La investigación mantiene el pulso
Las empresas farmacéuticas lideran la inversión en I+D en España y en el mundo, pese a la caída del mercado y el retraso para incorporar medicamentos innovadores.
La innovación de las empresas farmacéuticas ha provocado el aumento del 40% de la esperanza de vida en los últimos 30 años. Es porque se codean entre las mayores inversoras en I+D del mundo, como refleja el índice Global Innovation 1000 sobre empresas cotizadas de la consultora Strategy&, donde siete gigantes farmacéuticos figuran en el top 20 de 2014, y cinco de ellos entre los 10 primeros. El índice 1000 recoge a siete empresas españolas, y dos son las farmacéuticas Almirall y Grifols. La ecuación se repite en España. La industria de mayor inversión en I+D es la farmacéutica, que la ha multiplicado por once desde 1986, y ahora supone el 20% de toda la inversión industrial.
Y han mantenido el esfuerzo inversor contra la caída del consumo derivada de la crisis. Ha sucedido en todos los países. La situación está empeorada en España porque el Estado ha dejado de financiar más de 400 medicamentos desde 2010 y ha desarrollado una legislación para recortar el gasto farmacéutico que ha impactado en los precios. Se ha ordenado rebajar el 7,5% del precio de los genéricos, arrastrando el precio del medicamento innovador, que se ha recortado el 15%. Y la imposición del copago farmacéutico ha reducido el gasto realizado por un 15% de los jubilados que antes no pagaban.
“Todas las medidas miran hacia el recorte. Se percibe el fármaco como una amenaza al gasto y no como una riqueza que genera empleo cualificado y cura enfermedades, lo que reduce el gasto a largo plazo de la Seguridad Social”, denuncia Jorge Gallardo, presidente de Almirall. El resultado es la caída de un tercio de las ventas de la industria, desde los 13.000 millones de euros de 2010 hasta 9.000 millones de 2014.
Incertidumbre
José Martínez Olmos, portavoz del Grupo Socialista en la Comisión de Salud del Congreso, va un paso más allá. “El principal problema para mantener la innovación farmacéutica es la incertidumbre para incorporar fármacos innovadores, como ha sucedido con los dedicados a la hepatitis C. La reunión mensual para incorporarlos ha desaparecido con el Gobierno Rajoy. El problema se alarga en las comunidades autónomas”.
A pesar de la situación, las empresas mantienen el pulso. La inversión en I+D ha crecido hasta 2010 y, desde entonces, solo se ha rebajado un 5%, una caída siete veces menor que la del mercado. La razón es que la investigación de un fármaco suele durar unos diez años, y parar los costosos programas de investigación significa perder el dinero dedicado hasta el momento. Pero, “si la pérdida de ingresos se convierte en estructural, el ajuste empresarial acaba también por llegar a la inversión en I+D”, explica Javier Urzay, subdirector general de Farmaindustria. ¿Qué sucederá en unos años?
El principal problema de las compañías farmacéuticas es “contar con recursos para investigar. Para ello se debe tener una situación estable y un tamaño considerable, y no es el caso de España. El 70% de las recetas son de medicamentos genéricos", dice Gallardo. Las empresas deben financiar la investigación con sus ingresos, y “las nacionales dependen más del mercado español, son más vulnerables a la situación. Necesitamos que el mercado vuelva a crecer al menos como lo hace la economía del país para mantener las tasas de inversión. No se puede sostener indefinidamente la caída del precio del medicamento, que ha sido del 13% en los últimos cuatro años”, indica Urzay.
Multinacionales
Una treintena de las empresas internacionales afincadas en España investigan en el país, y dedican un capital conjunto mayor al de las firmas nacionales. Sin embargo, el esfuerzo de las españolas es superior, según el informe de la convocatoria Profarma (2013-2016) de la Administración central. Las compañías nacionales destinan el 19,71% de sus ventas de medicamentos con receta a I+D, tasa que baja al 5,95% en el caso de las internacionales. Es porque no todas las foráneas realizan todas las fases de la I+D en España. “Debemos esforzarnos como país para enraizar aún más a las empresas internacionales, que hagan más fases de investigación en España”, apunta Javier Urzay.
Con estos mimbres, las compañías nacionales deben concentrar su esfuerzo inversor, y eso dificulta su crecimiento. “Carecen de tamaño para investigar en las mayores áreas terapéuticas, como es oncología”, puntualiza el portavoz de Farmaindustria. El hallazgo de un medicamento contra el cáncer de la biotecnológica PharmaMar fue fruto de la casualidad, y la pequeña empresa debió aliarse con terceros para venderlo en otros países. Sacar un medicamento al mercado lleva unos diez años de esfuerzo.
Almirall es la farmacéutica de mayor inversión en I+D en España. Ha desarrollado doce moléculas innovadoras en unos setenta años de vida, y es la única compañía española con moléculas innovadoras aprobadas por las dos grandes agencias de Estados Unidos y Europa. A pesar de ello, “en 2014 hemos reducido el gasto de I+D, aunque todavía supone el 12,8% de nuestras ventas. Estamos comprometidos con la investigación en España, que ha sido un buen país para invertir durante muchos años”, asegura Jorge Gallardo, para recordar que Almirall tiene 14 filiales en el exterior y un centro de excelencia en Alemania. “No vamos a invertir en países donde perdamos dinero, o donde no veamos un mercado en desarrollo”.
Los gigantes internacionales llevan décadas asentados en España, y afirman su voluntad de defender el gasto en I+D realizado en el país frente a sus matrices. Así lo han explicitado Novartis, Roche y Lilly, pero ¿por cuánto tiempo con un mercado cuesta abajo? En el caso de las españolas, “no tendrán suficientes márgenes para mantener la investigación necesaria y competir en otros mercados”, avisa Gallardo.
El desarrollo de un medicamento pasa por varias fases hasta llegar al mercado, e imperan los matrimonios de conveniencia en algunas de ellas. “Han interiorizado que no deben preocuparse por perder el control de todo el proceso de I+D, cada vez se llevan a cabo más acuerdos de colaboración”, explica Ignacio Rodríguez Prado, socio responsable de Life Sciences de KPMG en España.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.