¿Uso bien los datos en mi móvil?

A la hora de contratar una tarifa de internet móvil, la primera pregunta para el consumidor es: ¿cuántos megas necesito? Los operadores ofrecen distintos precios para distintos perfiles de consumidor de datos. En el caso de las tarifas planas, elegir un plan que se nos queda grande es un desperdicio de dinero, mientras que si tiramos demasiado por lo bajo corremos el riesgo de quedarnos sin megas a mitad de mes —lo cual siempre es un inconveniente, especialmente si utilizamos el smartphone como herramienta profesional.

Según un informe de la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia, un consumidor que use un patrón de consumo bajo de voz y datos puede gastar un mínimo de entre 11 y 18 euros al mes, mientras que uno de consumo alto puede dejarse, como poco, entre 22 y 39 euros al mes. En consecuencia, nos interesa tener controlado nuestro consumo de datos lo más posible para pagar siempre lo justo y, a la vez, no estar desconectados nunca.

Wi-fi, divino tesoro. Aunque suponga un mordisco considerable para las baterías, el gesto de revisar primero si el lugar donde estamos tiene una red de internet inalámbrica pública es el primer paso para ahorrar en la tarifa de datos. Algunos proveedores —los menos— simplemente dejan la red abierta; otros facilitan a sus clientes un papelito con la contraseña, y otros tienen un sistema de registro que no siempre es muy intuitivo de utilizar, especialmente en los móviles más antiguos.

La mayor parte de aplicaciones, incluyendo los navegadores, pueden configurarse para que las tareas que más datos consuman solo se hagan cuando el móvil está conectado a una red inalámbrica. De la misma forma, el sistema operativo puede programarse de forma que las actualizaciones —generalmente de gran tamaño— solo empiecen a descargarse si el smartphone tiene una conexión wi-fi.

¿Quién se ha llevado mis megas? Según un estudio de la desarrolladora de software Mobidia realizado el pasado mes de agosto, en los móviles Android en España las aplicaciones de vídeos, especialmente YouTube, de Google, se llevaron la mayor parte del consumo de datos. Le siguen los navegadores web, las redes sociales Facebook y Google+ y la herramienta de guardado de archivos Dropbox.

Con estos datos en la mano, a la hora de utilizar el móvil hay que recordar que la descarga y reproducción de vídeos, música y fotos es lo que, con diferencia, más datos consume. Además, muchas aplicaciones, sobre todo las de redes sociales, se actualizan de forma automática. Una buena forma de ahorrar datos es configurar estos programas para que solo carguen las novedades cuando nosotros se lo pidamos. En septiembre de 2013, la red social Facebook puso en marcha un sistema que hace que su aplicación cargue y reproduzca automáticamente vídeos, lo que provocó las quejas de muchos usuarios que veían como la nueva función se “comía” sus megas a toda velocidad. Este sistema puede desconectarse.

Vigilar mi consumo. Los dos grandes sistemas operativos para móvil tienen sistemas instalados para controlar nuestro consumo de datos y avisarnos si nos acercamos a los límites que nos impongamos. En el caso de Android, el sistema operativo de Google y el más usado, la aplicación se llama Uso de Datos. Los smartphones de Apple también tienen esta función, en los móviles que usen la versión 7 o superior del sistema operativo iOS. En ambos casos, hay aplicaciones, como My Data Manager, que ofrecen más funciones para el usuario que quiera vigilar seriamente su consumo.