Creatividad para ahorrar cocinando

Realizar al menos cinco comidas al día es lo que los expertos recomiendan. Pero se puede decir que tres de ellas (desayuno, comida y cena) son las que cobran mayor importancia. Tres ocasiones en las que es posible que toque ponerse el mandil, ponerse frente a los fogones y cocinar. Y todo ello día tras día. Siendo así, ¿qué mejor que encontrar el modo de economizar el proceso?

Según el Instituto para la Diversificación y Ahorro de la Energía (IDAE) a través de su estudio de Consumos del Sector Residencial en España revela en la estructura del consumo eléctrico total según los servicios que el 9,3% del consumo es el relativo a la cocina. ¿Cómo poder conseguir reducir aún más el consumo y conseguir ahorrar energía y dinero?

• Thermomix. El robot que lo hace todo más fácil. Al menos eso pretende. Se trata de un aparato que requiere de cierta inversión elevada (en torno a los 1.000 euros) pero que a la larga ayuda a ahorrar ya que se terminarán utilizando menos electrodomésticos para cocinar (se concentran en este robot los necesarios). Este aparato combina la tecnología e innovación para poder realizar algo tan vital, necesario y tradicional como cocinar.
• Microondas. Se admite que el sabor no será el mismo al cocinar a fuego lento y en puchero que en el microondas, pero este pequeño electrodoméstico puede ser sinónimo de ahorro. ¿Cómo? Cuando se quiere cocinar comida para pocas personas, el microondas puede sacar de un apuro, se ahorra en tiempo y se ahorra en limpieza (gasto de agua caliente y detergente lavaplatos). Además no hace falta ser un experto cocinero, en la red existen multitud de recetas para realizar exclusivamente con el microondas sin que repercuta en demasía en la calidad del sabor.
• Sí al tupper. El congelador puede ser el mejor de los aliados tanto si se es de los que cargan la maleta de envases cuando se va a casa de los padres, como si se vive solo y se hacen grandes cantidades de comida. Este método permite que con una vez que se cocine, sirva para muchas comidas, ahorrándose encender el gas o la “vitro” cada día. Con esta opción habrá que tener en cuenta los tiempos y procesos de descongelado de los alimentos ya que acelerar el proceso puede tener repercusiones en la calidad del producto. En este caso, resulta conveniente recordar que para que el funcionamiento del congelador sea el óptimo y fomente el ahorro de electricidad, no debe tener una capa de hielo mayor de cinco milímetros.
• Cocina con el lavavajillas. Esta forma de cocinar se ha hecho famosa recientemente gracias a un anuncio de televisión. Se trata de aprovechar el calor y los vapores que genera el lavavajillas en funcionamiento para poder cocinar los alimentos. Pero cuidado, porque habrá que utilizar recipientes perfectamente herméticos que garanticen que no habrá filtraciones de agua y detergente. Se convierte por tanto en una alternativa de cocina de bajo coste.

Durante las épocas de crisis el ser humano busca las vías, alternativas y formas con las que poder ajustar el presupuesto para todo. Agudizar el ingenio como por ejemplo cocinando en el lavavajillas o recurriendo a los tuppers de “mamá” pueden ser parte del día a día.