Plastipak se queda la división de envases de La Seda por 327,9 millones
El grupo estadounidense gana la puja ante el fondo Anchorage y el fabricante Petainer
El fabricante estadounidense de envases Plastipak se quedará la división de envases de La Seda. Su oferta de 327,9 millones de euros se ha impuesto a las que efectuaron el fondo buitre Anchorage (ofreció 260,5 millones) y el fabricante checo Petainer (291 millones de euros). Tras la decisión del administrador concursal, el juez deberá dar luz verde al proceso, que también quedará pendiente de las autoridades europeas sobre competencia. Está previsto que el acuerdo no se cierre hasta el último trimestre de 2015.
"Estamos seguros de que esta transacción nos permitirá servir mejor a nuestros clientes actuales y a los futuros", dijo a través de un comunicado Frank Pollock, director comercial de Plastipak. La compañía, asesorada Jausasen la subasta por la unidad productiva, gana un fabricante uno de cuyos principales clientes es Coca-Cola. La planta de reciclaje que comparte con el productor de bebidas refrescantes en Francia es uno de los activos más codiciados de la operación.
Plastipak es el líder mundial en desarrollo, fabricación y distribución de envases de plásticos. Factura 2.400 millones de dólares y, según el administrador concursal de La Seda, Forest Partners, la operación le permitirá mantener el empleo de todas las empresas dependientes de la división, repartidas en España, Reino Unido, Francia, Alemania, Bélgica y Polonia, además de Turquía y Marruecos.
La cuantía ofertada supera en un 56% el mínimo establecido por el administrador concursal en un principio y permitirá que los acreedores recuperen parte de su deuda. Uno de esos casos es el del fondo oportunista Anchorage, que acumula unos cien millones de euros de deuda que compró con fuertes descuentos. Fuentes conocedoras del proceso explicaron que es posible que recupere parte de la inversión e incluso obtenga algún beneficio de la operación.
La venta de la unidad de envases de La Seda sigue a la que ya se formalizó por la división de PET, que se adjudicó la extremeña Cristian Lay por 29,2 millones de euros. Aquella operación incluía las plantas de producción que La Seda tenía en El Prat de Llobregat (Barcelona) y Tarragona. Ahora solo quedará por liquidar restos.
El proceso actual es una derivada del concurso de acreedores que presentó el grupo químico en junio de 2013, después de que el principal accionista, BA Vidro, y uno de los principales acreedores, Anchorage, fueran incapaces de alcanzar un acuerdo que permitiera inyectar capital y refinanciar deuda para mantener la actividad del grupo. La intransigencia para alcanzar un pacto acabó en la petición de liquidación.
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