RTVE recibirá 50 millones extra para los Juegos de Río-2016
La televisión pública aumenta en un 2,7% el presupuesto del próximo año hasta los 974 millones
Después del duro recorte que el Gobierno del PP le aplicó a la televisión pública en 2012, Hacienda está ahora dispuesta a incrementar en 50 millones de euros la subvención directa que el Estado otorga a RTVE. Este aumento, sin embargo, no servirá para enjugar las pérdidas que la corporación ha ido acumulando en los últimos años ya que en 2016 afronta un gasto extra: los Juegos Olímpicos de Río.
Las líneas básicas del presupuesto elaborado por el presidente de RTVE, José Antonio Sánchez, y la SEPI (accionista único de la sociedad) incluyen, por primera vez en cuatro años, una subida en la aportación del Estado como compensación por el servicio público que presta. Según fuentes de la corporación, de los 290 millones de este año se pasará el próximo a 340, lo que supone poco más de una tercera parte del presupuesto de RTVE, que se situaría en 974 millones (un 2,7% más que el actual). La propuesta será debatida esta semana por el Consejo de Administración, donde el PP goza de una cómoda mayoría.
El incremento en la aportación del Estado será absorbido por la retransmisión de los JJ OO de verano, cuya cobertura podría oscilar entre los 70 y 90 millones, incluyendo el pago de las imágenes, desplazamiento de periodistas, equipos técnicos y conexiones. En 2012, la emisión de la cita olímpica de Londres supuso un desembolso extraordinario de 70 millones, una factura que contribuyó a cerrar aquel ejercicio con 113 millones de pérdidas. Dos años después, los Juegos de invierno de Sochi engulleron otros 30 millones.
Aunque TVE adquirió los derechos del Río-2016 hace años, es norma de la cadena que el gasto que supone la compra de cualquier contenido (una serie, un paquete de películas o un campeonato de fútbol) se compute en el ejercicio que se consume, es decir, cuando se emite.
En el capítulo de ingresos, RTVE quiere también ampliar en otros 50 millones el dinero que recibe a cuenta de la tasa que pagan todos los operadores por usar el espacio radioléctrico. La corporación aspira que el Gobierno le transfiera unos 380 millones, pero esta pretensión choca con un problema: la ley de financiación limita a 330 millones el techo de fondos que la televisión pública puede recibir por la tasa radioléctrica. “Para aumentar la aportación habría que cambiar la ley”, apuntan fuentes de la corporación. Con esta subida de la tasa radioléctrica se pretende compensar la bajada contemplada en la recaudación por la tasa de las telecos y las televisiones privadas.
Además, RTVE prevé recaudar unos 45 millones por la comercialización de sus productos, incluyendo en esta partida los ingresos procedentes del patrocinio de programas, los únicos vinculados a la publicidad que entran en sus arcas desde que en 2010 desaparecieran los anuncios convencionales.
En cuanto a los gastos, TVE tendrá que hacer frente también al alquiler de platós para producir sus programas tras la venta de los Estudios Buñuel.
Para intentar cuadrar las cuentas RTVE confía en recibir 80 millones por la devolución del IVA, una batalla que desde hace años libra con Hacienda.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.