Nueva Pescanova vuelve a enfrentarse a la vieja directiva en los tribunales

Nueva Pescanova, SL, la filial de la multinacional gallega surgida tras el proceso de rescate financiero, ha confirmado este lunes la presentación de una segunda denuncia contra su compañía matriz (Pescanova, SA) por supuestas ventajas económicas en los acuerdos de fusión y doble segregación.

La demanda ha sido presentada en el juzgado de lo mercantil número 1 de Pontevedra después de que en mayo un juzgado de Vigo se declarara incompetente para resolver otra anterior. Nueva Pescanova exige además una indemnización a Pescanova, que posee el 20% del accionariado de la pesquera, apenas dos semanas después de que los nuevos gestores hiciesen públicos sus planes futuros económicos y de gestión.

En este segundo envite judicial la filial acusa a la vieja directiva de reservarse ventajas en el proceso de reestructuración, como las que se refieren a la obligación de Nueva Pescanova de prestarle, libre de costes para la compañía matriz, el apoyo administrativo, fiscal y legal para su correcto funcionamiento durante un plazo de cuatro años a partir del 1 de diciembre de 2015. También se alude en la demanda al derecho de Pescanova, SA a disponer permanentemente de una oficina de al menos 60 metros cuadrados dentro del domicilio social.

A todas estas obligaciones hay que sumar la retención "por razones de prudencia y de eficacia operativa" de 1,9 millones de euros como garantía para los acreedores concursales de la filial y que formalmente quedan en el balance de Pescanova, SA.

Tras informar a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), la sociedad de cartera ha asegurado en un comunicado que dicho procedimiento forma parte de una estrategia procesal iniciada los últimos meses por Nueva Pescanova con el propósito de enfrentar a las dos sociedades.

Por su parte, la “vieja” Pescanova se defiende y asegura haber actuado en todo momento conforme a los contenidos de los distintos convenios aprobados y, en especial, de las distintas operaciones de reestructuración societaria aprobadas en ejecución de los convenios concursales, según informa Europa Press.

El conflicto nace en plena crisis financiera de la multinacional, a raíz de los acuerdos alcanzados en la junta general de accionistas de septiembre de 2015 que abrió la puerta a la creación de la Nueva Pescanova. En aquel momento se pactó la futura estructura empresarial de la compañía por la que los accionistas de Pescanova, SA controlarían el 20% de los títulos y el 80% restante pasaría a manos de los acreedores bancarios.

También se aprobó en esa junta que Nueva Pescanova asumiera durante los próximos cuatro años todos los costes administrativos y legales de la antigua compañía por un importe máximo anual de 200.000 euros. Además se decidió que la matriz retuviese 1,9 millones de euros en concepto de garantía de una deuda pendiente de Nueva Pescanova por valor de unos 50 millones de euros. Fueron los contratos posteriores que se elaboraron para desarrollar ambos acuerdos los que han dado pie al conflicto judicial. Nueva Pescanova los considera “abusivos, unilaterales y no transparentes”, según recoge la demanda, presentada primero en mayo ante un juzgado ordinario y desviada a principios de octubre al juzgado mercantil.