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Pippa Malmgren / Ex asesora financiera del Gobierno estadounidense y fundadora del grupo DRPM

“Trump ha dejado claro que no le gusta la Unión Europea”

Con una larga experiencia en fondos de inversión, durante unos años Pippa Malmgren fue asesora de George W. Bush para mercados bursátiles

Thiago Ferrer Morini

Vivimos en un mundo saturado de información. Sin embargo, muchas veces nos perdemos indicios que pueden ser relevantes. Es la hipótesis que ha llevado a Philippa Pippa Malmgren (Ithaca, Nueva York, 1962) a fundar el grupo DRPM —que analiza esta clase de indicios— y a dar conferencias sobre la situación geopolítica en todo el planeta. Con una larga experiencia en fondos de inversión, durante unos años fue asesora de George W. Bush para mercados bursátiles. Malmgren ha estado en Madrid en una presentación para el banco de inversión neerlandés Robeco.

Pippa Malmgren, ex asesora financiera del Gobierno estadounidense y fundadora del grupo DRPM
Pippa Malmgren, ex asesora financiera del Gobierno estadounidense y fundadora del grupo DRPMÁLVARO GARCÍA

Pregunta. El mercado parece haber reaccionado con euforia a la elección de Donald Trump. Pero ¿responden a la política económica de Trump o a lo que ellos creen que es la política económica de Trump?

Respuesta. Trump ha tenido mucha suerte con la economía que se encuentra, y soy de la opinión de que los presidentes tienen derecho a toda la buena suerte que les toque. También está el hecho de que creo que es el Uber de la política, el disruptor del modelo de negocio tradicional de la política en Estados Unidos. Eso incluye arrasar con la burocracia, hacer más pequeño el Gobierno y facilitar que los negocios hagan lo que hacen. Es natural que el mercado responda positivamente a esas señales, pero creo que la economía estaba ya en un estado muy bueno. Además, los salarios en China han crecido en los últimos tres años y tienen previsto aumentar un 7% este año. Cuando Pensilvania y Texas ya pueden ser tan competitivas como Shenzhen es que algo importante ha pasado en la economía mundial. Y eso ya lo reflejan los mercados.

P.  Pero la clave del éxito de Shenzhen es la habilidad de vender en todo el mundo. Si Pensilvania y Texas pierden esa capacidad…

R. ¿Por qué debería pasar eso?

P.  Si Estados Unidos adopta una postura más proteccionista, lo lógico es que otros países reciproquen.

“El nuevo presidente es el Uber de la política: la disrupción de todo un modelo de negocio”

R.  Estados Unidos no está cerrando sus mercados. Está pensando en introducir aranceles, que no es lo mismo. Además, cortar el acceso a la mayor y más dinámica economía del mundo haría daño a sus propias economías. No les interesa; al contrario, lo que les interesa es tener una conversación con Estados Unidos, y la amenaza de un arancel es el incentivo para esa conversación.

P.  Sea lo que sea, parece ser parte de lo que vendió Trump en su campaña: que la tendencia a una globalización económica multilateral puede y debe detenerse y revertirse, y que, por el contrario, Estados Unidos debe utilizar su fuerza bruta económica para llevarse la mejor parte de cualquier trato. La pregunta es si Estados Unidos puede realmente hacer eso.

R.  Lo que Trump está diciendo es que Estados Unidos se ha pasado desde la II Guerra Mundial intentando pactar las normas, las reglas del juego. Pero a él eso no le importa: él quiere saber de resultados. Eso quiere decir que, para él, lo que hay que negociar son los resultados. Y eso es un cambio radical. Para él, las normas multilaterales no están sirviendo a los países. Y esa siempre ha sido en todo momento la posición de China, por cierto. China lleva décadas diciendo que las instituciones multilaterales, como el Banco Mundial, no funcionan y deben reformarse. Y ante la negativa de EE UU, China ha creado sus propias instituciones, como el Nuevo Banco de Desarrollo.

P. Que no han convencido a los inversores.

“México es la nueva China: los que emigraban antes, ahora pueden quedarse”

R.  No estoy de acuerdo. Yo creo que sí hay interés.

P.  ¿Este nuevo entorno internacional no puede crear instituciones que compitan entre sí, una pérdida de tiempo y energías que lastre el desarrollo de la economía global?

R. También podríamos decir que el pasarse tanto tiempo discutiendo las normas también es perjudicial. Lo fundamental es que creo que la globalización sigue, nos guste o no, y recordemos que la Organización Mundial del Comercio sigue existiendo, así que en el peor de los casos trabajamos con esas reglas

P. En ese nuevo mapa se beneficiarían los países que tienen una posición de fuerza, como Estados Unidos o China. Otros, como Reino Unido, no tienen esa posición.

R. ¿Conoce usted alguna negociación donde los participantes jueguen como iguales? Solo aquellas en las que las reglas estén acordadas de antemano. Y la OMC prohíbe atacar el comercio con algún país de forma arbitraria y unilateral.

P. Pero en este entorno, ¿qué tienen que hacer los países más pequeños?

R. Para mí, todo se basa en la competitividad, más que en tamaño. Tiene que ver si produces algo que la economía estadounidense necesita.

P.  Si Estados Unidos está trabajando para mejorar su propia posición competitiva…

R.  De eso trata la economía mundial: de ser competitivos y trabajar duro. Las reglas no te protegen de tener que innovar y trabajar duro.

P.  Pero hay retos, como el del cambio climático, que requieren una colaboración multilateral, porque no son problemas que afecten a una economía, sino a todas.

R.  El mundo ha tenido problemas con la política medioambiental de Estados Unidos desde siempre. Dicho esto, la pregunta es: ¿quién debe actuar para proteger el medio ambiente? ¿El Gobierno o los ciudadanos? Los consumidores cada vez demandan más protección medioambiental y obligan a las empresas a comportarse mejor.

P.  ¿Cuál va a ser el rol de la Unión Europea en ese nuevo entorno?

R.  Va a ser difícil, porque Trump ha dejado bien claro que no le gustan las instituciones supranacionales de ningún tipo, incluida la UE, porque prefiere las relaciones bilaterales. Y tiene sentido, porque Estados Unidos tiene más poder en una relación bilateral. Y los votantes por todo el continente están orientándose en dirección a Trump: menos intervención gubernamental, la percepción en Washington es que los votantes en Europa están orientándose en la dirección de Reino Unido y Estados Unidos. La Comisión no piensa igual.

P.  ¿Y América Latina?

R.  Hay quien dice que México se va a venir abajo con la construcción del muro. Pero ya hay un muro; de lo que habla Trump es de acabarlo. Y además las empresas estadounidenses se están instalando en México a toda velocidad. México es la nueva China. Podemos decir perfectamente que la frontera se está desplazando hacia el sur: los que antes emigraban hacia el norte pueden perfectamente quedarse ahora. Y recordemos que en el tercer debate presidencial Trump dijo que iba a acelerar los procesos de naturalización para los inmigrantes legales. De lo que se trata es de regular mejor los flujos, justo lo que están haciendo los británicos. Y en los países de Europa Occidental se está diciendo más de lo mismo.

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