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El 94,6% de las empresas españolas tiene de media dos empleados

Un informe del Círculo de Empresarios liga la abundancia de microempresas a la falta de competitividad

Íñigo de Barrón
Mecánicos montadores de la cadena de montaje de motos de trial.
Mecánicos montadores de la cadena de montaje de motos de trial.Agusti Ensesa

España es el país con menos empleados por empresa de las principales potencias de la zona euro, solo por delante de Italia. "El 94,6% de las empresas españolas tienen de media dos empleados, una cifra con la que es muy difícil llegar a ser competitiva y asumir los retos actuales aunque esté dirigida por un buen emprendedor porque siempre se necesitan equipos, inversión, tecnología, conocimientos...", ha resumido Elena Pisonero, directora del informe La Mediana Empresa española y presidenta de Hispasat.

El informe, presentado por el Círculo de Empresarios y la Asociación de Periodistas de Información Económica (APIE), también destaca que el 95,2% de las empresas españolas con asalariados facturan menos de dos millones anuales, lo que dificulta su modernización y digitalización, así como orientarse hacia la exportación.

Esta situación viene de lejos. España destaca dentro de la Unión Europea por la reducida dimensión de las empresas, con 4,6 empleados de media según estimaciones de 2016, frente a los 5,3 de Francia, los 10,1 del Reino Unido y los 12 de Alemania. El problema es que este panorama es muy parecido desde 2010 por lo que ya son siete años con escasas mejorías en este campo. El Círculo resalta que, al menos desde 2013, ha dejado de caer el número medio de empleados por empresa en España.

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La gravedad de este problema, según este informe, no radica el número de microempresas —también habituales en otros países en otros países europeos— sino en la falta de competitividad que arrastran. El estudio "se reafirma en la escasa productividad de las microempresas españolas, que es un 37% inferior respecto a las cinco economías de referencia de la UE. Sin embargo, las empresas medianas son más productivas que la media europea de referencia y  las más grandes consiguen niveles similares de productividad", según Pisonero. El Círculo calcula la productividad en función del Valor Añadido Bruto (VAB) y la paridad del poder de compra, "que permite eliminar el efecto de la inflación".

Javier Vega de Seoane, presidente del Círculo de Empresarios, ha comentado que detrás de esta situación está el hecho de que en la crisis hayan desaparecido 300.000 empresas en España, que no han podido superar la situación.

Más grandes, menos paro

En la crisis, las empresas más grandes son las que más han crecido y en donde antes se ha recuperado el empleo. "El trabajo ha crecido un 6,6% desde 2013 en este colectivo mientras que en las medianas ha aumentado un 3,9%", dice el informe. También concluye que las grandes firmas aumentan su aportación al empleo, ya suma el 25% del total, pese a que solo son un 0,1% del panorama empresarial.

Rafael Domenech, economista jefe de BBVA Research, que ha participado en el estudio, ha resaltado que hay comunidades autónomas, como Madrid, Baleares, Canarias, Navarra, País Vasco, entre otras, que son las que más favorecen el desarrollo empresarial o tienen más elevado el índice de libertad económica, que incluye educación, movilidad, gasto público, esfuerzo fiscal, etc. Otras, como Extremadura, Andalucía y Asturias, están en la posición contraria.

Domenech dijo que es difícil establecer cuándo la normativa de las Comunidades Autónomas es la causa de que acudan las empresas allí o es consecuencia de que cuenten con un buen parque empresarial. "Lo que está claro es que las sociedades buscan dónde desarrollar mejor su actividad y se mueven. No todo es responsabilidad de las Administraciones Públicas, pero pueden ser incentivadoras", aclaró.

Javier Vega de Seoane resumió la presentación pidiendo al nuevo Gobierno que salga del Parlamento elevar o eliminar "dos barreras sencillas para que crezcan las empresas: reformar las complicaciones laborales, fiscales y de tesorería que tienen las empresas cuando suben de 50 empleados y de seis millones de facturación. Proponemos que estos topes pasen a ser de 100 trabajadores y 20 millones de facturación porque los anteriores límites han quedado obsoletos, ya que son de 1984".

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Sobre la firma

Íñigo de Barrón
Es corresponsal financiero de EL PAÍS y lleva casi dos décadas cubriendo la evolución del sistema bancario y las crisis que lo han transformado. Es autor de El hundimiento de la banca y en su cuenta de Twitter afirma que "saber de economía hace más fuertes a los ciudadanos". Antes trabajó en Expansión, Actualidad Económica, Europa Press y Deia.

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