El poder económico quiere conocer a Sánchez
Su discurso reformista y de modernización ha convencido a los empresarios, que destacan su capacidad de liderazgo
Todo el mundo quiere conocer a Pedro Sánchez. Y Pedro Sánchez quiere que le conozcan y conocer a todo el mundo. Su ascenso al liderazgo del PSOE como secretario general ha generado un inusitado interés, desde incluso antes de ser elegido, y ha pasado de ser un desconocido a ser reclamado desde todos los frentes. Entre ellos, y con especial relevancia, desde el poder económico, que tiene mucho que decir (y quiere) en el desarrollo del país.
Algunos de los empresarios emblemáticos habían mostrado en conversaciones privadas la preocupación por los resultados de las elecciones europeas, que alborotó el panorama político con el ascenso de grupos como Podemos, que no les gustan nada, y el descenso de los partidos tradicionales, así como la dimisión de Alfredo Pérez Rubalcaba como líder socialista, que dejó a la intemperie al partido fundado por Pablo Iglesias.
En su opinión, corría un serio peligro de que se rompiera el equilibrio que representan las dos fuerzas mayoritarias y de que, en consecuencia, se desestabilizaba el país. Por eso, la irrupción de Pedro Sánchez ha aliviado sus tormentos.
La corriente de simpatía que ha suscitado este hombre en la sociedad civil también ha calado en los empresarios, que ven en el nuevo líder socialista un salvador del sistema, un hombre con un perfil abierto y dialogante en el que se puede confiar y que abre muchas expectativas.
Tras su nombramiento, miembros del Consejo de la Competitividad le escribieron para transmitirle su apoyo
Es verdad, como dice uno de ellos, que es un melón sin calar; pero parece que su discurso reformista y de modernización ha convencido también a los empresarios, que destacan que transmite liderazgo y cambio, ambición y fuerza para lograr la regeneración del PSOE y un proyecto de Gobierno.
Es bueno para Sánchez haber recibido esa primera impresión del poder económico y empezar con buen pie con ellos, aunque no estuvieran muy conformes —y ya se han encargado desde el PP de airearlo— con una de las primeras decisiones que ha tomado, la de que los eurodiputados socialistas españoles votaran en contra de Jean-Claude Juncker como presidente de la Comisión Europea cuando se había pactado lo contrario. Pero es algo que él ya había adelantado en la campaña y, por tanto, que es coherente. Además, demuestra que tampoco se va a dejar llevar por las presiones, tendencia común en ese colectivo a veces injustificada.
La primera piedra de toque la tendrá, no obstante, con la formación de la Ejecutiva, a la que este doctor en Económicas quiere dar un fuerte peso económico, muy en la línea de lo pide el mundo empresarial. Crear un buen equipo, es otro de los retos.
Algunos empresarios revisan sus agendas para cerrar los primeros encuentros
El interés que despertó en la clase empresarial se vio de forma inmediata. Desde el día siguiente de su victoria ante Eduardo Madina y José Antonio Pérez Tapias recibió mensajes y deseos de montar encuentros con él. Tanto a nivel privado como de grupo. Es el caso del poderoso Consejo Empresarial para la Competitividad (CEC), donde se junta de lo más granado del empresariado español (Telefónica, Santander, BBVA, La Caixa, Repsol, Iberdrola, El Corte Inglés, ACS, Ferrovial, Acciona, Planeta, Mercadona, Mapfre, Inditex, Mango y Barceló, Havas y Prensa Ibérica por el Instituto de Empresa Familiar). En su reunión mensual de julio, celebrada el martes, se valoró la victoria y se destacó su perfil. Y, aunque no existe ninguna invitación oficial, alguno de sus miembros le ha hecho llegar esa posibilidad para uno de sus próximos encuentros.
El CEC, como fiel representante del poder económico, ha sido muy proclive a contar con el poder político y a que se cuente con él. Fundado en febrero de 2011 vivió de cerca los últimos meses de José Luis Rodríguez Zapatero en La Moncloa, y, aunque las relaciones siempre fueron cordiales, no por ello dejaron de exigir elecciones anticipadas, como así ocurrió. Luego, con Mariano Rajoy en el poder, este lobby ha sido especialmente activo apoyando las iniciativas del Gobierno y aportando informes sobre la competitividad española que difundió por el mundo. También se espera que lo haga el Círculo de Empresarios, que tuvo a Zapatero y a Rajoy antes de ser presidentes.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.