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UGT denuncia a Deliveroo, Glovo, UberEats y Stuart por “relación laboral encubierta”

El sindicato razona ante la Inspección que las empresas encubren una relación laboral con los repartidores, que formalmente operan como autónomos

Un repartidor de Glovo en Barcelona.Foto: atlas | Vídeo: CONSUELO BAUTISTA
Javier Salvatierra

Apenas unos días después de que la Inspección de Trabajo en Valencia dictaminase que los repartidores de comida de Deliveroo deberían ser asalariados, y no autónomos, UGT ha presentado una denuncia ante la Inspección de Trabajo de la Seguridad Social contra esta empresa y contra Glovo, UberEats y Stuart, cuyos modelos de trabajo son similares. El sindicato denuncia que los repartidores mantienen una “relación laboral encubierta” con estas empresas, es decir, que son asalariados, pero estas no lo reconocen y contratan sus servicios como autónomos.

La denuncia interpuesta por UGT sostiene que los repartidores –riders, en la jerga del ramo, puesto que van en muchos casos en bici o moto- “son realmente trabajadores asalariados por cuenta ajena”, con los que las cuatro empresas denunciadas “establecen una relación laboral encubierta, en fraude de ley, a través de la figura de falsos autónomos”. Es básicamente la misma argumentación usada por la Inspección valenciana en un acta del 11 de diciembre en la que afirmaba que “la calificación que las partes den al contrato no lo define” y sostenía que “la relación civil que [la empresa] pretende crear esconde una relación laboral”. En dicha acta, recurrible, exigía a Deliveroo el pago de 160.814,9 euros por cotizaciones no pagadas.

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El sindicato basa su denuncia en informaciones recibidas de estos repartidores, según las cuales los métodos de trabajo y el control que las empresas ejercen sobre los trabajadores son similares a los de cualquier trabajador por cuenta ajena, pero en el caso de los repartidores formalmente no es así: sus servicios son contratados como autónomos y las empresas se evitan dar de alta en la Seguridad Social a los trabajadores y pagar las cotizaciones correspondientes. "La empresa hace recaer sobre los trabajadores toda la responsabilidad de la relación laboral", dice el sindicato en una nota, ellos "cargan con el IVA, IRPF, seguridad social de autónomos, mantenimiento del vehículo, seguro...", mientras que la empresa ingresa ganancias por parte del consumidor y el trabajador.

UGT enumera una serie de "prácticas fraudulentas" que constituyen, a su juicio, ”suficientes indicios de existencia de relación laboral por cuenta ajena”. Por ejemplo, que son las empresas las que “organizan el trabajo” de los trabajadores y les dicen cómo tienen que hacerlo y cuándo. “Es la empresa la que decide quién trabaja y quién no cada día, en qué zonas y el horario, y los trabajadores están sometidos a régimen evaluador de forma continua por parte de la empresa a través de la aplicación de la plataforma”, que mantiene localizado al trabajador, afirma el sindicato. Además, la empresa sanciona a aquel trabajador que no sigue sus instrucciones, bien cortando la relación o reduciendo el tiempo de trabajo, y premia a aquellos que sí lo hacen.

Es la empresa también la que “establece unilateralmente los precios de los pedidos” y la que hace las facturas y aporta la infraestructura fundamental para que los repartidores puedan trabajar: la aplicación informática y la relación con los proveedores. Además, forma a los repartidores en el manejo de la aplicación, les provee de material (bolsa o contenedor de la empresa o uniforme, en el caso de Stuart) y les exige códigos de vestimenta y de comportamiento.

En este sentido, la denuncia de UGT comparte los argumentos esgrimidos este miércoles por el Tribunal de Justicia de la UE en el fallo en el que califica a Uber como una empresa de transporte. No se limita a intermediar entre una persona que quiere desplazarse y un conductor particular, sino que "crea una oferta de servicios de transporte" y organiza su funcionamiento, con una aplicación indispensable para ambas partes y controlando las condiciones de los conductores, así como los precios.

Finalmente, UGT denuncia también que Deliveroo se queda ilegalmente con parte de las propinas que reciben los riders, aplicándoles el IVA, o que les descuenta parte del importe de “aquellos pedidos que no hayan podido ser entregados por causa imputable al cliente”.

Por todo ello, en la denuncia, presentada el 20 de diciembre ante la dirección general de la Inspección de Trabajo y Seguridad Social, dirigida por Gabriel Álvarez del Egido, reclama que se lleven a cabo cuantas acciones sean precisas para velar por el cumplimiento de la normativa.

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