Eulen saca la chequera para crecer
El grupo de servicios busca rivales fuera de España para comprar e invierte en nuevas prestaciones
Eulen, presente ya en 14 países, se ha embarcado en un proceso de internacionalización para los próximos cinco años que pretende convertir al grupo de servicios a empresas en una multinacional que trascienda el mercado, el español, ya maduro para su negocio. “Las grandes empresas” explica el director general de Eulen, Juan Ramón Pérez, “quieren tener un solo interlocutor para todos sus servicios y en todos los países en los que actúan. A eso vamos”. El proyecto le exigirá al grupo ampliar sus actividades en los mercados en los que está ya presente (España, Portugal y América Latina), crecer fuertemente en EE UU; y también en el resto de Europa, Oriente Próximo y Asia, zonas en las que el grupo apenas actúa, a pesar de su reciente desembarco en Abu Dhabi. La estrategia de internacionalización pasa por el crecimiento orgánico, la compra de empresas y el desarrollo de su alianza con el grupo alemán Dussman, con el que ha creado una empresa mixta, Ideafm, con sede en Berlín.
La empresa, que antes de la última crisis realizó importantes adquisiciones corporativas, tiene ahora el talonario preparado para hacer compras y cuenta incluso con un equipo que solo se dedica a estudiar posibles operaciones. “Nos interesa la adquisición de empresas medianas o pequeñas que nos den entrada en nuevos mercados o nos sirvan para ampliar cuota en los que ya estamos”, apunta el ejecutivo. Latinoamérica seguirá siendo su gran prioridad. Pese a la crisis en la región, los ingresos de Eulen están creciendo a tasas superiores a las de España. “Mientras que en España”, dice Pérez, “estamos creciendo al 5% o 6%, en América lo estamos haciendo a cifras de dos dígitos. Ello se debe a que no estamos en los países problemáticos como Venezuela, Argentina o Brasil sino en los que siguen creciendo, México, Perú, Chile y Colombia”, explica el ejecutivo.
La compra de Amlo en EEUU y la unión con la alemana Dussmann son operaciones clave
La capacidad de recorrido de este tipo de servicios en Latinoamérica sigue siendo elevada. “Aun cuando también allí los servicios importantes son los tradicionales, como los de limpieza y seguridad, estamos tratando de implementar los sanitarios y sociales como la teleasistencia o ayuda a domicilio”, explica Pérez. “Algunos de esos gobiernos han enviado incluso equipos a España para ver cómo funcionan esos servicios aquí”, añade. El grupo tiene también grandes aspiraciones en EE UU, su quinto mercado, y donde ahora actúa básicamente en el negocio de servicios aeroportuarios a raíz de la absorción de American Sales & Management Organization (Asmo), que cuenta con 3.000 empleados y que atiende en tierra a 13 aeropuertos del país, entre ellos el Kennedy de Nueva York y el de Miami.
Por otra parte, la alianza con Dussman será su palanca para implantarse en el norte de Europa y Asia, las zonas de influencia del grupo alemán. Dussman y Eulen son firmas familiares, con un tamaño similar y complementarias geográficamente. “La alianza”, precisa Pérez, “nos permitirá operar en 29 países de cuatro continentes, 14 nuestros y 15 de Dussmann y servir a multinacionales con las que ahora no trabajamos”. Con su plan de expansión internacional, la empresa espera facturar un 50% más en 2021 y pasar de los 1.466 millones de euros de año pasado a 2.250 millones. Las previsiones son que en España su facturación crezca de a 1.106 a cerca de 1.500 millones y que en el exterior (especialmente en América) se doble desde los actuales 370 millones a unos 740 millones.
Principales negocios
Los principales negocios de Eulen, tanto en en España y en el exterior, seguirán siendo la limpieza, la seguridad, los servicios sociosanitarios, el trabajo temporal, el mantenimiento de instalaciones y el medioambiente. La empresa ha ido refinando su oferta en estas áreas de actividad con propuestas más innovadoras y con la incorporación de tecnología. El grupo, que ofrece cerca de 50 servicios específicos diferentes en nueve líneas de negocio, cuenta con propuestas específicas como limpieza y desinfección de hospitales, ciberseguridad, seguridad a bordo de buques, logística en zonas de riesgo, servicios escolares, gestión de instalaciones deportivas e incluso la valoración de procesos de adopción o el control del absentismo escolar.
La firma ha reducido mucha deuda, pero la rentabilidad es bastante baja
“Estamos ofreciendo también en servicios de eficiencia energética, proyectos de iluminación urbanos [en Ávila], el mantenimiento de equipos de electromedicina o vigilancia de perímetros con drones”. El grupo cuenta con que estas nuevas propuestas le ayudarán a elevar sus ingresos en un mercado maduro como el español y, sobre todo, a mejorar sus márgenes. Importante ha sido también la reducción de la deuda desde 127 millones en 2010 a 62 millones el año pasado.
Eulen necesita mejorar su rentabilidad. En el 2015 su beneficio neto fue apenas de 10 millones de euros, el 0,7% de las ventas. En comparación, el líder europeo de su sector, la danesa ISS, el año pasado registró una rentabilidad sobre ventas del 2,8%, cuatro veces más. Es posible que ello se deba a su mayor productividad. Mientras que cada empleado de ISS genera 21.000 euros de ingresos, en el caso de Eulen la cifra es de 17.000 euros por cada uno de sus 86.000 empleados.
El grupo intenta no sucumbir a las tensiones familiares entre los hijos del fundador, David Álvarez, fallecido el año pasado, y que se han resuelto de momento con el ascenso a la presidencia de María José Álvarez, designada por su padre heredera universal para disgusto de sus otros cinco hijos. Marta, Elvira, Juan Carlos, Emilio y Pablo, que exigen tanto el cese de su hermana como su entrada en el consejo de administración, algo a lo que la presidenta ha hecho caso omiso. La guerra fratricida comenzó en 2009, cuando el progenitor designó solo a dos de sus hijos (Jesús David y María José) como herederos universales de su fortuna y sacó a los otros cinco del control de la empresa española de servicios al considerar que ellos trataban de apartarle a él. La creación de la firma Daval, donde María José tiene una participación del 73,37%, sirvió para acumular las acciones del padre y de su hija y blindar el poder político de la gran multinacional. Los hermanos ‘díscolos’ formaron El Enebro, una sociedad que tiene el 40% de Eulen y controla la cárnica Valles de Esla y la bodega Vega Sicilia.
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