Las tuberías se liberan de las obras
Aunque prohibido, el plomo sigue presente en las conducciones de viviendas antiguas
Las tuberías tienen una vida de 15 o 20 años y transcurrido ese tiempo es frecuente la aparición de fugas y de agua turbia de color marrón. Aunque no estén a la vista, no hay que olvidar que los conductos con más de 15 años ya tienen en su interior corrosión y el agua que circula por ellos no suele pasar las analíticas para el consumo humano. "Los principales problemas en España son ocasionados por tuberías de hierro o caña que, por el paso del tiempo, acumulan corrosión severa que ocasiona los problemas de falta de caudal, poca presión, agua sucia y en la mayoría de los casos roturas. Luego hay muchas viviendas que disponen aún de tuberías de plomo y es un peligro para la salud", explican en la empresa Pipe Restoration Technologies.
Hasta los años setenta el plomo fue el material más empleado en las instalaciones de agua del interior de las viviendas y en las acometidas públicas. Más tarde, las tuberías de hierro y cobre reemplazaron a las de plomo en la mayoría de las zonas residenciales. Sin embargo, aún persisten en España inmuebles con conductos de plomo o de hierro galvanizado. La Unión Europa obliga a sustituirlos debido a que contaminan el agua y representan un peligro para la salud.
Sean del material que sean, el propietario se enfrenta al temido momento de las obras de fontanería en casa. O no. Porque frente al procedimiento obsoleto y caro, existe en el mercado un método para cambiar o restaurar las tuberías sin levantar suelos, paredes y techos, sin ruidos, desorden y cortes en el suministro de agua. Se trata de revestir el interior de las tuberías para evitar la corrosión y prevenir fugas y filtración de contaminantes de plomo y cobre en el suministro. Hay distintas tecnologías y compañías en el mercado, pero "desde 1999 el sistema epipe, patentado por una empresa norteamericana, ha evitado gastos innecesarios y la terrible experiencia de convivir con ruido, destrucción, desorden y demasiadas veces, con el abandono de hogar, por la utilización de un método antiguo de reparación de tuberías", señalan en Pipe Restoration Technologies, que posee la licencia exclusiva para España del sistema de restauración de tuberías sin destruir paredes.
Revestir las tuberías
El proceso de revestimiento comienza con el secado por aire de la tubería: pequeñas mangueras de aire se conectan a las líneas de agua de las tuberías y el sistema aislado es tratado con un filtrado de aire seco. Después, se procede a lijar y limpiar el interior para eliminar cualquier acumulación de corrosión y oxidación. Al final, se aplica una capa de resina epoxi que crea una barrera de protección y previene de forma permanente la formación posterior de corrosión.
Los precios son en torno a un 40% más económicos que la fontanería tradicional y no se tarda más de tres días en concluir los trabajos. El presupuesto por restaurar el circuito de agua caliente y fría en una vivienda que dispone de un baño y una cocina no baja de los 2.000 euros.
En las viviendas de construcción más o menos reciente ya se emplean materiales plásticos. El PVC es el plástico más utilizado para tuberías en España, según la Asociación Española de Fabricantes de Tubos y Accesorios Plásticos (AseTUB). En un informe de la asociación se recoge que el crecimiento del uso de conducciones de PVC en España ha sido superior al 75% en los últimos 10 años. Además, el 31% de las tuberías empleadas en Europa son de este material, mientras que representan el 39% del total mundial. Entre las ventajas del material plástico está la resistencia a todo tipo de corrosiones, tanto internas como externas; no se producen sedimentos en sus paredes; posibilidad de conducir agua a mayor velocidad; y no producen ningún ruido en las instalaciones, incluso a velocidades altas de fluido, según AseTUB.
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