Bankia afirma que Hacienda nunca descubrió las tarjetas ‘black’ de Caja Madrid
Un exdirectivo dice que el uso de la visa opaca era habitual y parte del contrato
La sesión de este jueves en la Audiencia Nacional, que analiza el caso de las tarjetas opacas de 65 ex altos cargos de Caja Madrid y Bankia, fue convulsa por la cantidad de testigos citados, pero que finalmente no declararon porque las defensar renunciaron a ello.
Entre los que sí juraron decir la verdad ante el tribunal, presidido por la jueza Ángela Murillo, estuvo el director de la asesoría fiscal de Caja Madrid y Bankia, Javier María Tello. Defendió que en la documentación remitida tras las inspecciones de Hacienda, las cerradas en 2003 y en 2006, no hubo ninguna información que hiciera sospechar que existían las tarjetas de directivos, las que los acusados han denominado “retributivas” o las que eran un salario para los consejeros. Es decir, que no se podía deducir que había tarjetas opacas.
Según el acta de 2006, los inspectores de la Agencia Tributaria descubrieron que, al menos el 36% de los gastos de esas cuentas, a las que estaban ligadas las tarjetas, no eran deducibles, como pretendía Caja Madrid para reducir el Impuesto de Sociedades de los ejercicios de 2004, 2005 y 2006.
Según publicó EL PAÍS en febrero de 2015, los técnicos de la Agencia Tributaria sostuvieron en sus actas de inspección que muchos de los gastos de las cuentas asignadas a tarjetas black, carecían de “relación directa e incontestable con la actividad de la sociedad”, por lo que Caja Madrid no se podía deducir esas cantidades. La razón era que los consejeros y directivos no entregaban justificantes, por lo que estos gastos no tenían validez para Hacienda. Sin embargo, aunque Hacienda no hizo una investigación con más profundidad, lo cierto es que en la cuenta de “Gastos de órganos de gobierno”, la mayoría de las partidas procedían de las tarjetas opacas, por lo que no tenían justificantes porque se usaban como de libre disposición.
Por eso, Tello dijo que para su tratamiento tributario, el soporte habitual para acreditarlas era la relación de gastos y los comprobantes individualizados que tenían que entregar sus beneficiarios, pero que no hacían y nadie se los reclamaba.
Prueba rechazada
A preguntas de las partes, Tello precisó que la primera vez que escuchó hablar de las black fue en octubre de 2014 y que “nunca” se le pidió al departamento que dirigía un informe sobre las visas opacas.
Tello, que trabajó bajo la presidencia de Miguel Blesa y Rodrigo Rato y ahora lo hace para José Ignacio Goirigolzarri, afirmó que “cualquier tarjeta de empresa” que ha conocido ha sido “exclusivamente para gastos de representación”.
Por otro lado, el exdirector de Control de Caja Madrid, Domingo Navalmoral, que no está imputado porque su gasto con la black ha prescrito, dijo que la oferta con la que se incorporó a la entidad mencionaba esta tarjeta. Sin embargo, la Sala rechazó que se admitiera como prueba su contrato al considerar que era un asunto personal y no válido para los acusados. Lo llamativo es que ninguno de los sentados en el banquillo hayan aportado un contrato con esta particularidad para su defensa.
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