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El Estado da por perdidos 26.300 millones en ayudas públicas a la banca

Los expertos achacan el agujero a la explosión de la burbuja inmobiliaria y a la tardanza en reaccionar a la crisis

Fachada del Banco de España.
Fachada del Banco de España.Kike Para
Íñigo de Barrón

El Banco de España ha reconocido esta semana que, hasta el momento, solo ha recobrado el 5% de los 51.303 millones que dejó al sistema financiero para que se recapitalizara. Sin embargo, hay un dato peor: este organismo ha admitido a EL PAÍS que 26.300 millones que puso el Estado se han perdido para siempre, pese a que el Gobierno prometió que los ciudadanos no pagarían la crisis. Además, los bancos pusieron otros 11.712 millones ya irrecuperables. En total, 38.012 millones que se fueron a limpiar los balances de las cajas quebradas y que los contribuyentes (y clientes de banca) no recuperarán.

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Cuando se manejan cifras tan grandes es fácil perder la perspectiva. Sin embargo, para situar la utilidad de 26.300 millones (el 2,6% del PIB), basta recordar que los recortes en Sanidad y Educación durante la crisis han ascendido a 16.000 millones.

Hasta el momento, las cuentas oficiales de cómo va la recuperación de las ayudas a las antiguas cajas quebradas no parecen levantar ampollas porque el proceso sigue abierto. Es cierto que falta vender Bankia, donde los contribuyentes se juegan 22.424 millones, el 43% de lo entregado solo para capital, pero ninguna fuente financiera consultada confía en recuperar todo lo invertido.

Al margen de cábalas, el hecho cierto y más grave es la pérdida irremediable de 38.012 millones (en el mejor de los casos) consecuencia de ventas y gastos ya realizados, lo que convierte a esta crisis en la más gravosa de la historia: el Fondo de Garantía de Depósitos cifró en 9.000 millones de euros constantes de 2013 las pérdidas provocadas por todas las crisis bancarias de España entre 1978 y 2004. Es un tercio de los 27.000 millones de ayudas a la banca en aquellos años.

Inversión crediticia

¿Por qué es tan abultado el agujero? Según Antoni Garrido, catedrático de Economía Aplicada de la Universidad de Barcelona, porque se derrumbó la construcción, “destino casi exclusivo de la inversión crediticia, que generó pérdidas enormes al sistema”. También lo achaca “al retraso en atacar los problemas de solvencia, lo que agravó todavía más la situación porque las dudas sobre la situación real de las entidades empeoraron la economía”.

Aristóbulo de Juan, consultor y ex director general del Banco de España, afirma que “sin duda alguna, el retraso en la actuación elevó fuertemente las pérdidas de numerosas cajas y el coste de su saneamiento”. Y añade: “Los diagnósticos iniciales de las cajas insolventes fueron enormemente optimistas y su tratamiento fue discutible y claramente insuficiente. Cuando, en 2012, cuatro o cinco años después de estallar la crisis, se recapitalizaron aquellas cajas con capital de verdad y se creó la Sareb [el banco malo], las pérdidas inicialmente subyacentes se habían multiplicado”. Según este experto, “el problema además es que la Sareb hubo de adquirir activos malos a precios impuestos poco realistas, dejando parte de las pérdidas en las cajas recapitalizadas y otra parte en la propia Sareb”. Rafael Hurtado, profesor de CUNEF, achaca la baja recuperación a que “la banca ha tenido rendimientos muy bajos. El entorno económico y los tipos bajos no han permitido una rentabilidad adecuada, y eso se ha trasladado a la valoración de las entidades”.

Sin embargo, De Juan discrepa. “La razón de que se haya recaudado tan poco es que el grueso de la recapitalización se destinó a compensar el agujero existente, no para dejar las entidades en una situación boyante”. Este experto no espera “milagros” en la recuperación, sino “un goteo”, fruto de ventas de acciones del FROB, dividendos y el impuesto de sociedades. Recuerda que las aportaciones hechas por el Fondo de Garantía son a fondo perdido.

Garrido considera que se ha recuperado poco por “las trabas que las autoridades impusieron a parte de los interesados en adquirir las entidades en crisis, como bancos extranjeros y fondos de inversión muy agresivos, lo que redujo el número de potenciales compradores y, por tanto, los precios ofrecidos por ellas”.

De Juan concluye que lo que se ha salvado ha sido cajas insolventes, a los depositantes y al sistema de pagos ya que la crisis era sistémica. El Banco de España considera realista recaudar 2.295 millones más y así elevar al 10% el dinero recuperado. Un veterano directivo bancario, que pide anonimato, resume: “No hay que esperar buenas noticias. La banca ha perdido la mitad de su valor y seguirá tocada muchos años”.

El Gobierno incumplió su promesa: el ciudadano sí paga

Los miembros del Gobierno lo negaron más de tres veces: esta crisis financiera la pagarán los bancos, no los ciudadanos. Sin embargo, la realidad les ha desmentido con pérdidas ya irrecuperables de al menos 26.300 millones para los contribuyentes. Luis de Guindos, ministro de Economía, y piloto del rescate bancario, afirmó el 13 de junio de 2012 en el Parlamento: “No le quepa la menor duda de que se recuperará la mayor parte de lo destinado a los bancos nacionalizados. El préstamo no tendrá coste para la sociedad, sino todo lo contrario”. Ese mismo día, el presidente Mariano Rajoy aseveró: “Es un crédito a la banca y lo va a pagar la propia banca”.

Poco después, el 31 de agosto de 2012, en La Moncloa, la vicepresidenta, Soraya Sáenz de Santamaría, dijo: “Hemos hecho este rescate a la banca para que no cueste ni un euro al contribuyente”. En España, a diferencia de EE UU, no se han cumplido esas promesas.

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Sobre la firma

Íñigo de Barrón
Es corresponsal financiero de EL PAÍS y lleva casi dos décadas cubriendo la evolución del sistema bancario y las crisis que lo han transformado. Es autor de El hundimiento de la banca y en su cuenta de Twitter afirma que "saber de economía hace más fuertes a los ciudadanos". Antes trabajó en Expansión, Actualidad Económica, Europa Press y Deia.

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