Jóvenes de 30 años y sin emancipar

Pintan bastos para la emancipación de los jóvenes españoles. Solo dos de cada diez menores de 30 años ha logrado la independencia residencial. Esto quiere decir que el 80% de la población que aún no ha cumplido la treintena vive en casa de sus padres. Son algunas de las conclusiones, poco optimistas, que arroja el Observatorio de Emancipación correspondiente al segundo trimestre de 2014, presentado el Consejo de la Juventud de España (CJE). 

No hay mucho secreto a la hora de buscar las causas. "El retraso de los proyectos de emancipación residencial viene causado por el frágil posicionamiento de las personas jóvenes en el mercado laboral y por las condiciones del mercado de la vivienda que, a pesar de ser cada vez menos restrictivas a nivel financiero, hoy por hoy, resultan inaccesibles para el nivel adquisitivo de la mayoría de las personas jóvenes".

La tasa de paro de las personas menores de 25 años supera el 55,5%, mientras que la de jóvenes de entre 25 y 29 años alcanza el 30%, y la de personas de entre 30 y 34 años llega casi al 24%.

Y eso que la bajada del precio de la vivienda y del alquiler y el mantenimiento del nivel adquisitivo de las personas asalariadas de menos de 30 años en el último año ha reducido el esfuerzo económico para acceder a una casa.

Así, la compra de una vivienda libre sigue siendo económicamente inviable tanto para una persona como para un hogar joven. Un comprador necesitaría unos ingresos anuales mínimos de 24.193 euros, unos 2.016 mensuales, lo que supone un 104,09% más que sueldo medio que cobra un joven en España. La diferencia respecto a los ingresos medios de un hogar joven es de 24,21%.

Un asalariado de menos de 30 años debería dedicar el 61,2% de su sueldo a la compra de un piso -el doble de lo recomendado-, y un 52,1% en el caso de alquilar, lo que representa un nivel de endeudamiento inviable para la mayoría de jóvenes. Solo el 10% de las personas con trabajo y mayor nivel de renta podría asumir la compra o el alquiler sin dedicar más del 30% de su sueldo, es decir, sin asumir un nivel de endeudamiento excesivo. También sería factible para los hogares formados por personas de 30 a 34 años.