La inmobiliaria Colonial propone transformarse en una socimi
La empresa prevé un impacto inmediato positivo en sus cuentas de 72 millones de euros


La inmobiliaria catalana Colonial se transformará en una sociedad cotizada anónima de inversión inmobiliaria (socimi). Así lo ha acordado hoy el Consejo de Administración de la compañía cotizada, que este martes ha examinado los beneficios de dar ese paso, entre los cuales hay una reducción de la tasa impositiva efectiva al 0%. Según ha comunicado la empresa que preside Juan José Brugera a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), la decisión deberá ser aprobada en la Junta General de Accionistas que se celebrará el próximo mes de junio.
La empresa llevaba ya tiempo esa posibilidad, sobre todo después de ver cómo quedaba limitada su disponibilidad a los créditos fiscales. Según el comunicado de la compañía, además de la rebaja impositiva, la conversión en socimi le permitiría seguir usando "el escudo fiscal del grupo" para "estructurar operaciones de inversión y desinversión". La compañía prevé, asimismo, que su transformación tenga un "impacto positivo inmmediato" de 72 millones de euros en los fondos propios y beneficios consolidados de este mismo año, puesto que esa decisión se haría con efectos a 1 de enero de 2017.
Colonial también destaca que su transformación en socimi le dará mayor acceso al capital y, en concreto, a los inversores institucionales que "únicamente adquieren acciones" de compañías en ese régimen y, por último, permitirá que aumente la liquidez de la acción. Según explica la empresa en el comunicado, esa decisión no tendrá ninguna consecuencia en la estrategia del grupo ni en su plan de negocio. "La conversión al régimen socimi supone un paso más en la vuelta a la normalidad", ha asegurado el consejero delegado de Colonial, Pere Viñolas, en un comunicado. El grupo, además, ha comunicado que la agencia de calificación Moody's ha otorgado un rating de Baa2 a Colonial.
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Sobre la firma

Es jefe de sección de Economía de EL PAÍS, donde ha desarrollado la mayor parte de su carrera. Ha sido corresponsal en Bruselas entre 2018 y 2021 y redactor de Economía en Barcelona, donde cubrió la crisis inmobiliaria de 2008. Licenciado en Periodismo por la Universitat Autònoma de Barcelona, ha cursado el programa de desarrollo directivo de IESE.