Puig casi alcanza unas ventas de 2.000 millones y se fija llegar a los 3.000 en 2025
El beneficio de la firma de fragancias y moda creció un 47% en 2017, hasta los 228 millones
El grupo de fragancias y moda Puig culminó en 2017 su plan estratégico para los últimos tres años quedándose a las puertas de cumplir su objetivo de rebasar los 2.000 millones de euros de facturación tras la integración de Jean Paul Gaultier. La firma que preside Marc Puig aumentó el año pasado sus ventas un 8,1%, lo cual supuso facturar 1.935 millones, mientras que el beneficio de la compañía se disparó un 47%, hasta los 228 millones. El grupo se propone ahora llegar a los 3.000 millones en 2025, para lo que necesita duplicar el ritmo de crecimiento del conjunto del mercado.
El presidente y consejero delegado de Puig, el quinto grupo mundial de fragancias, ha asegurado que el resultado del año pasado es “muy consistente” con lo planeado hace tres años. Entonces la compañía contemplaba que la integración de Jean Paul Gaultier supusiera una reducción de beneficios para luego crecer a través de las ventas. “Hemos conseguido un aumento de ventas del 28% en tres años, muy superior al crecimiento del sector y cerca de lo que pensábamos alcanzar”, ha asegurado Puig.
Según ha añadido, la compañía hubiera alcanzado el año pasado la meta de los 2.000 millones de euros si no hubiera sido por la fortaleza del euro respecto a otras monedas. Para este año, Puig prevé un crecimiento del 5% en las ventas a perímetro constante, si bien el tipo de cambio hará que a la práctica este acabe siendo “plano”.
Aun así, Puig quiere dar un paso más y ambiciona llegar a facturar 3.000 millones de euros en 2025. Para ello, la firma necesita crecer por encima de lo que lo hace el mercado. Y no descarta ninguna opción. “Seremos igual de proactivos que hasta ahora. No tenemos prisa ni urgencia, pero si hay oportunidades que encajan con nuestro perfil, con lo que queremos hacer o con nuestra cartera, seremos proactivos. Puede ser que parte de este crecimiento proceda del inorgánico”, ha sostenido. Sin embargo, Puig también se plantea crear “nuevas marcas desde cero” –“hace tiempo que no lo hacemos, pero ahora hay esta oportunidad”— y seguir creciendo mediante inversiones con terceros. Es el caso de Eric Buterbaugh, una marca de fragancia de flores nacida en Los Ángeles que primero tomaron con una participación minoritaria, pero que ya poseen de forma mayoritaria desde la semana pasada.
Puig ha destacado que la empresa se halla en una industria “de alta volatilidad”, sujeta al éxito o fracaso de los lanzamientos y a la situación de los mercados emergentes. Sin embargo, estos mercados se han comportado algo mejor que el resto y el año pasado crecieron el 9%. El 85% de las ventas de la firma –que el año pasado abrió filiales en Colombia, Australia, Malasia y Tailandia– proceden del exterior.
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