La banca despide a los empleados más baratos
El sector financiero sube los costes por trabajador pese a los 73.000 despidos realizados desde 2008
En 2008, el gasto medio por empleado era de 66.100 euros. Siete años después, la banca se gasta 72.000 euros, un 9% más. El dato demuestra que el sector financiero español ha prescindido de los trabajadores peor remunerados y mantiene a los mejor pagados, ya que desde el inicio de la crisis, 73.000 personas han dejado de trabajar para las entidades financieras. Ha sido la mayor reducción de plantilla de la banca europea.
La cifra, según los cálculos realizados por Analistas Financieros Internacionales (AFI), demuestran, en opinión de Itziar Sola, analista de banca de esta firma, que los empleados con mejores remuneraciones han sufrido menos despidos. “También creo que se ha prescindido de los que menos tiempo llevaban, al tiempo que se ha prejubilado a los más veteranos”, apunta Sola.
“Esto es lo que parece desprenderse de estas cifras tomadas del Banco de España, aunque también hay que recordar que las fusiones de bancos no han creado sinergias a corto plazo, sino a medio y largo, porque al principio, lo que más se produce son subidas de gastos por las indemnizaciones de los despidos”, añade esta analista. En su opinión, esta situación está detrás de los ERE anunciados en el sector, que pueden generalizarse en 2016.
En el informe de situación de la banca de AFI, también se deduce que la productividad por empleado ha crecido, incluso más que su remuneración. La productividad se mide en este informe sumando el crédito más los depósitos, con los activos de fuera de balance, divididos entre el número de empleados.
Más gastos con menos oficinas
Otra de las conclusiones que se obtiene es que la banca gasta más pese a haber reducido sus oficinas en 14.741, lo que supone un 32% de caída de la red. Los gastos generales más las amortizaciones en 2008 sumaban 11.600 millones. Siete años después, en 2015, se gastó 12.076 millones. Por el camino se ha cerrado un tercio de las oficinas, un elemento que se ha considerado tradicionalmente el más costoso, aunque estos números lo desmienten.
Itziar Sola apunta que la única explicación que tiene este fenómeno es la subida de gastos por las inversiones en tecnología, una circunstancia que se da más en unos bancos que en otros, el cierre de las oficinas más baratas al tiempo que se han dejado abiertas las caras, así como el gran peso que tienen los servicios centrales en los gastos totales. “No hay que olvidar los mayores costes regulatorios, al tiempo que, otra vez, las fusiones no son inicialmente ahorradoras de costes porque hay que mover servicios centrales”, señala Sola.
También los cajeros han sufrido recortes: en lo va de crisis, se han prescindido de unos 12.000, lo que supone el 19% del total y, en diciembre de 2015, había 49.864 máquinas.
La situación de los gastos en la banca española explica que el Banco Central Europeo (BCE) insista en la necesidad de recortar costes para compensar la caída de los tipos de interés. En su reciente visita a España, Danièle Nouy, máxima responsable de la supervisión europea, afirmó que la banca debe buscar la rentabilidad vía reducción de gastos y otros ingresos, y no necesariamente solo elevando las comisiones. En el estudio de AFI se observa que la rentabilidad sobre recursos propios de la banca ha pasado del 5,2% en 2014 al 4,3% en 2015. Estas cifras están lejos del 8% o 10% que está situado el coste medio del capital y la rentabilidad que exigen los inversores.
Por otro lado, el informe refleja la caída del precio del crédito, otro motivo de preocupación para los supervisores. Así, en 2014 por las nuevas operaciones de préstamos a la vivienda se cobraba el 3,13% de tipo de interés y en el primer trimestre de 2016 se pide el 2,02%. Para el consumo, se aplicaba el 7,28% en 2008 y ahora está en el 6,41% de media. Para empresa la caída ha sido de 4,99% en 2014 a 3,11% este año.
En paralelo, también ha caído la remuneración de los depósitos: los nuevos depósitos se pagaban en 2014 al 1,35% y ahora están en el 0,32%. El saldo vivo, es decir, la cantidad total acumulada, tenía una remuneración en 2014 de 1,98% y hasta marzo pasado cayeron a 0,65%.
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