Gallegos bien vistos en la City

El turno en la cola ya no se pide al cliente de delante. Ahora es una pantalla —normalmente táctil— la que nos dice cuál es nuestro turno en cada vez más trámites, algo que ya no solo sirve para organizar una fila, sino que puede ayudar a dirigir mejor un negocio según sus necesidades. El objetivo es ordenar la espera, pero también organizar mejor el trabajo. “Cuántos más datos podamos obtener de los informes, mucho mejor para nuestra propia gestión”, señala Rosa María González, directora de una de las 46 oficinas de Correos que cuentan con un sistema de asignación de turnos informático desarrollado por la empresa gallega de tecnología Plexus, una de las Mil empresas para inspirar Europa, según el primer informe de este tipo que elabora la London Stock Exchange Group, que opera la Bolsa de Londres, y que desde 2013 realiza el informe con las mil para inspirar Reino Unido.

La ampliación está en marcha, así como las mejoras para adaptar el producto a las necesidades específicas del negocio. Para noviembre, Correos espera tener este sistema en 500 oficinas, según su jefe de área de calidad de red, Isidoro Hernández.

Plexus, que en su último ejercicio facturó 32 millones de euros, realiza los proyectos desde el inicio hasta el final, “sin externalizar ni subcontratar”, según su consejero delegado, Antonio Agrasar. Empezando por la consultoría, el diseño y desarrollo de software y hardware, hasta su instalación y puesta en marcha. “Eso es lo que nos diferencia de otras empresas”, señala.

Ha sido un reconocimiento inesperado, alentador y motivador

Desde instalaciones wifi para hoteles hasta sistemas de citación hospitalarios. Aunque entre sus clientes hay bancos como BBVA o Santander; compañías eléctricas y supermercados, es precisamente en el sector sanitario y en el turístico en el que están creciendo, según Agrasar. Y en ellos, él destaca dos de sus productos. Por un lado, Traqus, una “instalación wifi de última generación” para hoteles. El otro es Quenda Medic, un sistema para la ordenación de turnos, implantado en varios hospitales públicos, entre los que está La Paz, en Madrid. Funciona en una zona de espera donde se juntan tres consultas, aunque hay previsión de implantarlo en más zonas del hospital, según su jefa de servicio de informática, Milagros López. Explica que hay un kiosko electrónico en el que el paciente se identifica cuando llega con su tarjeta sanitaria o con su número de DNI. A continuación, le sale un tique con un código, con el que el médico lo identificará para llamarlo a consulta. Esto registra qué pacientes han ido o han faltado y los tiempos de espera, algo “útil” para saber “cómo mejorar la gestión del hospital”, según López.

Los contratos con las administraciones públicas suponen un 30% de la facturación de Plexus y la sanidad es el sector principal dentro de esa parte del negocio, que, además del turismo, le permite a la compañía tener presencia internacional. El consejero delegado señala que son proveedores de los sistemas de salud en Reino Unido, Irlanda y de algunas clínicas privadas en México. Agrasar cifra en un 20% el volumen internacional del trabajo de su empresa.

A la vanguardia

El consejero delegado del London Stock Exchange Group, Xavier Rolet, concluye que las 1.000 empresas que se destacan en su informe son “la vanguardia de una nueva economía europea”. En España han seleccionado 75. Entre los requisitos están haber tenido crecimiento de ingresos en los últimos tres años y “haber superado a sus compañeros de sector”. “Realmente ha sido un reconocimiento inesperado, alentador y muy motivador para los profesionales que trabajan con nosotros”, apunta Agrasar. Su compañía ha pasado de facturar 20 millones de euros en 2014 a 32 en 2015. Según él, detrás de ese aumento hay factores como “aclimatar la empresa a la demanda del mercado”, la “evolución de los productos” y “reinvertir” los beneficios en “acción comercial, desarrollo de nuevos productos, formación para los profesionales y fichaje de nuevos jóvenes talentos”. Según el consejero delegado, la empresa reinvierte en formación y elaboración de productos el 100% de sus beneficios desde sus inicios con un total acumulado de casi tres millones y medio de euros hasta 2015.

Mejoraremos productos y haremos algunos que hoy ni hemos pensado

La empresa nació en Santiago de Compostela hace 16 años “en un pequeño piso alquilado de 35 metros cuadrados”, aunque actualmente la oficina principal está en Madrid. “Entonces pensábamos en fabricar kioskos, los puestos de información multimedia, y en hacer algunas páginas web”, dice Agrasar. “Ese piso fue nuestro particular garaje”. En 2005 facturaron 4.100.000 euros, con una plantilla de 52 empleados. Diez años después, cuenta con 600 empleados y oficinas, además de en España, en Bruselas, Reino Unido, Ciudad de México, Santiago de Chile y Miami.

Agrasar, que trabajaba como programador, montó la compañía con un socio al que más tarde compró su parte del negocio. “Pusimos el capital social de la empresa y los primeros meses nos financiábamos poniendo el dinero de mi sueldo y la gente que estaba”. Aunque los inicios “siempre son lo peor”, reconoce que el boom de las punto com les permitió ponerse rápido en marcha. En la actualidad él ostenta cerca del 80% de la empresa y el resto está en manos de otros seis empleados a los que ha ido haciendo socios.

El siguiente objetivo es seguir subiendo. “Aportaremos productos existentes mejorados, otros en fase de desarrollo y algunos en los que ni siquiera hoy hemos pensado”. Dice que quiere profundizar en “desarrollos específicos en ámbitos de calibración de resultados de calidad, económicos, de demanda, todo muy ligado a la transformación digital, al big data y al Internet de las cosas”.

Antonio Agrasar considera que estar entre esas 1.000 compañías es un reconocimiento al trabajo empresarial que hace a la suya ser considerada para una posible salida a Bolsa, aunque es algo que por ahora descarta, así como una posible fusión. “De momento, creemos que tenemos oportunidad de crecer antes de valorar esas opciones”.