La economía española prorroga su tenue recuperación en el final de año

La tibia recuperación que experimentó la economía española en el tercer trimestre se ha prorrogado durante los últimos meses, según el Banco de España. El supervisor estima que con "la escasa información disponible referida al cuarto trimestre, la fase de expansión de la actividad se estaría prolongando en los meses finales del ejercicio". Entre julio y septiembre, el PIB creció un 0,5% intertrimestral y un 1,6% interanual.

El Banco de España indica en su último boletín económico, correspondiente a noviembre, que por lo que respecta al consumo privado, "los indicadores de confianza de los consumidores y de los comerciantes minoristas se situaron en octubre en un nivel algo inferior al observado en el promedio del tercer trimestre del año".

Por el lado contrario, entre los indicadores cuantitativos, las matriculaciones de vehículos particulares se aceleraron en octubre, apoyadas en el previsible agotamiento de los fondos destinados al PIVE 6, hasta registrar un incremento intermensual del 7,6 % en términos de la serie corregida de efectos estacionales y de calendario.

Asimismo, la mejora mostrada por la inversión en construcción desde el inicio del año habría continuado en los meses recientes, a tenor de la información coyuntural conocida. También "la inversión en bienes de equipo sugiere el mantenimiento del tono expansivo de los últimos trimestres".

Previsiones de Funcas

También sobre el cuarto trimestre, Funcas estima que el PIB moderará su crecimiento al 0,4%, pero asegura que será un “bache temporal”, ya que la actividad recuperará vigor en 2015. Según la Fundación de las Cajas de Ahorros, el efecto de la rebaja fiscal, la mejora de las condiciones financieras y la ganancia de renta real por el abaratamiento del petróleo contribuirán a ese rebote que estará condicionado, no obstante, por la salud de la economía de la eurozona.

Los profesores Ángel Laborda y María Jesús Fernández advierten en su artículo en Cuadernos de Información Económica de que la consolidación de la recuperación y la transición hacia un modelo de crecimiento a largo plazo equilibrado y sostenible requiere un proceso intenso de inversión, que permita aumentar la competitividad y el tamaño del sector industrial para elevar la capacidad exportadora y reducir la elevada propensión a importar de la economía.