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Análisis
Exposición didáctica de ideas, conjeturas o hipótesis, a partir de unos hechos de actualidad comprobados —no necesariamente del día— que se reflejan en el propio texto. Excluye los juicios de valor y se aproxima más al género de opinión, pero se diferencia de él en que no juzga ni pronostica, sino que sólo formula hipótesis, ofrece explicaciones argumentadas y pone en relación datos dispersos

Cuestiones en torno al crudo

De mantenerse los actuales precios durante todo el ejercicio y el tipo de cambio dólar euro constante, el alza media anual en euros sería de un 14% en 2018

El precio del barril de crudo Brent en dólares y euros se sitúa en máximos desde finales de 2014, cotizando en 68 dólares y 56,3 euros respectivamente. En términos interanuales, el alza del crudo en dólares es del 17%, frente a apenas un 2% en euros. De mantenerse los actuales precios durante todo el ejercicio y el tipo de cambio dólar euro constante, el alza media anual en euros sería de un 14% (un 19% en 2017). La curva de futuros del Brent en dólares se encuentra invertida o en backwardation, y lejos de una expectativa de caída de precios, es probable que refleje una preferencia por la disposición de crudo físico o spot en un entorno de aumento de la demanda de la materia prima.

La principal razón tras la evolución alcista del crudo en últimos meses reside en la combinación de una robusta expansión en su demanda, motivada en la continua aceleración del crecimiento mundial, con la extensión de controles por parte de los oferentes. La OPEP extendió hace pocas semanas la congelación de cuotas a 2018, acuerdo secundado por Rusia, que ha derivado en una rápida reducción de inventarios desde los máximos de inicio de 2016.

El aumento de la incertidumbre geopolítica en tres productores relevantes, Arabia Saudí, Irán y Venezuela, también es un factor alcista. No perdamos de vista que en los últimos 70 años el precio del crudo ajustado por inflación sólo ha doblado su media histórica de 43 dólares por barril cuando la tensión geopolítica ha derivado en restricciones de oferta.

Por otro lado, la infra-inversión en la industria de extracción de petróleo y gas natural podría impedir una respuesta rápida de productores ante un aumento de la demanda en un entorno de limitación de la oferta por parte de la OPEP. La inversión global en esta industria cayó un 44% durante 2014-2016, estabilizándose en 2017 (+3%), y los descubrimientos de reservas convencionales de petróleo y gas fuera de Norteamérica alcanzaron en 2015 su mínimo desde 1952. Una nota de cautela respecto a estas tesis: aunque la recuperación del ciclo inversor en esta industria es lento, la intensa recomposición de los balances en el sector desde 2015 y el abandono de escenarios de precios muy bajos por mucho tiempo, juegan a favor de una aceleración de la inversión.

Finalmente, no olvidemos el papel del dólar y su relación inversa con el precio de las materias primas, en especial metales y petróleo (desde 2010 una correlación negativa cercana al 60% con el último). La depreciación global del dólar en 2017, un 12%, fue paralela a un alza del 17% en el crudo.

En este entorno, las cuestiones de cara a 2018 se relacionan con los efectos sobre la inflación de un crudo (al menos) un 15% más caro y su lectura por parte de Fed y BCE; con el potencial impacto negativo en crecimiento, vía drenaje de renta disponible, y en la evolución bursátil y en el mercado de crédito del sector energía.

José Manuel Amor y Nereida González son del equipo de Afi Research y profesores de Afi Escuela de Finanzas Aplicadas

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