La crisis financiera “se dilató” porque el Gobierno no inyectó más dinero, según Fernández Ordóñez
El exgobernador del Banco de España cree que se trató de evitar un aumento del déficit público, pero se "multiplicaron" los problemas
El exgobernador del Banco de España Miguel Fernández Ordóñez dijo este martes que la decisión del Gobierno “de utilizar la menor cantidad posible de recursos públicos para reestructurar la banca multiplicó los problemas y dilató el proceso”. Sin citarlo, culpó al ministro de Economía, Luis de Guindos, de provocar problemas al generar desconfianza y afirmó que existe “un riesgo muy alto de que se repitan crisis”.
El que ocupara el máximo cargo de la supervisión entre junio de 2006 y junio de 2012, que participó en la comisión del Congreso que investiga el origen de la crisis financiera, estuvo más de cuatro horas explicando su visión y actuación. Lo hizo con la visión retrospectiva de los años pasado y la libertad que da saber que no hay ninguna causa penal abierta.
Fernández Ordóñez dividió la recesión en dos grandes bloques. “La fase de generación del problema, es decir, el endeudamiento, inadecuadas inversiones, aumento exagerado de la financiación mayorista, etc., y, en segundo lugar, la gestión de la crisis: los saneamientos, recapitalización, redimensionamiento y cierres. Esto es fundamental porque las políticas que se aplican en un momento y otro son opuestas”.
La gestación de la gran crisis la dató a partir de 1996 hasta 2006, bajo el mandato de su antecesor, Jaime Caruana, cuando el crédito creció por encima del PIB. “Caruana no admitió la burbuja, pero hizo todo lo que podía para resolverla”, apuntó. Fernández Ordóñez sí dijo que anticipó la burbuja de crédito, “pero no vi ninguna de las dos recesiones”.
Guindos “sembró desconfianza y creó problemas”
En el discurso inicial, Miguel Fernández Ordóñez, pasó por alto el papel del Ministro de Economía, Luis de Guindos, en la crisis. Sin embargo, al contestar a los diputados, sin citarlo, dijo que a principios de 2012, se perdió de golpe toda la confianza en España y en su sistema bancario “cuando alguien dijo que todo estaba mal, pero el lo iba a arreglar. Eso hace daño cuando se está intentando arreglar las cosas”. “Se creó inquietud y desconfianza en los mercados”, añadió más adelante.
Preguntado si no fue peor que el expresidente Zapatero dijera que la banca española estaba “en la champions league”, el exgobernador respondió que no. “Primero, yo nunca le dije eso al presidente y segundo, eso no fue tan negativo; quizá un error de complacencia. Nunca hablé de los bancos con Zapatero”.
"Se hicieron mal muchas cosas"
Admitió errores genéricos de los supervisores, reguladores y autoridades en las dos fases, aunque en varias ocasiones defendió el papel del Banco de España y, sobre todo, de sus inspectores y directivos. No obstante, en las respuestas, llegó a decir que “el Banco de España hizo mal casi todo, como el resto de supervisores, pero hizo mejor que los demás las provisiones anticíclicas y la unión de cajas mediante SIP o fusiones frías”, pese a que muchas de ellas quebraron. “Se hicieron mal muchas cosas y no se vieron muchas cosas que ahora vemos todos”, puntualizó.
Culpó a los legisladores, es decir, al Congreso, de “no cambiar antes las normas de las cajas en la época de bonanza” y de permitir que llegaran a la crisis con gran dependencia de los gobiernos autonómicos y con un modelo interno que no ayudaba a la buena gestión. También dijo que los grupos de poder tenían intereses cruzados que retrasaron las fusiones “por luchas internas”. Al Gobierno del PP le acusó de vivir cómodamente al calor de la burbuja.
Explicó que el supervisor no tenía una “caja de herramientas adecuada para solucionar esta crisis, que fue diferente de las demás”. “España nunca se había enfrentado a una crisis mundial, sistémica y con libertad de capitales”, se defendió, y afirmó que incluso “los tres grandes bancos” (Santander, BBVA y CaixaBank) “pudieron haber caído por la desconfianza de los mercados” sin los cuidados del supervisor.
La clave de su discurso fue la explicación de la duración de la crisis. “La decisión de utilizar pocos recursos puede justificarse porque, a partir de la crisis griega de 2010, y dada la delicada situación de las finanzas públicas de España, un súbito aumento del déficit podría haber colapsado la economía. Pero es evidente que esa estrategia de minimizar el uso de recursos públicos, multiplicó y dilató la reestructuración”.
Los portavoces de los grupos fueron muy duros con el exgobernador en sus preguntas, (con la excepción de Pedro Saura, del PSOE). Le responsabilizaron de la crisis social que ha golpeado a los ciudadanos, que ha provocado que 400.000 personas hayan perdido su casa, por la emisión de las preferentes que arruinaron a muchos ahorradores, así como por la salida a Bolsa de Bankia con unas cuentas que se han considerado maquilladas.
También denunciaron que fuera “el último gobernador con un carné, el del PSOE”, algo que negó: “En 2000 dejé de ser afiliado. No lo había dicho hasta ahora”, respondió al portavoz de Ciudadanos, Francisco de la Torre.
Socializar pérdidas
Rafael Mayoral, portavoz de Unidos Podemos, le recriminó que en la crisis se “socializaran las pérdidas y no las ganancias”. “Tiene toda la razón. Mientras no se cambie el sistema y sean los bancos los generadores del dinero, así será siempre”. Explicó que el coste más grande no serán los 45.000 millones de ayudas perdidas, “sino todo el desastre social que ha causado esta crisis: cinco millones de parados, pérdidas de hogares, rebaja salarial, miles de millones que no han ido a la educación ni sanidad... eso es lo peor”.
Negó estar al tanto de si se retiraron inspectores de algunas cajas cuando se encontraban pérdidas, como le acusó el PP. “De la supervisión me enteraba de algunas cosas, no estaba en el detalle. No lo sé”, respondió.
Ordóñez pidió que se exija más capital a los bancos “porque solo ponen el 5% de sus activos. Está mejor porque antes ponían el 2%, pero el contribuyente seguirá poniendo ingentes cantidades de dinero en las próximas crisis porque todo se financia con bonos y depósitos”. No ocultó que, pese a toda la nueva regulación del sector, “el riesgo de volver a tener crisis bancarias sigue siendo muy alto”.
Pese a todo, sostuvo que tenía “una visión positiva de lo hecho hasta ahora en España” y dijo que fue “sorprendente que prácticamente nadie alertara de lo que estaba pasando”, antes de la crisis.
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