¿Aseguro mi moto ‘online’?

Pocos sectores se publicitan más que el de los seguros y de entre todos destaca el de automóviles. Las motos, mientras tanto, siguen siendo un segmento no tan bien tratado por las compañías, sobre todo en la comercialización online. Por un lado, no todas las compañías aseguran motos por Internet. Aunque hay una aplicación para conseguir ese presupuesto, en muchas ocasiones no se llega al resultado final, porque requiere de un análisis que va más allá de la oferta del producto. En algunos casos derivan al cliente a otros canales de comercialización, como una oficina o un agente.

Lo limitado de las ofertas, por otro lado, es otro de los obstáculos a la comercialización de seguros de moto online. Si para coches existe una enorme gama de productos, para las dos ruedas son pocas las compañías que ofrecen esta posibilidad y flaquean especialmente en un punto: los seguros a todo riesgo. Esta opción suele ser muy cara y centrada en modelos de gran cilindrada. En la mayoría de los casos, las empresas se limitan a ofrecer presupuestos solo para la modalidad de terceros.

Para comparar las diferentes ofertas que existen en el mercado se ha tomado en consideración el modelo de motocicleta más vendido en 2015, el Kymco Agility 125. Para aumentar las probabilidades de contratación se ha optado por un perfil de usuario sencillo y a priori rentable para las aseguradoras, tanto por edad (40 años) como por antigüedad del carnet (20 años). También se han añadido otros puntos que suelen hacer menos arriesgado el seguro, como un uso medio del ciclomotor —uso esporádico en ciudad entre 2.000 y 5.000 kilómetros—, con estacionamiento en garaje. Aún así, el resultado ha sido bajo en ofertas y muy dispar.

A la hora de investigar las diferentes propuestas de las aseguradoras, Línea Directa obliga de entrada a cumplimentar un cuestionario muy largo en el que se exige insertar datos personales relacionados con la profesión del asegurado. Tras el proceso ofrece un seguro de terceros ampliado por 215,36 euros. Para acceder a la oferta de Fénix Directo también hay que contestar a una serie de preguntas, aunque el cuestionario es más corto. En lo que sí coincide con Línea Directa es en ofrecer un resultado muy limitado, ya que presenta una única opción. Eso sí, es la más barata entre las analizadas: 116,56 euros.

Otras alternativas

Mutua Madrileña, por otro lado, tiene un acceso más sencillo, ya que solicita menos información; incluye sin embargo una pregunta relevante: el lugar donde se aparca la moto. También pesa el hecho de tener algún tipo de relación previa con la empresa, por otros seguros o porque algún allegado tenga una póliza, como puede ser el cónyuge. Si no se tiene ninguna vinculación anterior o paralela, la compañía ofrece dos opciones para el perfil tipo dibujado: un seguro a terceros básico por 127,24 euros, y otro con coberturas más ampliadas por 142,25 euros. Por último, Mapfre ofrece un acceso sencillo y unos seguros con unas coberturas más amplias que los anteriores, pero también con una diferencia de precio relevante, que hasta llega a cuadruplicar la opción más barata. Para un tercero básico exige 409,67 euros y 501,98 para tener más cobertura.

Del resto de compañías, Axa ofrece cuatro opciones pero exige que se contraten en sus oficinas. Direct Seguros, que realiza un cuestionario largo, remite al usuario a un número de tarificación compartida 901 y Pelayo lo señala como no asegurable. La conclusión es que de siete compañías analizadas sólo cuatro ofrecen la opción de realizar un presupuesto y llevar a cabo la contratación online.

Pero lo más importante para el asegurado es la heterogeneidad de las coberturas que ofrece cada empresa. Si en seguros de coche hay que analizar minuciosamente las diferencias entre pólizas para saber si existen coberturas adicionales, en lo que a motos respecta el estudio es más necesario. Al no existir coberturas a todo riesgo, las diferencias en terceros son mucho mayores, especialmente por el uso del concepto “ampliado”, un término muy utilizado que no siempre es satisfactorio ni acorde a la realidad.