Los emergentes seguirán volando alto
Un año más, en BBVA Research, hemos presentado la lista de los países emergentes que liderarán el crecimiento durante la próxima década. Hemos actualizado también nuestras proyecciones de clases medias y, en esta ocasión, incluimos la adaptación de los emergentes al desarrollo digital. Más allá de las fluctuaciones del día a día y la desaceleración de algunas de las grandes economías como China, me sigue sorprendiendo la falta de sorpresas en las tendencias de los emergentes que se repiten año tras año.
La primera de ellas es que la brecha entre países emergentes y desarrollados continúa cerrándose, dado que el diferencial de crecimiento seguirá siendo elevado. Durante la próxima década los países emergentes líderes en el crecimiento (los que nosotros denominamos EAGLEs) crecerán un 5% frente al 1.5% de los países desarrollados.
La segunda es que el grupo de EAGLES cada vez suma más participantes, más allá de los grandes emergentes como China e India. Este año son ya quince los países emergentes que tendrán una contribución al crecimiento global superior a la de la media del G6 (G7 excluyendo EE UU), mientras que hace cuatro años el número era de nueve países. De la lista actual, ocho de ellos son países asiáticos (China, India, Indonesia, Malasia, Vietnam, Filipinas, Pakistán y Bangladesh). México y Brasil continuarán siendo los motores de Latinoamérica, mientras que Turquía y Rusia se mantendrán como principales países emergentes en Europa. Cierran la lista, Irán y Nigeria.
En tercer lugar, el desplazamiento del poder económico mundial a la zona del Pacífico es cada vez más evidente. Cerca del 70% del crecimiento de los próximos diez años vendrá de Asia, y si incluimos los países de la Alianza del Pacífico, no asiáticos de Latinoamérica y EE UU, cerca del 85%. Deberíamos comenzar a asimilar este desplazamiento como un hecho que irremediablemente ocurrirá y que está teniendo ya consecuencias geopolíticas y de equilibrios de poder.
La rapidez y fortaleza con la que están creciendo las clases medias no sólo se mantendrá sino que vienen acompañadas de mejoras educativas. Además, serán cada vez más ricas y educadas y seguirán demandando nuevos bienes de consumo materiales. Geográficamente, esta revolución está liderada por Asia, cada vez más apoyada en las clases medias altas.
La última de las tendencias es que la brecha digital entre los países desarrollados y emergentes se está cerrando. Esto está teniendo y tendrá implicaciones muy positivas, pero también presentará retos importantes. A medida que se desarrollen los medios digitales en estos países, la demanda de bienes no materiales aumentará. En particular, en algunos países podrán producirse brechas crecientes entre lo que los ciudadanos “ven” y lo que finalmente “obtienen” contribuyendo al fenómeno del “despertar global” de la población. Esto tendrá implicaciones importantes para los Gobiernos, sobre todo en aquellos donde las instituciones se encuentran menos acomodadas al cambio tecnológico y digital.
En definitiva, nuevos países emergentes con nuevos consumidores, más ricos y más educados, y cada vez más adaptados tecnológicamente. Toda una oportunidad que los emergentes ofrecen a los países desarrollados y que irá, como siempre, acompañada de retos no menos importantes.
Álvaro Ortiz es economista Jefe del BBVA para Asia, MENA y Geopolítica
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