El test de estrés ya es una buena noticia
Las pruebas vienen para quedarse y ayudarán a que la banca esté preparada para lo peor
Incluso antes de que se publiquen los resultados del test de estrés a la banca europea, ya se pueden considerar una buena noticia. Como en los exámenes a los estudiantes, es importante la nota, pero también lo es lo que se aprende hasta obtenerla.
En primer lugar, hemos aprendido que Europa es capaz de llevar a cabo un ejercicio muy complejo, en el que han colaborado autoridades europeas y nacionales para evaluar a 128 entidades y que ha durado más de un año. Además, a diferencia de ocasiones anteriores, este ejercicio ha incluido un análisis de la calidad de los activos, revisando si las exposiciones están adecuadamente clasificadas por carteras, sus valoraciones, la tasación de las garantías y las provisiones. En definitiva, se ha asegurado que todas las entidades tienen un punto de partida común antes de realizar el test de estrés, como ya se hizo en el ejercicio español de 2012.
En segundo lugar, el test de estrés ha tenido consecuencias incluso antes de ser publicado, porque las entidades ya han aumentado su capital durante este año. De hecho, los resultados que se publicarán hoy domingo a mediodía, que están referidos a los balances de diciembre de 2013, también incluirán información de las mejoras que han hecho los bancos desde entonces en sus balances.
Por último, el ejercicio sobresale por su credibilidad. Pero, ¿qué lo hace más o menos creíble? La respuesta no está en el número de aprobados o suspensos por país, ni en la idoneidad de los supuestos utilizados, ni en lo exigente que sea el ratio de capital mínimo exigido. La respuesta está en la transparencia. Las plantillas en las que se publicarán los resultados, que ya se conocen, incorporan una ingente cantidad de información de cada entidad, que debería ser suficiente para replicar el ejercicio, o para repetirlo cambiando los supuestos. Con estos datos, los analistas podrán identificar las fortalezas y debilidades de cada banco, y presumiblemente eso será lo que reflejen los mercados en los próximos días en las cotizaciones bancarias.
¿Qué nota va a sacar España en este test? Probablemente buena nota, porque no se esperan sorpresas. A diferencia de otros países, España ya pasó por un ejercicio similar en 2012, y las entidades han estado trabajando desde entonces en reforzar sus balances. Además, este resultado es más potente porque en nuestro caso la práctica totalidad de las entidades se presentan al test, por encima de las cifras de otros países.
Los test de estrés, como ya ocurriera en Estados Unidos desde el principio de la crisis financiera, vienen para quedarse. Progresivamente se convertirán en una herramienta habitual para analizar la resistencia de las entidades ante hipotéticos escenarios adversos, ayudando a que la banca esté preparada para lo peor. Y al igual que los estudiantes van aprendiendo cada curso preparando sus exámenes, la banca tendrá que pasar por un proceso similar de forma periódica. Y eso ayudará a que el sistema financiero europeo sea más robusto y más estable.
Ana Rubio es economista jefe de Sistemas Financieros de BBVA Research
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.