Muere un gran empresario tras caer de su ático en el centro de Londres

El consejero delegado de la compañía siderúrgica Caparo, Angad Paul, de 45 años, murió en la mañana de ayer al caer desde el ático de un edificio de ocho plantas en el centro de Londres propiedad de su familia. Un portavoz de la policía de Londres ha indicado que el suceso no se considera "sospechoso", lo que apunta a la hipótesis del suicidio. El fallecimiento del empresario llega dos semanas después de que la empresa que dirigía entrara en concurso de acreedores.

El empresario indio Suhel Seth habló sin tapujos de muerte voluntaria en su cuenta de Twitter: "Profundamente triste por el suicidio de Angad Paul en Londres. Era joven y brillante. Mis mayores condolencias a Lord Swraj Paul y su familia", dijo refiriéndose al padre de Angad, el magnate Lord Paul. Los servicios de emergencias aparecieron en el lugar después de que recibieran un aviso sobre un cuerpo tendido sobre un edificio cercano al suyo.

La compañía fue creada por su padre en 1968 con un préstamo de 5.000 libras, y llegó a contar con hasta 10.000 empleados. Su progenitor, el empresario de origen indio Lord Paul, de 84 años, está considerado una de las grandes fortunas del Reino Unido, donde se sienta en la Cámara de los Lores y es donante del Partido Laborista.

El descenso del precio del acero, la competencia china, capaz de generar productos más baratos, los altos precios de la energía y un fuerte endeudamiento llevaron a la compañía a una profunda crisis e hizo que recortara 450 empleos en Reino Unido y otros 1.200 en todo el mundo. El grupo, que opera en Europa, Norteamérica, Asia y Australia, está formado por 20 empresas de las que 16 están actualmente en concurso de acreedores.

Angad Paul era padre de dos hijos y estaba casado con la abogada Michelle Bonn, de 40 años. Vivía en la casa familiar con sus padres, Lord y Lady Paul, y sus hermanos, los gemelos Ambar y Akash. Además de llevar las riendas del negocio familiar estuvo involucrado en otros negocios de producción cinematográfica y financió el Caparo T1, el vehículo más rápido del mundo en 2006, inversiones que los administradores estudian si pudieron influir en el mal estado de las cuentas del grupo.