Nadal tensa las relaciones con las compañías eléctricas

El ministro de Energía, Álvaro Nadal, tensó está tarde más la cuerda en sus relaciones con las empresas del sector eléctrico durante su comparecencia ante la Comisión de Energía, Turismo, y Agenda Digital del Congreso de los Diputados en la que defendió la permanencia del carbón y las nucleares en el mix energético (fuentes que se utilizan para generar electricidad) y la necesidad de aumentar las interconexiones con Francia. El ministro se encontró con el rechazo generalizado de los grupos parlamentarios (salvo el Popular, que sostiene al Gobierno, y su aliado Foro Asturias), que trataron de acorralarle.

Al mismo tiempo que subrayaba los objetivos de su política energética (seguridad de suministro, cumplir los objetivos climáticos y tener el mejor precio), Nadal advirtió a los diputados de la Comisión que no se podía dejar la política energética en manos de las decisiones empresariales. “Es muy importante que el mix se decida desde la política pública”, dijo, y añadió: “Me preocupa que si no tenemos mecanismos para regular [la política energética], luego no podamos hacerlo ante una situación de hechos consumados decididos por las empresas. Eso es lo que quiero hacer con el real decreto [de cierre de centrales eléctricas]”. El objetivo “es evitar la tentación de algunas empresas de cerrar una central que, aunque sea rentable, hace más rentables otras”.

También atacó a las empresas al abordar las interconexiones. “Por cierto, a alguna compañía no les interesa que haya interconexiones”, dijo sin dar nombres después de hacer una exhaustiva explicación sobre la incidencia en los precios y en la seguridad de suministro de la falta de conexiones con Europa. “Lo que ocurre es que hay pocas eléctricas y poco nivel de competencia”, incidió.

Las discrepancias sobre el cierre del carbón y las nucleares provocaron los más intensos enfrentamientos con los grupos parlamentarios. A lo largo de las cuatro horas que duró la comparecencia, Nadal insistió en la conveniencia de mantener abiertas las centrales, sobre todo por su incidencia en el precio. “Eso no quiere decir”, destacó, “que estemos enfrentando las renovables frente a carbón o nuclear. Las renovables van a seguir creciendo, y cuanta más hay, mejor. Pero mientras no tengamos tecnologías que se pueda almacenar, no podemos sustituir al carbón, al gas y a la nuclear”.

“Se pueden conseguir con mix más caros o más baratos. Pero no salen los mismos precios. Eso es lo queremos regular y no hemos podido llegar a un acuerdo”, añadió refiriéndose al rechazo que ha tenido del PSOE y Ciudadanos. Sobre la tarifa manifestó que este año el ocnusmidor pagará un 10% más que el año pasado. En total la factura media será de 835 euros al año, 76 más que los del año anterior, aunque menos que lo que se pagó en 2015 en un 1,8%.

Al respecto cargó contra los grupos: “No pueden pedir el cierre de las centrales de carbón y nucleares y luego decir que no defiendo a la industria. Ustedes lanzan propuestas que suponen la subida del precio y luego dicen que hay que hacer cosas para la industria, cuando con el cierre lo que provocan es que les suban los precios. Hay que hacer una política energética que sea consciente de que la demagogia se paga muy cara”.

"Si hacemos mal la transición energética nos puede costar caro", concluyó.