Red Eléctrica gestionará la fibra óptica del ferrocarril por 524 millones

Red Eléctrica Internacional ha firmado con Adif el contrato por el que se hace con la gestión de la red de fibra óptica del ferrocarril, una de las mayores del país, para un periodo de veinte años y un importe de 524,8 millones de euros, según informó la empresa.

El negocio de telecomunicaciones que logra REE con este contrato genera una facturación anual de 65 millones de euros y beneficio bruto de explotación (Ebitda) de unos 45 millones. REE y Adif firman el contrato de concesión de la gestión de la fibra óptica después de que el operador eléctrico español se lo adjudicara en concurso público y se lograran las distintas autorizaciones, entre ellas las de Competencia.

En paralelo, las dos empresas han formalizado distintos contratos por los que Adif prestará a Red Eléctrica servicios de mantenimiento de la red, diversos servicios profesionales y otros servicos obligatorios para la correcta gestión y explotación de los activos.

Para Adif, la cesión a una empresa de su red de fibra óptica, una de las 'joyas de la corona' de la compañía, se enmarca en su estrategia de poner en valor los activos no vinculados a la explotación ferroviaria y lograr ingresos adicionales con que construir las líneas AVE y reducir gastos.

Dentro de esta política, Adif también cedió a Saba la explotación de los aparcamientos de las estaciones del AVE y ha puesto a subasta estaciones de tren en desuso, viviendas, parcelas y otros activos.

La red de fibra óptica de Adif consiste en un tendido de 16.000 kilómetros de red que se extiende a lo largo de las líneas de tren, tanto de AVE como convencionales, y conecta las principales ciudades españolas. Del total de red, 600 kilómetros corresponden a los anillos metropolitanos de Madrid y Barcelona, y otros 1.200 kilómetros a cable dedicado y de acceso a clientes.

El contrato incluye también la gestión de más de 6.000 metros cuadrados de espacios acondicionados para equipos de comunicaciones localizados en locales, edificios y casetas situados en "lugares estratégicos", según explicó Adif.

Se excluye por contra la fibra óptica que se usa por el sistema ferroviario y que representa alrededor del 25% de la capacidad del cable de la red convencional.