“Las empresas o se digitalizan o mueren”
“El caso de corrupción que tuvimos nos ha hecho más fuertes porque lo reconocimos y actuamos”
Rosa García (Madrid, 1965) es licenciada en Matemáticas y acumula 25 años de experiencia en el sector tecnológico. Ha trabajado en NEC, WordPerfect y Microsoft. En 2011 fue nombrada presidenta de Siemens España.
Pregunta. En los últimos años Siemens ha emprendido un giro estratégico muy evidente, pasando de ser una empresa industrial a realizar una clara apuesta por los negocios digitales. ¿Por qué?
Respuesta. Siemens lleva 170 años desarrollando tecnología e innovado para la economía real, es decir, para las necesidades que hay en cada momento. La digitalización es ahora una megatendencia: hay millones de dispositivos conectados a Internet que van a permitir hacer las cosas de forma muy distinta. Las empresas deben emprender esta revolución y nosotros queremos aportarles todo nuestro conocimiento para que sean más globales y eficientes.
P. ¿Es costoso hacer este cambio en una compañía tan grande?
R. No se trata de ser una compañía industrial o digital. Lo importante es ser una empresa que tiene integrado el mundo del hardware, del software y que tiene conocimientos verticales en aquellos sectores donde se ofrecen soluciones. Nosotros damos un servicio integral. En este sentido la transformación no ha resultado tan difícil porque nunca hemos tenido que dejar de hacer cosas.
P. El término digital comprende muchas actividades. ¿En qué se están especializando?
R. Tenemos cuatro grandes áreas de negocio. La primera está relacionada con la industria, ayudando a las empresas a digitalizarse para ser más eficientes y competir en precios con el resto del mundo. También nos hemos especializado en temas energéticos: aportamos soluciones en el campo de las renovables, ofrecemos propuestas para hacer un uso más eficiente de la energía y soluciones para predecir con antelación posibles averías. Además, estamos presentes en todo lo relacionado con las ciudades inteligentes. Este concepto abarca desde edificios que consumen la menor cantidad de recursos posibles hasta sistemas para mejorar el transporte. Por último, tenemos experiencia en el sector de la sanidad.
P. El objetivo de Siemens es lograr un crecimiento de doble dígito en los negocios digitales hasta 2020. ¿Cómo piensan lograrlo?
R. El área de software ya aporta 3.000 millones y los servicios otros 1.000 millones. En el último año hemos creciendo un 12%, más que la media del mercado, que ha sido del 8%. La razón de este crecimiento se apoya en varios pilares. El primero es nuestra apuesta por la innovación. Desde 2014 la inversión ha aumentado un 25%. Este ejercicio vamos a destinar 5.000 millones a esta partida. Otro pilar tiene que ver con la transformación que ha tenido nuestra innovación. Tenemos 33.000 personas investigando y 18.000 ya hacen software. Es decir, somos una de las mayores empresas de software del mundo. Otra palanca de crecimiento es Next 47, una empresa de reciente creación a la que estamos aportando 1.000 millones de euros para identificar startups con las que colaborar o en las que invertir.
P. Simens también crece en el negocio digital a través de adquisiciones. Solo este año han adquirido Mentor, CD-Adanco y Polarion. ¿Seguirán con esta política?
R. Nuestra cartera se va completando y ya no hay tantas compañías que puedan ser interesantes. A partir de ahora la forma de trabajar se va a canalizar en gran medida a través de Next 47.
P. España no es un país que destaque precisamente por su digitalización. Imagino que el margen de mejora para Siemens en nuestro mercado es aún mayor, ¿no?
R. Sí. España ocupa el puesto 45 entre los países mejor digitalizados y es muy preocupante. En marzo pasado publicamos un informe, junto a Roland Berger, y uno de los datos era que a pesar de que casi todos los directivos entendían que van a necesitar digitalizar sus empresas solo el 33% tenía un plan para lograrlo.
P. ¿A qué se debe este retraso?
R. Hay tres problemas principales en la economía española que están impidiendo que esto suceda. El primero es el rechazo al cambio. El directivo a veces tiende a rechazar aquello que es nuevo para él. En segundo lugar, hay una percepción de que se trata de algo costoso cuando las inversiones en este ámbito se amortizan en muy pocos años. Por último, existe un desconocimiento técnico. Los directivos se preguntan cómo se hace, quién me puede ayudar... En España hay mucho margen de mejora. Las empresas deben entender que hay que digitalizarse o morir. No hay tiempo que perder. O se hace ahora o quizás ya sea demasiado tarde.
P. ¿Qué entienden los empresarios por digitalización?
R. La mayor parte creen que se limita a tener ordenadores conectados en red y con acceso a Internet. Pero esta transformación va mucho más allá. La digitalización hay que introducirla en el core [nucleo central] de la compañía. Una cadena hotelera puede tener página web y permitir reservas on line. Pero hasta ahí llegan todos. Lo que marca la diferencia es, por ejemplo, tener un sistema que permita un uso eficiente de la energía en sus edificios.
P. ¿Qué supone para Siemens la fusión con Gamesa?
R. De esta operación no puedo hablar porque Gamesa es una empresa cotizada y la fusión aún no está cerrada.
P. El ‘made in Germany’ había sido sinónimo de fiabilidad. Sin embargo, en los últimos años grandes empresas alemanas como la propia Siemens, Deutsche Bank o Volkswagen han decepcionado al mercado con una serie de escándalos. ¿Cree que puede pasar factura a las empresas de este país?
R. En 2016 se cumplieron 10 años del problema de corrupción que sufrimos y que hizo que nuestra compañía cambiara por completo. Creo que el made in Germany sigue teniendo mucha fuerza y en estos 10 años la imagen de Siemens se ha visto reforzada porque supimos reconocer un problema, lo asumimo y lo corregimos.
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