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Después de 1.074 días de encierro, Delphi sí se cierra

Desempleados de la fábrica gaditana culminan casi tres años de protesta. Dicen que reorientan su lucha con propuestas para crear empleo

Jesús A. Cañas

1.074 días ha durado el encierro de un grupo de trabajadores de Delphi en Cádiz, en protesta por el cierre de la planta en 2007. Hoy abandonan. Siguen sin trabajo y la empresa no ha reabierto. Pero dejan el edificio con la esperanza de conseguir que empresarios y políticos oigan las 123 propuestas que han elaborado para acabar con el desempleo en Cádiz. Se sienten "abandonados" y dicen que ya nadie hace caso a su encierro. Así que han decidido reorientar su protesta hacia otras acciones para hacerse oír.

Concentración de extrabajadores de Delphi en 2014 en Cádiz
Concentración de extrabajadores de Delphi en 2014 en CádizEDUARDO RUIZ

Más de 10.000 personas salieron a la calle en el 28 de febrero de 2007, Día de Andalucía, en Puerto Real (Cádiz). No lo hicieron para celebrar la autonomía de la comunidad andaluza. Clamaban en solidaridad por el sufrimiento que les atenazaba a ellos mismos o a sus padres, madres, maridos, esposas, hijos o amigos. Hacía seis días exactos que la dirección de Delphi Automotive Systems España anunció al comité de empresa que cerraba la planta que tenía en la localidad gaditana y que dejaba en la calle a los 1.904 empleados de la fábrica. Ni una semana había pasado de ese día funesto para el empleo en la Bahía de Cádiz y 10.000 gaditanos no quisieron esperar para mostrar su repulsa y desesperación. El movimiento se hizo fuerte. Al grito de “Delphi no se cierra”, llegaron a celebrarse concentraciones de hasta 50.000 manifestantes. En una de esas protestas, cuando el apoyo social empezaba a languidecer, unos 400 extrabajadores de Delphi se encerraron en las zonas comunes de la sede de los sindicatos en Cádiz, en la avenida de Andalucía, 6. Ocurrió hace casi tres años y hoy, 1.074 días después, se acaba.

De por medio, protestas, esperanzas, promesas incumplidas y fracasos han pasado por el salón de actos de la sede sindical, reconvertida en punto de encuentro para los extrabajadores. También la muerte se ha citado con ellos en este tiempo. De ahí que esa haya sido una de las reclamaciones más destacadas que hoy han realizado en el acto con el que han puesto fin al encierro. "Esta misma semana han muerto dos compañeros y hemos visto quedarse en el camino a muchos, y habría que investigar el porqué", ha clamado uno de los portavoces, Sebastián Martínez, ante periodistas y sindicalistas de UGT, USO y CGT, presentes en la cita.

Juan José Cumplido, de CGT, extrabajador de Delphi y encerrado, coincide en su preocupación. “Qué demonios hemos respirado en esa fábrica. En el acto, hemos recordado a los dos últimos, pero en estos casi 10 años han fallecido más de 100 compañeros, todos con cáncer y con una media de 50 años”, relata Cumplido.

Esa era una de las reivindicaciones del día, pero no la única. Los ‘exDelphis’ (como fueron bautizados por los medios gaditanos) siguen pidiendo que la Junta cumpla con un compromiso que quedó a medias y que hoy en día está bajo la lupa de la Justicia. Cumplido recuerda cómo, en la víspera de las Elecciones Autonómicas de 2007, el entonces presidente de la Junta, Manuel Chaves, dijo su famoso: “No os dejaremos tirados”. Dicho y hecho. Se firmó un acuerdo por el cual la Consejería de Empleo pagaba los sueldos de cada exempleado, mientras recibían formación. Según datos de la Consejería, los ex de Delphi recibieron 26.250 horas de cursos sobre competencias generales, 32.100 horas de lecciones industriales y 73.500 de programas específicos, muchos orientados hacia el sector aeronáutico. 256 trabajadores fueron capaces de encontrar empleo por su cuenta, 294 se prejubilaron con 50 años y 83 consiguieron la invalidez permanente.

La historia de un despropósito

De forma paralela, la Junta creó incentivos para el asentamiento de diez empresas y la creación de 5.000 puestos de trabajo. Erró en la previsión. Los problemas no tardaron en aparecer. Tan solo llegaron dos grandes empresas a la llamada institucional: Gadir Solar y Alestis. La primera contrató a 100 empleados que volvieron al paro porque la empresa cerró. Los serios problemas de Alestis también llevaron al desempleo a los 350 que contrató, después de un expediente de regulación de empleo y de que Airbus tuviera que rescatarla. A eso había que sumar unos 500 exempleados que no eran capaces de conseguir un empleo. Aún hoy según el censo elaborado por el colectivo, 236 nunca llegaron a beneficiarse de una oportunidad laboral.

El esfuerzo en incentivos, prejubilaciones e indemnizaciones le costó a la Junta unos 305 millones de euros que se sumaron a los 120 millones que puso sobre la mesa Delphi para la liquidación del personal. Esa ingente cantidad de dinero con escasos resultados y la aparición de la crisis inició un nuevo periodo de resquemores en buena parte de la sociedad gaditana. Muchos no entendían lo que consideraban un “privilegio” por el mero hecho de ser ex trabajador de esta fábrica. En 2012, la Junta decidió unilateralmente dar por terminado el plan especial. Paralelamente, salían a la luz diversas irregularidades que dieron lugar a investigaciones judiciales para determinar cómo se gestionó el dinero público. El plan especial para estos extrabajadores quedó bajo sospecha directa con dos casos de corrupción: Bahía Competitiva y el fraude de los cursos de formación.

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Hoy, Cumplido rememora toda esta travesía en el desierto en la que dice sentirse “engañado” y muestra su deseo de que “la Justicia actúe”. “No somos unos privilegiados, fue la Junta la que vino a ofrecernos un acuerdo por el cual aceptábamos 45 días de indemnización en lugar de 90, como se ha ofrecido en otros cierres de factorías Delphi. A cambio, ellos garantizaban un empleo. Recibimos la mitad y no cumplieron su promesa”, relata el desempleado de 51 años. Difícil lo tienen, la Junta no volvió a sentarse a la mesa con ellos, pese a que se hicieron presentes intentando reventar cada acto político socialista en la provincia. En la vía judicial, una sentencia del Tribunal Supremo dio carpetazo a sus aspiraciones al reconocer que la Administración no tiene obligación de cumplir lo firmado.

Devolución de las ayudas

Es más, para el año que comienza y 2018, los extrabajadores de la factoría tienen citaciones judiciales. “Nos piden que devolvamos el dinero que cobramos entre 2009 y 2012 durante los cursos. Eso supone, de media, unos 25.000 euros”, relata Cumplido con desesperación. La cifra le parece inalcanzable, él es uno de los 236 desempleados que nunca consiguió trabajo. En estos años, estudió “tanto en los cursos de la Junta como otros ajenos”. Consiguió formarse como verificador aeronáutico y como experto en fabricación de materiales de componentes aeronáuticos. Pero no hay quien le ofrezca trabajo “con 51 años dicen que soy muy mayor”. En esta década, Cumplido se quedó sin prestación, hoy en día cobra una ayuda de Renta Activa de Inserción (RAI) que da el Servicio Público del Empleo Estatal (SEPE). Le garantiza un año de ingresos y otro no. “Pero con 400 euros, es muy difícil sacar una casa adelante”, explica el gaditano. Ante esa situación, reconoce que los costes de mantener el encierro (comida, limpieza, transporte) eran “ya inasumibles”.

Ahora, los exDelphis salen a la calle y luchan por quitarse la etiqueta, aunque no descartan regresar a esas movilizaciones que llegaron a poner en jaque cualquier mitin político que se celebrara en Cádiz. Detrás dejan un sufrimiento que no ha terminado. Muchos de ellos se han separado de sus parejas, como es el caso del propio Cumplido, “un compañero incluso se suicidó en 2014 por no poder soportar todo esto”. Desde hace un año, se integraron en la Mesa de Empleo de Cádiz que acaba de redactar 123 propuestas para acabar con el desempleo en la zona. Pretenden presentarlas el 24 de enero. Después, empezarán un periplo para defenderlas en despachos a nivel provincial, autonómico, nacional y europeo. “Ya no somos exDelphis, somos simplemente desempleados como tantos otros y exigimos empleo para Cádiz. No podemos seguir con un 40% de paro, necesitamos compromisos con la provincia y haremos lo que sea para conseguirlo”, sentencia Cumplido.

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Sobre la firma

Jesús A. Cañas
Es corresponsal de EL PAÍS en Cádiz desde 2016. Antes trabajó para periódicos del grupo Vocento. Se licenció en Periodismo por la Universidad de Sevilla y es Máster de Arquitectura y Patrimonio Histórico por la US y el IAPH. En 2019, recibió el premio Cádiz de Periodismo por uno de sus trabajos sobre el narcotráfico en el Estrecho de Gibraltar.

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