China y la caída de las materias primas tiñen de rojo las Bolsas en Asia
Los títulos de compañías energéticas, mineras y navieras sufren por la menor demanda en China y Japón
La continua caída del precio de las materias primas y nuevas señales de enfriamiento de la economía china propiciaron una nueva jornada de caídas generalizadas en las Bolsas asiáticas. Tras un verano de infarto en todo el continente por los vaivenes de los mercados de renta variable en China, los inversores siguen teniendo dudas sobre la segunda economía del planeta y temen que una ralentización sostenida frene la tímida recuperación del crecimiento mundial.
Siguiendo las pérdidas en Europa y Estados Unidos el lunes, Tokio sufrió una jornada negra con una caída del 4,05% y cerró en mínimos de ocho meses. Además de la preocupación sobre la economía china, los inversores nipones se encontraron con el anuncio de bancarrota de la importante naviera local Daiichi Chuo Kisen. La empresa, especializada en el transporte de materias primas entre Australia, China, India y Japón se ha visto abocada a la quiebra por la caída de la demanda y los precios. Aunque su cotización se suspendió, los inversores castigaron a otras empresas del sector que negocian sus títulos en el parqué tokiota, cuyo principal índice, el Nikkei, acumula una bajada de casi el 20% desde que China devaluó su moneda a mediados de agosto.
La Bolsa australiana cedió un 3,8% arrastrada por la venta masiva de títulos de las energéticas y mineras del país. En Shanghái las pérdidas fueron del 2% y en Hong Kong de casi un 3%, donde gigantes como Sinopec o PetroChina experimentaron descensos de más de un 6%. Todas ellas se vieron afectadas también por los problemas que sufre el gigante europeo de materias primas Glencore, cuyas acciones cayeron el lunes un 29% en Londres y este martes un 30% en Hong Kong por la preocupación sobre su elevada deuda.
La desaceleración del gigante asiático está poniendo en aprietos especialmente a las principales compañías energéticas, mineras y navieras del mundo. Si antes el crecimiento a doble dígito de China contribuía a sostener los precios de las materias primas, la cada vez menor demanda de, por ejemplo, cobre, hierro o carbón está empezando a hacer mella en sus cuentas de resultados. La previsión de que los precios sigan bajos a corto y medio plazo junto al escepticismo sobre un repunte de la demanda en China dibuja un panorama sombrío para el sector.
El lunes se conoció que los beneficios de las principales empresas industriales chinas cayeron un 8,8% en agosto en comparación con el mismo periodo del año anterior, un descenso nunca visto desde que se empezó a calcular este indicador en 2011. A pesar de que Pekín parece haber frenado momentáneamente el estallido de la burbuja bursátil que puso en alerta a medio mundo, no ha conseguido disipar las dudas sobre su economía. El jueves se conocerá el dato Índice Gerente de Compras, termómetro del potente sector manufacturero del país, que en agosto registró su nivel más bajo en tres años.
China creció un 7,3% en 2014, su tasa más baja del último cuarto de siglo, ante la debilidad de la demanda externa y el complejo proceso de transformación de su modelo económico. Las autoridades pretenden que la inversión estatal, la industria pesada y manufactura y las exportaciones pierdan peso en favor del sector servicios y el consumo interno. Durante el primer semestre de 2015 la tasa se situó oficialmente en el 7%, en línea con las previsiones del Gobierno, pero los expertos ven casi imposible que este ritmo se mantenga durante la segunda mitad de año.
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