China pone a los ‘brokers’ en el punto de mira en plena crisis bursátil
La Comisión Reguladora del Mercado de Valores investiga a cinco grandes firmas
En plena crisis de las Bolsas chinas, Pekín ha anunciado una nueva investigación sobre posibles irregularidades en el sector. Cinco de las grandes compañías de corretaje se encuentran en el punto de mira, cuando los parqués chinos acumulan caídas de más del 2% en cuatro días. Pero las sospechas no se limitan únicamente a las empresas. La Comisión Reguladora del Mercado de Valores no quiere dejar dudas sobre la dureza con la que abordará las posibles violaciones de las normas en momentos muy sensibles para el régimen. Según ha informado, las pesquisas se extienden también a dos de sus empleados -uno en activo, el segundo había abandonado ya la institución- e incluso a un periodista financiero.
Las firmas Haitong Securities, GF Securities, Huatai Securities y Founder Securities, entre las más poderosas del sector, han admitido que se encuentran bajo investigación bajo cargos de “no revisar ni verificar la identidad de los clientes de acuerdo con la normativa vigente”. Una quinta, CITIC Securities -la mayor correduría de todo el país-, es sospechosa de “compraventa ilegal de valores”, según la agencia oficial de noticias china, Xinhua. Ocho de sus empleados son también objeto del interés de los investigadores. Pero CITIC asegura que por el momento no ha recibido ninguna notificación oficial.
La comisión reguladora ya había sancionado a principios de año a diversas compañías de corretaje, incluidas CITIC, Haitong y Huatai, tras detectar irregularidades en sus contratos de márgenes, aquellos en los que se utiliza crédito para la compraventa de títulos. Aunque entonces el clima era muy diferente. El mercado se encontraba en plena ebullición de una burbuja que lo hizo crecer un 150% en un año antes de reventar en junio de manera espectacular.
Desde entonces, el índice general de Shanghái, la principal Bolsa china, ha perdido más del 40% de su valor y ha eliminado todas las ganancias obtenidas durante el año. En medio de una profunda inseguridad de los inversores, este miércoles ha vuelto a cerrar con pérdidas, del 1,27%, pese al quinto recorte de los tipos de interés en 9 meses, anunciado el martes por el Banco Popular de China. Ese recorte forma parte de toda una gama de medidas de que el régimen ha acometido para intentar apuntalar el mercado de valores, sin que hasta ahora hayan tenido un efecto duradero.
Este miércoles, el Banco Popular de China completaba una nueva inyección de liquidez en el sistema, de 140.000 millones de yuanes (casi 19.000 millones de euros), que se suma a la del martes de 150.000 millones de yuanes (20.300 millones de euros).
Desde el comienzo del pinchazo de la burbuja, la CRMV ha estado muy presente en muchos de estos movimientos, que han incluido inyecciones de liquidez, moratorias de las salidas a Bolsa y la prohibición a los grandes accionistas de vender títulos.
En julio, la Comisión y la Policía chinas anunciaron una campaña contra los casos de “venta corta maliciosa”. Entonces el viceministro de Seguridad Pública -uno de los departamentos más poderosos del régimen-, Meng Qingfeng, visitó la sede del organismo regulador bursátil y prometió "castigar severamente las operaciones que violen las leyes y reglamentos”.
Desde la puesta en marcha de esa campaña, la Comisión ha abierto numerosas investigaciones contra las empresas sospechosas de violar las nuevas normas. La propia CITIC Securities ya se veía obligada a principios de este mes a negar que hubiera incurrido en prácticas ilícitas y vendiera ilegalmente acciones durante la corrección de junio y julio. El 30 de julio, las Bolsas de Shanghái y Shenzhen habían restringido la cotización de 24 firmas que, supuestamente, habían confundido a los inversores al emitir constantes órdenes de compra y cancelarlas. Entre ellas se encontraba una “joint venture” participada por una subsidiaria de CITIC, aunque entonces la compañía de corretaje aseguró a Xinhua que se había deshecho de su parte en la empresa conjunta en noviembre pasado.
Los ojos de la Comisión también se han dirigido contra la prensa, a la que ha advertido contra la difusión de rumores o de información falsa.
Es el delito del que es ahora sospechoso el periodista Wang Xiaolu, de la prestigiosa revista financiera “Caijing”. Wang está acusado de “inventar y difundir informaciones falsas sobre la Bolsa y sobre el mercado de materias primas”, tras publicar el 20 de julio un reportaje en el que apuntaba que el Gobierno chino podría anular sus intervenciones para apoyar los mercados de valores. Ocho días más tarde, en una jornada en la que Shanghái registraba pérdidas del 8,5%, el portavoz de la CRMV, Zhang Xiaojun, se veía obligado a salir al paso de los rumores para subrayar categóricamente que ese apoyo continuaría.
En un comunicado, “Caijing” ha expresado su apoyo a su reportero. “Los medios tienen la responsabilidad de elaborar reportajes objetivos, fomentar mercados transparentes e imparciales y el desarrollo de una Bolsa estable y libre de tachas”.
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