Vivendi quiere hacerse con el 30% de Mediaset

La guerra entre las empresas de comunicación Mediaset y Vivendi por controlar el mercado audiovisual del sur de Europa se recrudece. La francesa Vivendi ha anunciado su intención de hacerse con el 30% de la italiana Mediaset (propietaria de Telecinco y Cuatro) después de adquirir en solo cuatro días el 20% sin previo aviso y provocar la ira de la familia Berlusconi, temerosa de perder el control de su compañía.

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Los administradores delegados de ambas compañías, Pier Silvio Berlusconi, de Mediaset, y Arnaud de Puyfontaine, de Vivendi, se reunieron el viernes pasado para intentar un entendimiento después de que el grupo italiano acusara al francés de realizar una “escalada hostil” y solicitara una investigación a la fiscalía por “manipulación del mercado”. No trascendieron los detalles, pero poco hace pensar que hubiera algún punto de encuentro, ya que pasado el fin de semana, Vivendi envió un comunicado con el que manifestaba su intención “de aumentar las inversiones en Mediaset con la adquisición de mayores cuotas en base a las condiciones del mercado hasta un límite del 30% de los derechos de capital social y de voto”.

Se trata del inicio de una batalla que en Italia se espera “feroz”, según publica el diario La Stampa, que ha visto en el anuncio de Vivendi “una verdadera declaración de guerra en un clima ya candente”.

El accionista principal de Mediaset, con un 34,7%, es Fininvest, grupo financiero dirigido por Marina Berlusconi, hija de Silvio. “En la práctica, Mediaset se encontrará bloqueada, con Fininvest en un callejón sin salida, porque si quisiera consolidar su posición de poder debería lanzar una oferta sobre todo el capital”, explica el periódico Repubblica. La empresa completa italiana vale hoy en Bolsa más de 5.200 millones de euros. Fininvest está haciendo lo posible por paralizar la escalada de Vivendi. Además de a la fiscalía, ha solicitado también la intervención de la entidad supervisora del mercado Consob y del organismo garante de las comunicaciones, Agcom. Los Berlusconi defienden que se trata de una maniobra ilegal que va en contra de las leyes del mercado.

Aunque se trata de negocios entre grupos privados, la importancia de Mediaset en Italia ha hecho que miembros del Gobierno y representantes de partidos políticos hayan criticado la maniobra de Vivendi y se hayan puesto del lado de Mediaset. Así, el ministro de Desarrollo Económico, Carlo Calenda, llamó a defender la “dignidad nacional” y el presidente de la Comisión de Asuntos Exteriores, Pier Ferdinando Casini, se mostró convencido de que “existe una unidad nacional para defender la identidad italiana de una empresa de comunicación estratégica como Mediaset”.

Perder parte del control sobre Mediaset sería un duro golpe para la familia Berlusconi, que afirma que existe “unidad absoluta” en el clan sobre la intención de impedir que alguien intente modificar su “papel como empresarios”. Fundada en 1978, Mediaset es el segundo grupo de comunicación más importante de Europa y el primero de Italia. Desde su creación, el accionista mayoritario es Fininvest, entonces presidida por Silvio Berlusconi, quien siempre quiso tener bajo control las comunicaciones. “Mediaset es un pilar de nuestro grupo empresarial y excluyo con toda determinación que otros grupos puedan adquirir el control”, dijo Berlusconi hace apenas dos meses. En octubre, el ex primer ministro italiano afirmaba que evitaría que cualquier accionista pudiera llegar a controlar las decisiones de una empresa que siempre ha dirigido. En Italia cuesta imaginar que los Berlusconi puedan perder el dominio de Mediaset, una empresa que el pasado 29 de septiembre hizo una programación especial, con cantidad de cabeceras y programas exclusivos —bajo el nombre de “Querido Presidente”— para celebrar el 80 cumpleaños de Berlusconi.