La caída del Popular asesta un golpe al primer imperio económico de Galicia
La intervención de la entidad borra las huellas del Banco Pastor, absorbido en 2011, y golpea la Fundación Barrié
El primer imperio económico de Galicia recibe un duro golpe tras una andadura de dos siglos. A la primera muerte, en 2011, del Banco Pastor (absorbido por el Popular) sobrevivió su principal accionista, la Fundación Barrié, una de las entidades privadas que más invierte en obra social en Galicia: en torno a nueve millones anuales. Pero con la intervención y posterior venta del Popular al Santander por un euro (y la desaparición de las acciones del Popular) sus ingresos quedan muy dañados.
La fundación coruñesa, creada en 1966 con un patrimonio inicial de 3.300 millones de pesetas por el conde de Fenosa, Pedro Barrié de la Maza, sufrió las secuelas de la desintegración del Pastor y el Popular: asistió en este último lustro a un implacable desplome de sus acciones. Ahora, la caída definitiva del Popular deja a la fundación dañada: pierde el derecho a participar de los beneficios mediante el reparto de dividendos por acciones (en 2015 recibió por este concepto más de cinco millones de euros del Popular) y corre además el riesgo de quedarse sin otro de sus principales ingresos: el alquiler de sus principales edificios en A Coruña, y Vigo, al que había quedado obligado el Popular cuando adquirió el Pstor y que le reportan cerca de seis millones al año.
La fundación evita pronunciarse sobre su futuro aunque el presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, ha asegurado que podrá mantener su actividad.
Pedro Barrié de la Maza, distinguido por Franco como conde de Fenosa, dirigió durante 32 años (entre 1939 y 1971) el principal banco gallego, el Pastor, del que su padre, Pedro Barrié Pastor, era socio. Se hizo con el control de la entidad en 1936, convirtiéndose en uno de los principales financieros durante la Guerra Civil. En 1943 creó la empresa eléctrica Fenosa, fue presidente de los astilleros ferrolanos ASTANO y participó en la creación de otras importantes empresas. Esto es, ejerció el control de los principales sectores económicos de Galicia. Su influencia fue notable.
Su sucesor, José María Arias, sobrino de su mujer, lo ha perdido prácticamente todo, salvo un puñado de inmuebles. Las principales empresas que sustentaban el imperio del conde de Fenosa han ido cambiando de manos y la participación en el Banco Popular no vale ya nada.
Con Arias como vicepresidente del Popular —poseía el 1,4% del banco, en torno a 18,4 millones de euros que se han volatilizado— se optó por no acudir a las sucesivas ampliaciones de capital, la fundación fue perdiendo peso.
Aunque en sectores próximos se da por hecha su continuidad basándose en que el Santander queda obligado al pago del alquiler de los inmuebles a la entidad social, lo que le garantizaría poco más de la mitad de sus ingresos actuales, el zarpazo es considerable.
Preocupación en Galicia
Este jueves, Feijóo ha mostrado su preocupación por la situación de la entidad aunque ha dado por segura su continuidad de la entidad desvelando una conversación mantenida el miércoles con Arias en la que, sostiene, este le aseguró que la Fundación Barrié tiene "un patrimonio inmobiliario de 120 millones de euros", que le proporcionan los cerca de siete millones anuales de alquiler, además de "otros 40 millones en valores" fuera del Popular.
Feijóo ha dado por hecho que el contrato de alquiler de los inmuebles se mantendrá durante 12 años más con el Santander y ha asegurado que "hay tiempo" para "orientar y reorientar esa cifra".
La Fundación Barrié, dedicada a la “mejora de las condiciones económicas y sociales” de Galicia destinó en 2015 más de 8,6 millones a obra social; más de un 40% a patrimonio cultural (entre otras actuaciones ha invertido en los últimos años casi 11 millones de euros en proyectos de restauración y conservación de la Catedral de Santiago), cerca de un 30% a educación (sufraga anualmente becas en el extranjero a estudiantes gallegos) y un 17% al programa de menores del que se beneficiaron ese año más de 2.000 personas. Su patrimonio neto y pasivo fue en ese mismo 2015 de 311 millones frente a los 372,5 de 2014, según el informe de cuentas que recoge en su web. La segunda y definitiva muerte del Banco Pastor le asesta un duro golpe.
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