre sueldo y pensión. Esta cantidad se debe, fundamentalmente, al bonus que cobró de las participadas del grupo, Hotchtief y Cimic, de las que es el primer ejecutivo.
La segunda retribución más abultada le correspondió a Jesús María Herrera, consejero delegado de Cie Automotive. El ejecutivo del grupo industrial cobró en total 17,72 millones, gracias fundamentalmente al “incentivo basado en la evolución del precio de la acción” que la junta de accionistas aprobó en 2014.
El tercer puesto en el podio salarial lo ocupó el presidente de Acciona. José Manuel Entrecanales recibió 14,25 millones entre sueldo y pensión, un 148% más que en 2016 gracias fundamentalmente a la entrega de acciones de la compañía valoradas en 4,54 millones.
Como viene ocurriendo en los últimos años, las salidas a Bolsa de muchas empresas impulsan la cuenta corriente de sus directivos. Juan Velayos, consejero delegado de la promotora Neinor Homes, recibió una remuneración total de 11,95 millones, lo que le valió para ocupar la cuarta posición en el ranking, gracias fundamentalmente al incentivo que recibió cuando la compañía se estrenó en el parqué.
La quinta remuneración más elevada del mercado continuo fue la de Francisco Reynes. En su último año al frente de Abertis cobró un sueldo de 2,87 millones y la concesionaria de autopistas le hizo una aportación a su plan de pensiones valorada en 8,91 millones.
En la Bolsa española 105 consejeros ejecutivos cobraron más de un millón de euros el pasado año. La testimonial presencia de las mujeres en los puestos de responsabilidad de las grandes empresas tiene su reflejo en la clasificación salarial. Solo dos ejecutivas figuran entre los 150 mejores sueldos de la Bolsa española. La primera es Ana Patricia Botín, en el puesto octavo. La presidenta del Banco Santander cobró el pasado año 10,58 millones entre salario y pensión. Para encontrar a la segunda mujer hay que descender hasta el puesto 81º, donde figura la consejera delegada de Bankinter. María Dolores Dancausa ganó 1,3 millones.
La compañía con mayor desigualdad salarial en 2017 entre el ejecutivo mejor pagado y el gasto medio de sus empleados fue Cie Automotive. La brecha en el caso del fabricante de componentes para automóviles se situó en 656 veces. En el caso de ACS la diferencia entre el mejor sueldo y la media fue de 528 veces. Inditex también figura todos los años en los primeros puestos en desigualdad. Los 10,69 millones de euros que cobró en total el presidente del grupo textil, Pablo Isla, equivalen al gasto medio de 445 de sus trabajadores. Otros casos donde la brecha fue significativa fueron los de Acciona (356 veces), Abertis (278 veces), Indra (211 veces) y Banco Santander (171 veces).
Los accionistas muestran cada vez más descontento
La última reforma de la Ley de Sociedades de Capital otorgó más poder a los accionistas. Todos los años, el consejo de administración de las compañías cotizadas debe someter a votación dentro del orden del día el informe de retribuciones de los administradores. El refrendo solo tiene carácter consultivo, pero nadie desea sufrir un rechazo elevado por el impacto negativo que tiene en la reputación corporativa. Sin embargo, a medida que los inversores extranjeros van tomando el control de la Bolsa española (ya tienen cerca del 45% de las acciones), la presión sobre los sueldos de las cúpulas empresariales va en aumento.
En las juntas de las compañías del Ibex celebradas el pasado año (examinaban los salarios de 2016), los votos en contra de las remuneraciones de los consejos se situaron de media en el 11% del total, cifra que supone un aumento de casi cuatro puntos porcentuales sobre el rechazo que tuvieron el año anterior. Otro dato que muestra el creciente descontento de los propietarios de las compañías con las nóminas de los ejecutivos es que ya son 12 los casos en los que el “no” a los salarios superó el 10% de los votos en el Ibex, cifra nada desdeñable teniendo en cuenta que muchas compañías españolas aún gozan con accionistas de control que, normalmente, apoyan sin fisuras el informe de retribuciones.
Merlin Properties fue, un año más, la empresa con más votos en contra del Ibex 35. La Socimi fue la primera compañía que vio cómo su informe de retribuciones era rechazado en 2016 cuando el 53,17% de los votos fue negativo, y en la junta de 2017 el peso de los “noes” fue del 46,29%. Los sueldos en ACS suscitaron asimismo bastante descontento, con un 40,26% de votos negativos, una cifra significativamente superior a la del año anterior, cuando representaron el 26,7%. También cosecharon bastante oposición Grifols (33,25%), Meliá (30%), Mediaset (27,9%) y Banco Sabadell (26,2%), entre otras empresas.
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