Iberdrola pierde su demanda contra Bankia por la salida a Bolsa

El juzgado de Primera Instancia número 89 de Madrid ha desestimado la demanda interpuesta por Iberdrola contra Bankia en la que la eléctrica reclamaba al banco las pérdidas de 12,4 millones de euros que le causó la compra de acciones de la entidad en su salida a Bolsa. La eléctrica se basa en la sentencia del Supremo que consideró que la contabilidad de Bankia no reflejaba la situación de la entidad. El alto tribunal determinó que se devolviera el dinero a los pequeños accionistas pero no a los institucionales porque supuso que tenían más elementos para acceder a la información. La demanda de Iberdrola abrió la puerta a otras más que suman en total unos 1.237 millones. 

El magistrado basa su decisión en dos hechos relevantes comunicados por Bankia a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), en los que trasladaba sendas rebajas de calificación de la entidad por parte de Moody's y Fitch, que llegó a calificar a Bankia en bono basura.

Según la sentencia, Iberdrola "contó con dos avisadores de inseguridad e incertidumbre" sobre la situación de Bankia, pese a lo cual compró acciones por 70 millones de euros. No obstante, el magistrado señala que las pruebas practicadas redundan en que Iberdrola "no supo de Bankia nada distinto" de lo que la entidad inscribió en el registro mercantil y después publicó en el folleto de la salida a Bolsa.

Pese a todo, también apunta que Iberdrola no ha demostrado que la contabilidad de Bankia fuera un elemento esencial para determinar la compra. Solo uno de los testigos de Iberdrola dijo que la decisión se había basado en la contabilidad de Bankia. Pero en un expediente de inversión de la eléctrica se hablaba de operación de carácter sistémico, porque si la colocación tiene éxito se reducirán los costes de financiación de empresas como Iberdrola, y se decía que la operación podía ser rentable a medio plazo porque se entraba con un descuento elevado sobre el valor en libros, entre otros elementos.

Buscaron la rentabilidad futura

Por tanto, la sentencia argumenta que la contabilidad no fue la causa principal de la inversión, sino la posible rentabilidad de la inversión. Uno de los testigos reconoció que pensaron que la compra salía barata y que en cinco años duplicarían beneficios.

Iberdrola, que recurrirá el fallo, dio a entender que vendió la mayor parte de sus acciones por las dudas que los inversores internacionales tenían sobre España y no por las dudas de la contabilidad de Bankia. Además, dice que no hay relación directa entre la contabilidad de una empresa y su devenir en Bolsa, al que afectan muchos más factores exógenos.

Pero Iberdrola, según el juez, tuvo acceso a una información global, más allá de la contabilidad. A diferencia de los minoristas, Iberdrola "estuvo en el secreto", por ejemplo, de la pobre aceptación de los inversores cualificados extranjeros que desconfiaban del “riesgo país” que lastraba a España, lo que le llevó a la venta del 70% de su paquete accionarial, antes de que llegaran las grandes depreciaciones, recuerda la sentencia.

El magistrado se acoge a lo dicho por el Tribunal Supremo de que los inversores institucionales podían tener acceso a “otro tipo de información complementaria”. “Y es lo cierto que Iberdrola sí dispuso de una información que parece quedar subsumida en el concepto”. Por ejemplo, tuvo acceso a la información de que se habían producido dos rebajas del rating, cosa que los inversores minoristas podían conocer pero que normalmente no conocen porque la página web de la CNMV tiene miles de ventanas.