Suspendida la junta general de Banco Espírito Santo
La acción cayó hasta un 13% al publicarse que las pérdidas semestrales superarían los 3.000 millones de euros
La Asamblea General de Accionistas del Banco Espírito Santo (BES), programada para el jueves en Lisboa, ha quedado suspendida a petición de los dos accionistas de referencia, el banco francés Credit Agricole y el Espirito Santo Financial Group (ESFG).
En el texto que acompaña a su petición enviada a la Comisión de Mercados de Valores Mobiliarios (CMVM), el grupo de la familia Espírito Santo invoca "factores sobrevinientes e inesperados", y cita entre ellos la petición de suspensión de pagos del grupo, que fue admitida en la mañana del martes por los tribunales de Luxemburgo, donde está radicado el grupo. Otros dos holdings del grupo, Rio Forte y ESI, también están en suspensión de pagos.
La noticia ha tenido un impacto inmediato en la cotización bursátil en Lisboa, pues la acción del BES cayó más de un 13%, valorándose en 38 céntimos, aunque cerró el día con -10,6%. La suspensión de la Junta general y las noticias propagadas de que el BES perderá este semestre unos 3.000 millones de euros arrastró a toda la bolsa lisboeta. Su principal índice, el PSI20, perdió el 1,29%, con 15 de sus 19 valores en rojo (ESFG ha dejado de cotizar).
El nuevo presidente ejecutivo del banco, Vìtor Bento, presenta mañana miércoles las cuentas de la entidad que, si se confirman esas pérdidas, serán 15 veces superiores a las previstas. Esa cantidad también obligaría a una inmediata ampliación de capital, ya que, como hace una semanas informó el gobernador del Banco de Portugal, Carlos Costa, para tranquilizar a los clientes, el banco tiene un almohadón de liquidez de 2.100 millones de euros. Ahora no sería suficiente.
La siguiente cuestión, que también ayer garantizó el supervisor, es si la ampliación será con capital privado o público, pues la troika aún tiene una línea de 6.000 millones de euros de ayuda a la banca en dificultades.
De momento, no se sabe cuándo será la junta general, en la que debían aprobarse los nuevos cargos directivos y también la existencia o no de un consejo estratégico, que la familia Espírito Santo había proyectado al comienzo de esta crisis para mantener una posición destacada dentro de la estructura del banco, aunque no fuera ejecutiva.
El ESFG es el principal accionista del BES con el 20,1% de la acciones, aunque a raíz de la suspensión de pagos, todo ese paquete excepto un 0,1% quedaría congelado para pagar a acreedores; es decir la familia se quedaría sin peso en el banco. El francés Crédit Agricole mantiene en torno al 15% y el Bradesco de Brasil cerca del 3%. Según había señalado el banco central, existe interés de bancos privados en entrar en la nueva gestión de la entidad.
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