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La salida a Bolsa del nacionalizado ABN Amro encalla por los bonus

Los ejecutivos han anunciado este lunes que renuncian a la polémica prima de 100.000 euros

Isabel Ferrer
Vista de la sede de Abn Amro en Ámsterdam.
Vista de la sede de Abn Amro en Ámsterdam.PETER DEJON (AP)

La polémica por las primas que iban a ganar los directivos del banco holandés rescatado ABN Amro han hecho encallar la salida a Bolsa de la entidad. Hoy los seis directivos receptores de esa bonificación personal de 100.000 euros han anunciado que renuncian al sobre, lo que lleva al Gobierno holandés, que había suspendido las operaciones, a reconsiderar seguir adelante con la venta. La entidad tuvo que ser rescatada en 2008, y desde entonces ha costado al Estado unos 22.000 millones de euros. En 2009, además, anunció un recorte cercano a los 5.000 puestos de trabajo para poder ahorrar hasta 1.300 millones de euros. Que sus ejecutivos fueran a disfrutar de un aumento del 17% ha provocado un aluvión de críticas. Tal ha sido el revuelo, que Jeroen Dijsselbloem , titular de Hacienda, ha puesto en duda que la entidad hubiera modificado “la controvertida cultura de las gratificaciones”. La privatización estaba prevista para el primer trimestre de 2015.

Según el diario financiero holandés Financieele Dagblad, el ministro no puso inconvenientes a la prima el pasado año, cuando fue informado de la misma. Este lunes, sin embargo, ha calificado la decisión de “importante para la recuperación de la confianza bancaria”. Gerrit Zalm, director ejecutivo de ABN Amro, cuya provisión salarial y fondo de pensiones asciende a un millón de euros, había declinado la suma. Ahora ha intentado matizar la falta de tacto de sus directivos subrayando que “ha sido aprobada por el consejo supervisor en virtud de la legislación vigente”.

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A pesar de su apoyo, los siete agraciados han emitido un comunicado asegurando que “lamentan el revuelo causado, que afecta a nuestros clientes y empleados y lamina la confianza general en la entidad”. “Fuimos reclutados tras la nacionalización de ABN Amro y Fortis, para preparar para su venta a dos bancos dañados. Hemos hecho nuestra labor lo mejor posible. La bonificación fue acordada con el ministerio de Finanzas y comunicada al Parlamento. Sin embargo, dada la situación, y a la vista de que amenaza el futuro del banco, renunciamos a ello”, señalan. Los analistas financieros holandeses apuntan que la reacción “es una medida desesperada para lograr que la privatización siga adelante”.

La renuncia ha sido bien recibida por el Parlamento holandés, donde Gobierno y oposición han coincidido en que “un banco debe dar ejemplo”. La polémica llega en un mal momento para ABN Amro, que acaba de retirar de sus funciones a seis empleados en Dubai por vulnerar normas internas. El pasado febrero, el Banco Nacional de Holanda llamó su vez la atención a Gerrit Zalm “por no atajar a fondo el riesgo de corrupción”. En particular, se puso en duda la relación de la entidad con uno de sus clientes, el grupo petrolero ruso Gunvor.

Según Washington, el presidente Vladimir Putin tiene relaciones con la firma, que figura entre las sancionadas por Estados Unidos a raíz del conflicto con Ucrania. Gunvor ha negado cualquier intromisión por parte de Putin. De su lado, la entidad holandesa asegura que todo está en regla, “pero cortaremos todos los lazos si se demuestra una mala práctica”. ABN Amro obtuvo en 2014 un beneficio neto de 1.134 millones de euros, un 2,2% menos con respecto a los 1.160 millones logrados en 2013.

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