Orange disuelve su filial catalana OCAT

Orange procederá el próximo 31 de diciembre a la disolución de Orange Cataluña (OCAT), una filial catalana procedente de la compra del antiguo operador público de las Generalitat AL-pi, y que actualmente tiene una actividad muy reducida.

La disolución de OCAT se enmarca en el proceso de reorganización de la estructura societaria que está llevando a cabo el grupo francés en España, lo que simplificará los procesos y la gestión de las actividades que desarrolla Orange, informaron en fuentes del grupo.

La actividad en Cataluña se mantendrá de la misma forma que se venía desarrollando hasta ahora. Habrá una subrogación de la plantilla de OCAT en Orange España a partir del próximo 1 de diciembre, la transmisión de los activos de OCAT a Orange España y a OSFI (la sociedad resultante de la fusión con Jazztel) y el 31 de diciembre de 2017 se procederá a la liquidación de la sociedad.

La medida no tendrá ningún impacto en el empleo porque se mantendrán los 78 puestos de trabajo, y las condiciones laborales para todos los trabajadores, incluida la antigüedad. Tampoco se cierra ningún centro de trabajo en Barcelona, y ningún trabajador cambiará de puesto ni de lugar de trabajo.

OCAT no recoge toda la actividad de la operadora en la comunidad autónoma, sino solo una parte mínima de la misma -ell negocio fijo de grandes cuentas heredado de la extinta Al-Pi- por lo que esta filial apenas facturó 14 millones de euros en los nueve primeros meses del año, frente a los 4.000 millones del grupo.

La reordenación societaria, comunicada este viernes a los sindicatos, no estaría relacionada en principio con el proceso que están llevando a cabo muchas empresas catalanas de trasladar su sede ante la amenaza secesionista, según fuentes de la negociación.