Nuevas oportunidades para las firmas españolas en las Américas
La creciente urbanización de la región abre un abanico de negocios para las firmas especializadas
América Latina ofrece nuevas oportunidades para las grandes empresas españolas presentes en la región, pero también para las “pequeñas y medianas (pymes)” ya instalas, así como para aquellas que están en el proceso de hacerlo. Los sectores donde se encuentran presentes las grandes empresas, son preferentemente de servicios, lo cual quiere decir que se encuentran expuestas no solo al “ciclo económico”, sino también a las regulaciones de los gobiernos y además, sometidas a algo tan sensible como la opinión pública. Las pymes se encuentran más diversificadas sectorialmente, no obstante, predominan las de servicios, por ello, deben de conocer las experiencias de las grandes empresas.
Obviando las grandes empresas y los bancos por sus mayores capacidades, conocido liderazgo y estratégicas posiciones, el recorrido para las pequeñas y medianas, realmente es alentador por las diferentes oportunidades que se ofrecen.
Entre los factores que favorecen la presencia de las pymes, destacan: primero, una demografía en expansión; segundo, una población mayoritariamente joven con predisposición al consumo; tercero, un nivel de capitalización y tecnología accesible; y, cuarto, una creciente clase media ávida de consumir servicios, aunque con la crisis esta se ha frenado y se corre el riesgo de que puedan regresar a su posición anterior.
Las oportunidades se concentran en la creciente urbanización de la población de América Latina, donde más del 80% reside en ciudades y eso la convierte en la región más urbanizada del mundo. El desarrollo urbano ofrece excelentes oportunidades en gestión inteligente del territorio, en áreas como construcción de polos tecno industriales, centros logísticos, gestión del tráfico y transporte público urbano inteligente, tratamiento de aguas residuales y desechos sólidos, edificios con bajo consumo de energía y bajas emisiones de carbono, sistemas para mejorar la gestión energética, diseño de nuevos espacios sostenibles, y otros que pueden ser nichos especializados como diseño gráfico, ocio, consultoría, formación, programas y aplicaciones informáticas, entre otros. Aunque algunos de estos espacios de oportunidades son más para las grandes empresas, por sus características admiten la colaboración con las pymes especializadas en estos segmentos de mercado.
Ahora bien, desde el liderazgo, conocimientos y experiencias que las empresas españolas acumulan en la región, deben pisar el acelerador como mayor inversor europeo y segundo mundial, solo por detrás de EE UU. Como muestra, tienen ante sí, la enorme oportunidad de la apertura que comienza a deslumbrarse en Cuba, una vez qué se abrió un nuevo capítulo de relaciones con los EEUU. España debe liderar no solo las inversiones —aunque desafortunadamente Bankia debe de vender el 60% de su filial Corporación Financiera Habana, siendo deseable que la adquiera otro banco español—, sino también, recuperar las fuertes relaciones económicas y comerciales, como los fuertes vínculos que históricamente se han tenido con la Isla.
Por todo lo cual, para los intereses de nuestro país, cuanto más internacionalizadas estén las empresas de todo tamaño, sector y condición, tanto mejor. Y cuanto más se extiendan a lo largo y ancho del continente, también tanto mejor. Desde una perspectiva más amplia, más intensa y más ambiciosa, y a pesar de la crisis o más bien, precisamente por la crisis, España, debe emprender una reformulación de las relaciones Iberoamericanas.
El cambio de ciclo que esta redefiniendo la nueva geografía económica global, exige otras reglas de juego y exceptuando el poder militar, las empresas son determinantes en cuanto a la influencia, peso y poder de los países en la escena internacional, que ya no conoce fronteras y si las conoce, estas se transforman por los tratados comerciales, por la integración regional o las alianzas de los países.
Las empresas españolas en esta nueva etapa, deben potenciar, robustecer y vigorizar, el espacio iberoamericano dentro del contexto económico global, hacerlo es conducir con luces largas y nuestro país, como las empresas, deben utilizarlas ahora más que nunca.
Ramón Casilda Béjar es profesor del Instituto Universitario de Estudios Latinoamericanos de la Universidad de Alcalá.
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