Casi cuatro de cada diez jubilados ayudan económicamente a familiares
Siete de cada diez pensionistas viven solo de la prestación pública
Casi cuatro de cada diez jubilados presta ayuda económica a familiares. Y lo hacen por una cantidad media de 51 euros mensuales, según una encuesta de la Fundación Edad y Vida. El estudio da más datos sobre la situación económica de los jubilados españoles, entre ellos que el porcentaje de jubilados que tiene dificultades para llegar a finales de mes es ligeramente superior, el 45%, aunque no tienen por qué coincidir unos y otros.
La encuesta forma parte de una investigación que ha obtenido el premio de la Fundación Edad y Vida, dirigida por Enrique Devesa, profesor de Ciencias Actuariales de la Universidad de Valencia. En ella se confirman algunas de las ideas que más han crecido durante la crisis. Una de ellas es esa: que muchos jubilados tienen que echar una mano a sus hijos para que puedan salir adelante. No obstante, también muchos de ellos tienen problemas para satisfacer todas sus necesidades con los ingresos que perciben.
Esto se aprecia en el hecho de que un 45% de los encuestados (828 entre marzo y mayo de 2015 de forma telefónica) dice tener problemas para llegar a fin de mes. Pero también si se cruzan dos datos: el gasto medio de los retirados es de 953 euros al mes y el 38% de ellos tiene unos ingresos menores a 750 euros mensuales.
La encuesta, que halla que el 70% de jubilados tiene como sola fuente de ingresos la pensión de la Seguridad Social, forma parte de un estudio más amplio en el que un grupo de investigadores de las universidades de Valencia, Extremadura y Castilla-La Mancha han analizado el impacto que tendrán en los pensionistas las reformas de pensiones de 2011 y 2013.
Según sus conclusiones, la pérdida de poder adquisitivo para un jubilado que se retiró del mercado laboral en 2014 y viva hasta 2035 por la aplicación del índice de revalorización es de un 28,6%. Este cálculo se ha hecho sobre la base de que durante una gran parte del periodo el incremento anual será del 0,25%, es decir, el mínimo que contempla la ley.
A esta pérdida habría que sumar los efectos del factor de sostenibilidad, que introduce en el cálculo de la pensión inicial la esperanza de vida en el momento de la jubilación. Según sus números, la caída cada año por este factor si no cambiaran los parámetros de cálculo de la base reguladora será del 0,5% de la pensión inicial. El profesor Devesa lo ha ilustrado en la presentación del estudio con un ejemplo: un jubilado que se retire en 2019 y tenga derecho a una pensión de 1.000 euros, cobrará 36 euros más que alguien que se retire 10 años más tarde a la misma edad y con una carrera de cotización idéntica. No obstante, Devesa ha advertido que en su cálculo no está introducida la dinámica al alza habitual de las bases de cotización. Si en la ecuación estuviera incluida esta evolución en los últimos 10 años, la pensión inicial sería de 1.030 euros.
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