Cañete insiste en la necesidad de un mercado único de electricidad

El comisario europeo de Acción por el Clima y de Energía, el español Miguel Arias Cañete, ha reclamado la creación de un mercado interior eléctrico en Europa como uno de los retos principales de la política energética de la Unión Europea junto a la adaptación al cambio climático, que lleva emparejada el impulso de las energías renovables como objetivo primordial.

Durante su participación en la IV edición del Global Annual Energy Meeting organizada por EsadeGeo, Arias Cañete aseguró que este asunto es prioritario ya que la Unión Europea cuenta actualmente con 28 mercados de energía diferentes. “El principal problema es cómo podemos pasar a un único mercado de energía”, declaró tras subrayar que “estamos en la mitad de un gran cambio” y la necesidad de modificar el mix energético. Este estará centrado en las renovables como objetivo principal, pero el comisario plantea cómo se van a combinar con otras fuentes energéticas que den tránsito al carbón y en un momento en el que las centrales nucleares llegan al fin de su vida útil. Se preguntó al respecto si se ampliará esa vida o se harán más.

“Nos decantamos por las renovables, pero necesitamos un sistema de apoyo dentro de un mercado integrado y para ello necesitamos políticas muy ambiciosas y precio más baratos”, apunto el comisario. En ese punto, Arias Cañete apostó claramente por potenciar el mercado del gas natural licuado (GNL), aunque con la seguridad de suministro como principal prioridad para ponerlo en marcha. “La crisis de Ucrania, debido a la dependencia con Rusia, dejó en evidencia que el gas es un arma política muy importante”, manifestó.

En conclusión, Europa necesita diversificar sus redes de suministro, aumentar las plantas gasistas e impulsar las interconexiones que conecten las regasificadoras, capítulo en el que la península ibérica juega un papel trascendental, por su situación estratégica en una de las esquinas del continente, la más cercana a África y a América.

El reto de alcanzar ese nivel de al menos un 10% de interconexión de todos los países, objetivos de los que España, con una interconexión actualmente del 3%, o los países bálticos, conectados a Rusia y no a los países de la Unión Europea, se encuentran lejos.

Esta modificación de fuentes energéticas responde al cambio climático y la necesidad de “un sistema que proporcione energía limpia y sostenible”. El comisario se sintió optimista sobre el objetivo de alcanzar un acuerdo mundial en la cumbre de París de finales de noviembre sobre el cambio climático. Según el exministro de Agricultura español, existe una conciencia clara sobre el problema del cambio climático frente al que había en la cumbre de Kioto. Entonces lo firmaron 35 países y no estaba Estados Unidos, ahora hay 154 países involucrados,que cubren el 91% de las emisiones globales. “Es una realidad que se reconoce y además hay un movimiento a título voluntario de casi todos los países para hacerlo frente”, destacó.

La cumbre establecerá “las bases y los instrumentos” de una hoja de ruta para conseguir en 2100 la plena descarbonización. No obstante, el comisario señaló que para 2050 ya hay que ponerse objetivos ambiciosos y que la UE debe liderarlos. En ese sentido, enfatizó en la necesidad reducir un 50% en 2050 las emisiones de 1990. Y para ello hay que dialogar sobre energía, añadió.

Antes de la intervención del comisario, Javier Solana, presidente de Esadegeo, hizo unas reflexiones sobre el mercado energético del futuro y lanzó varias preguntas (¿cómo vamos a  enfrentarnos a los precios del petróleo? ¿qué evolución esperamos? ¿qué ha pasado en el ártico donde Shell ha interrumpido las inversiones?), además de poner sobre la mesa el debate turco-ruso o el acuerdo nuclear de Teherán, para centrar al final los temas en la cumbre de París y el asunto del GNL, del que se ostró muy preocupado.