El oro gana atractivo por la incertidumbre del ‘Brexit’

La incertidumbre generada por la victoria del Brexit en el referéndum británico se ha traducido en una revalorización del oro. El precio de la onza creció un 8,2% desde el 23 de junio, hasta los 1.360 dólares. Desde junio de 2014 que el metal precioso no alcanzaba cotas similares. En lo que va de año el repunte del metal amarillo ha sido aún más vertiginoso, con un rebote del 28% respecto a los mínimos de diciembre de 2015.

"El oro está de vuelta". Con estas palabras la gestora de fondos Incrementum, con base en Liechtenstein, titula un informe dedicado el auge del metal precioso. En el primer trimestre de este año, el oro selló su mejor avance desde 1986, pero la tormenta financiera seguida al Brexit empujó su atractivo como activo donde refugiar capitales, señalan los analistas citados por las gestora.

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El oro es para siempre

En menos de 24 horas después del Brexit, el oro rebotó un 5%, hasta romper la barrera de los 1.300 dólares la onza. Esta cota no se había alcanzado en las semanas anteriores, cuando el oro estaba igualmente al alza por el clima de incertidumbre generado alrededor de la posible subida de interés del dólar. Javier Niederleytner, profesor del Instituto de Estudios Bursátiles, considera que el Brexit ha alimentado la incertidumbre en los mercados, y cree que en las próximas semanas o meses el valor del metal amarillo seguirá creciendo: "Hasta los 1.400 o 1.500 dólares en el corto plazo, no más. Los 1.800 dólares de antes de la crisis siguen estando todavía lejos", afirma este experto.

"El voto del Brexit ha dado lugar a un aumento significativo de la incertidumbre económica y política tanto en Reino Unido como en el resto de Europa", destaca también la consultora británica Capital Economics en uno de sus informes semanales. Por esta razón, "no es de extrañar que su precio haya crecido desde el referéndum, siendo un valor refugio global, y que lo haga en futuro ante las elecciones en Estados Unidos", subraya la consultora.

Las compañías que se dedican a extraer y vender oro también sonríen. De las mineras cotizadas en la Bolsa de Londres, empresas como Fresnillo, Anglo American o Randgold han visto como el valor de sus acciones se duplicaba en lo que va de año entre un 164% y un 124%, respectivamente. Otros grupos, como Glencore, que compra y vende metales preciosos, ha ganado un 85%. El sector celebra este repunte y lo aprovecha para ajustar sus cuentas, después de años de bonanza en los que se endeudaron para realizar ingentes inversiones.

Entre los operadores que más compran oro se encuentran los grandes patrimonios. La caída de los tipos de interés de bonos considerados seguros, como el alemán o el japonés, junto con el desplome del precio del petróleo, ha despertado el interés de quien quiere tener su dinero guardado en activos seguros, aunque poco rentables. "El oro es la alternativa de inversión al mercado monetario, cuya rentabilidad es de momento prácticamente cero. Pero, a diferencia de los fondos de inversiones, que no puede invertir en oro porque no son activos financieros, los privados y grandes patrimonios sí que pueden. Y lo está haciendo", resume Niederleytner.

La plata también avanza

Otro activo refugio por excelencia, como la plata, subió a lo largo de este año incluso más que el oro. Entre enero y julio su rebote fue del 40%, desde 13,8 a 19,8 dólares la onza. Las razones de esta subida son las mismas que las del oro: fragilidad de la economía global y falta de perspectivas sólidas de recuperación en el corto plazo.

La evolución del precio de la plata también está despertando el interés de las consultoras y gestoras de fondos. "Después del Brexit, la subida del oro no se hizo esperar. Pero la verdadera estrella fue la plata", que se ha revalorizado un 20% en pocos días, afirma Capital Economics. Esta gestora matiza, sin embargo, este incremento: "Dada la recuperación de los metales industriales, la subida de la plata fue inferior a la que se esperaba".