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Todo lo que tienes que saber sobre la moción de censura

De aprobarse, el presidente debe presentar su dimisión y se investirá al candidato propuesto

Andrea Comas / VÍDEO: AtlasFoto: atlas

El concepto “moción de censura” ocupa los titulares de este viernes tras el registro en el Congreso de la presentada por el PSOE un día después de la sentencia que condena al partido del Gobierno como responsable civil por el caso Gürtel. Albert Rivera ha anunciado su apoyo si no se convocan elecciones. Probablemente, siga haciéndolo hasta que este se produzca el debate y posterior votación en el Congreso de los Diputados. Pero ¿qué es?, ¿cuál es su finalidad?, ¿y su naturaleza jurídica? Recogido en el artículo 113 de la Constitución Española, este mecanismo de control parlamentario sirve para exigir la responsabilidad política del presidente del Gobierno. Esto implica que, si bien existe la separación de poderes, el poder legislativo puede someter a examen al poder ejecutivo.

En la Constitución se recoge otro mecanismo de control parlamentario, además de la moción de censura. Se trata de la cuestión de confianza y la principal diferencia entre ambos es quién lo presenta: en la moción de censura es el Congreso quien se pregunta si el presidente debe continuar; en la cuestión de confianza, el propio ejecutivo consulta al Congreso si tiene su confianza.

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La inestabilidad política en Europa de finales del siglo XIX y principios del siglo XX tuvo entre sus características más repetidas la retirada de gobiernos por parte de los parlamentos. Por ello, a lo largo del siglo XX se consolidó la figura de la moción de censura reglada y algo más restringida para que, aun existiendo control parlamentario del ejecutivo, este no pudiese usarse discrecionalmente. En España, desde que se aprobó la Constitución en 1978 solo se ha utilizado en dos ocasiones. La primera, con Adolfo Suárez de presidente en 1980, fue presentada con Felipe González como candidato. La segunda, con Felipe González en el cargo presidencial, fue presentada en 1987 por Antonio Hernández Mancha, de Alianza Popular. Ambas fracasaron.

Procedimiento

Para poder presentar una moción de censura, al menos deben firmar una décima parte de los diputados, es decir, 35 de ellos. La moción debe incluir, obligatoriamente, y a través de escrito motivado, un candidato a la presidencia, que en caso de que prospere, se convertirá en presidente del Gobierno. La importancia de esta nominación radica en la necesidad de que la moción es, en realidad, una propuesta de opción alternativa y no una crítica vacía al gobierno.

Dicho candidato no tiene por qué ser miembro de la cámara, como ocurrió con Hernández Mancha. La Mesa del Congreso decidirá si se admite a trámite, notificando al presidente del Gobierno y a los portavoces de los grupos parlamentarios su decisión y la fecha de debate y votación. Esta convocatoria no podrá realizarse en los cinco días hábiles inmediatamente posteriores a la presentación, lo que se entiende como una medida para que se calmen los ánimos y se recapacite sobre la importante decisión.

El inicio del debate en sede parlamentaria le corresponde a uno de los diputados que solicitó, con su firma, la moción. No tendrá límite de tiempo en su exposición, a la que seguirá el candidato propuesto, también sin límite de tiempo. Tras esto, uno por uno, los representantes de los grupos tienen un máximo de 30 minutos para participar, a los que responderán los firmantes de la moción en menos de 10 minutos. Esto implica, que el presidente del gobierno no tiene obligación de asistir ni participar en dicho debate. Cuando ha concluido, se vota, necesitando para prosperar mayoría absoluta. Y no hay segunda vuelta.

Consecuencias de la votación

En caso de obtener la mayoría absoluta necesaria, el Gobierno debe presentar su dimisión ante el Rey y el candidato propuesto en la moción será investido presidente al entenderse que ha resultado investido en la misma votación. Si no se obtiene, la moción de censura fracasa, lo que impide a los que la presentaron plantear otra en el mismo periodo de sesiones que, normalmente, dura de septiembre a diciembre o de febrero a junio. Así se evita el abuso de la figura, que si bien no tiene por qué suponer un cambio en el Gobierno, sí se considera que genera desgaste político.

Convocatoria de elecciones

Albert Rivera ha manifestado que se sumará a la moción presentada por el PSOE si Rajoy no convoca elecciones. Pero ¿puede hacerlo ahora? Según dipone el artículo 115.2 de la Constitución no, en tanto que no se retire la moción presentada. Este precepto dispone literalmente: "La propuesta de disolución no podrá presentarse cuando esté en trámite una moción de censura".

Para saber más sobre la moción de censura consulta este concepto en las guías jurídicas de Wolters Kluwer.

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