Yoigo se ofrece a comprar activos fijos y móviles de Orange y Jazztel

Yoigo, el cuarto operador de telefonía móvil, ha comunicado a la Comisión Europea su interés por hacerse con activos de Orange y Jazztel, dentro del proceso de fusión por adquisición que mantienen ambas empresas y que les obliga a ceder parte de su red para que las autoridades de competencia comunitarias aprueben la operación. Así se lo ha comunicado TeliaSonera, el máximo accionista de Yoigo, a la Comisión, informaron en fuentes de la negociación.

En principio, Yoigo estaría interesado en frecuencias de la red móvil de Orange (Jazztel no tiene red celular propia) y, lo que es más relevante, a adquirir infraestructura de fibra óptica de ambas operadoras, con el fin de convertirse en un operador convergente, uniendo a su actual oferta móvil otra propia de banda ancha fija. El pacto puede pasar por una adquisición o por un acuerdo mayorista de cesióin de red en condiciones ventajosas.

Orange ofreció el pasado 6 de marzo a la Comisión Europea un nuevo paquete de concesiones para obtener la aprobación de competencia para la adquisición de Jazztel, por la que ha ofrecido 3.400 millones de euros. Sin embargo, Bruselas entendió que no eran suficientes e interrumpió el proceso de autorización que vencía originalmente el próximo 30 de abril, según publicaron medios internacionales como The Wall Street Journal.

Las autoridades antimonopolio tras conceder una audiencia oral la pasada semana a Orange, entendieron que las partes implicadas “no habían facilitado un elemento relevante de información”. En la reunión, además de la operadora participaron los reguladores antimonopolio de la CE y funcionarios de las autoridades estatales de competencia de España, Francia, Italia, el Reino Unido y Rumanía, junto a directivos de las operadoras móviles Vodafone, Yoigo y MasMóvil.

Bruselas abre ahora otro plazo para decidir si autoriza la operación, con o sin condiciones, o la veta. La fusión daría lugar a un grupo que controlaría el 26,7% de las líneas de banda ancha fija y el 28,5% de las líneas móviles, disputando a Vodafone el segundo puesto de las telecomunicaciones en España, según los datos al cierre de 2014. Orange ya presentó una primera oferta de medidas correctivas en noviembre de 2014, pero la Comisión la rechazó por insuficiente y abrió una investigación a fondo sobre la operación.

Las autoridades comunitarias ya suspendieron en enero el análisis de la operación por la preocupación de “que la transacción propuesta pudiera dar lugar a una pérdida significativa de la presión competitiva en los servicios de acceso fijo a internet y en los paquetes convergentes de fijo y móvil”, lo que puede traducirse en un aumento de precios para los clientes. Bruselas ha rechazado además la petición de la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia de que le ceda el examen de la operación alegando que está mejor situada para examinar su impacto.