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El BCE pide cambios legales para limpiar la banca del crédito dudoso

La decisión sobre esta modificación llegará en el Eurogrupo informal de Malta

Claudi Pérez
Logo del Banco Central Europeo (BCE) en su sede de Fráncfort, Alemania.
Logo del Banco Central Europeo (BCE) en su sede de Fráncfort, Alemania.EFE

Nadie sabe por dónde vendrá la próxima crisis: lo único seguro al 100% es que llegará tarde o temprano. Si vuelve por el sector financiero, hay un candidato claro por encima de todos los demás: los créditos dudosos de la banca europea (non performing loans, en la jerigonza anglosajona), y en particular los de la italiana. El Banco Central Europeo hizo este lunes el enésimo llamamiento para solucionar ese problema. Hay dos opciones: un banco malo europeo —poco probable, porque Alemania y otros países acreedores temen perder hasta la camisa en el agujero italiano— o la puesta en marcha de una batería de “cambios legislativos” para crear un mercado paneuropeo de créditos dudosos, que suman casi un billón de euros, según explicó Danièle Nouy, presidenta del consejo de supervisión del BCE.

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Ese asunto se cuece desde hace semanas en Bruselas y Fráncfort, pero el arreón definitivo no llegará hasta el Eurogrupo informal de Malta, la semana próxima: es imprescindible un mensaje político antes de que los técnicos diseñen la solución. Tanto el BCE como la Autoridad Bancaria Europea e incluso la Comisión han hecho ya aportaciones a ese debate, a la vista de que los créditos dudosos son “un lastre”, según el BCE, que afecta sobremanera a países como Italia, Portugal, Grecia o Chipre, e incluso a entidades puntuales del sector bancario español.

Fusiones europeas

Nouy explicó que el banco malo europeo no sería “la panacea”, pero ayudaría a acotar el problema: “El mercado actual favorece al comprador de préstamos dudosos, pero si tuviéramos un vendedor central [un banco malo] mejoraría la situación”, dijo. Además, insistió en los cambios legales para “mejorar la eficiencia de los sistemas judiciales y establecer procedimientos extrajudiciales más ágiles, mejorar los accesos a las garantías públicas y armonizar los incentivos fiscales”. Bruselas considera que uno de los grandes problemas es que los créditos dudosos son muy distintos según los países, y las legislaciones son también muy distintas.

El BCE insistió también en la necesidad de reactivar las fusiones transfronterizas, ante el exceso de capacidad que se da en algunos sectores bancarios. El sector, sin embargo, va en dirección contraria: la crisis ha acentuado la renacionalización de la banca. El último ejemplo es España: Deutsche Bank ha anunciado su deseo de abandonar el país.

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Sobre la firma

Claudi Pérez
Director adjunto de EL PAÍS. Excorresponsal político y económico, exredactor jefe de política nacional, excorresponsal en Bruselas durante toda la crisis del euro y anteriormente especialista en asuntos económicos internacionales. Premio Salvador de Madariaga. Madrid, y antes Bruselas, y aún antes Barcelona.

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