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Análisis
Exposición didáctica de ideas, conjeturas o hipótesis, a partir de unos hechos de actualidad comprobados —no necesariamente del día— que se reflejan en el propio texto. Excluye los juicios de valor y se aproxima más al género de opinión, pero se diferencia de él en que no juzga ni pronostica, sino que sólo formula hipótesis, ofrece explicaciones argumentadas y pone en relación datos dispersos

Bajo el peso de la Fed y los riesgos políticos

El mal dato de empleo en Estados Unidos de la semana pasada ha disminuido la posibilidad de una subida de tipos de interés por parte de la Reserva Federal en sus reuniones de junio y julio. Además, se aleja mucho la probabilidad de que se produzcan dos subidas en 2016. De hecho, se valora con igual probabilidad la posibilidad de que se produzca una o ninguna subida. El efecto inmediato ha sido una caída pronunciada en los tipos de interés de la deuda estadounidense, lo que a su vez ha movido a la baja el cruce del dólar frente a sus principales pares. Ambos efectos son muy importantes.

Está por ver si el debate de los tipos de interés a corto plazo en EE UU está definitivamente cerrado o no, lo que dependerá de cómo vayan evolucionando los indicadores económicos globales. Pero partiendo de la base de que los tipos en la primera economía mundial necesariamente tendrán que subir, es un elemento de incertidumbre cuya resolución vuelve a aplazarse. Los mercados de divisas y tipos de interés han sufrido las mayores fluctuaciones en términos relativos. Por su parte, las Bolsas se han comportado de un modo dispar. Mientras que las de EE UU y países emergentes, por lo general, reaccionaron de forma positiva, en Europa el tono ha sido mucho más negativo. Los motivos pueden buscarse en la apreciación del euro en más de un 2% frente al dólar, pero también en la proximidad del referéndum sobre la permanencia de Reino Unido en la Unión Europea, el llamado Brexit.

Las encuestas siguen mostrando una opinión muy dividida y las posibles consecuencias de una salida –inestabilidad prácticamente en todos los mercados, desde las divisas hasta las Bolsas– siguen generando incertidumbres que pesan sobre las cotizaciones.

Está por ver cómo de ajustado es el resultado. También, cuánta popularidad se deja el primer ministro británico en el envite y, por tanto, si Reino Unido se enfrenta a un escenario de inestabilidad política y económica en el corto plazo. Tampoco está claro cómo afectará al mensaje y penetración social de los nacionalismos o si un referendo de este tipo podría darse en otros países, incluso dentro de la Eurozona. En definitiva, la construcción europea seguirá siendo un elemento de inestabilidad, y eso los mercados lo cotizan a la baja.

El escenario a corto plazo recomienda mantener la prudencia y por eso mantenemos nuestros niveles de riesgo en zona neutral. En los próximos trimestres podrían darse elementos positivos para los mercados, como una cierta mejoría en el crecimiento económico y una revisión al alza de los beneficios empresariales. Pero el escenario a corto plazo seguirá marcado por la agenda política, y eso es siempre lo más complicado de gestionar.

La renta fija debería seguir soportada por el mensaje de la Reserva Federal y por la entrada en el mercado de deuda corporativa del Banco Central Europeo (BCE), aunque tampoco cabría esperar un gran recorrido. La renta variable sigue en tendencia lateral y no vemos grandes movimientos al alza mientras los elementos de riesgo político sigan encima de la mesa. Así pues, posición neutral y sectores más bien defensivos a corto.

Alejandro Vidal es director de Estrategia de Mercados de Banca March.

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