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Las ventas de España a China se desaceleran en la primera parte del año

El secretario de Comercio, Jaime García-Legaz, se encuentra en Pekín para alentar las inversiones chinas y las exportaciones españolas

Macarena Vidal Liy

Las exportaciones españolas a China cayeron un 0,9% entre enero y abril de este año, según ha reconocido este martes el secretario de Estado de Comercio, Jaime García-Legaz, de visita en Pekín. El descenso, que coincide con un aumento de las importaciones procedentes de China en un 8,9% en ese periodo según los datos del Instituto Nacional de Estadística (INE), refleja en parte el efecto puntual de la decisión de SEAT de abandonar el mercado chino y el renovado interés de los exportadores por los mercados europeos, según García-Legaz, cuyo viaje a China tiene como motivo alentar las inversiones procedentes de este país hacia España y las ventas de productos españoles en el gigante asiático.

En los primeros meses del año se ha visto "una desaceleración de las exportaciones, concretamente hemos llegado a un punto en el que se han estancado. Apenas hemos visto crecimiento, o incluso alguna caída mínima en los primeros meses. Estamos hablando del -0,9 por ciento según los datos de los primeros meses, que es básicamente estancamiento”, explicó el secretario de Estado. Según puntualizó, aparte del "efecto SEAT" "la exportación se mantiene" pero la pujanza de los mercados europeos ha hecho que los vendedores españoles opten por centrarse más en esos mercados, que son los que más conocen.

Al mismo tiempo han vuelto a crecer las importaciones chinas, que habían caido en los últimos dos años y que se han visto ahora beneficiadas por factores como un aumento de la demanda de bienes de equipo —como es el caso de ordenadores o teléfonos, estancada durante la recesión— en las pequeñas y medianas empresas.

El descenso rompe la tendencia de los últimos cuatro años, en los que el interés de los empresarios por abrir nuevos mercados que compensaran la crisis interna hizo que España aumentara sus ventas en cada uno de esos ejercicios. El incremento, eso sí, fue cada vez menor: en 2010 era del 31,4%, en 2011 del 27,1%, del 11,7% en 2012 y del 4,1% en 2013.

En total, la balanza comercial entre los dos países ronda los 21.000 millones de euros, una cantidad que ha crecido pero que aún se encuentra muy lejos de su potencial, o de las cifras de intercambio entre China y otras naciones europeas: Alemania, el principal socio comercial chino dentro de la UE, vende al país asiático bienes por valor de 67.000 millones de euros, mientras que compra por valor de 73.000 millones de euros. La relación entre China y España se encuentra también muy desequilibrada: España compra cuatro veces más de lo que vende.

“Hay que seguir haciendo un esfuerzo por aumentar las posiciones comerciales aquí, y lo último que podemos hacer es conformarnos con lo que estamos exportando ahora”, apuntó García-Legaz. “España tiene capacidad de exportar mucho más”.

Un sector de crecimiento potencial es el agroalimentario. En sus conversaciones con el viceministro de Comercio chino, Zhong Shan, durante su viaje García-Legaz ha abordado la negociación de protocolos fitosanitarios para la llegada de China de productos como el jamón con hueso, la carne de ave o la uva de mesa sin semilla. El Gobierno español también aspira a que China certifique a más mataderos en España para la exportación de productos cárnicos, sobre todo porcino, al país oriental. En la actualidad sólo 22 cuentan con el visto bueno de las autoridades chinas.

Antes de dar por terminada su visita a Pekín, el secretario de Estado tiene previsto reunirse el miércoles con el presidente del grupo Wanda y hombre más rico de China, Wang Jianlin, que recientemente ha adquirido el edificio España en Madrid. El secretario de Comercio expresó su interés en facilitar las inversiones de los empresarios chinos que permitan crear puestos de trabajo en España. “Que se sientan lo más cómodos posibles, porque será bueno para ellos y bueno para España”.

La visita del secretario de Estado se produce después de que la Audiencia Nacional archivara la vista contra varios ex dirigentes chinos por el caso Tíbet, tras la reforma de la justicia universal. García-Legaz aseguró que ese caso no ha tenido ningún impacto en las relaciones comerciales entre los dos países ni en las visitas oficiales. “La normalidad ha presidido siempre la relación entre España y China”, subrayó.

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Sobre la firma

Macarena Vidal Liy
Es corresponsal de EL PAÍS en Washington. Previamente, trabajó en la corresponsalía del periódico en Asia, en la delegación de EFE en Pekín, cubriendo la Casa Blanca y en el Reino Unido. Siguió como enviada especial conflictos en Bosnia-Herzegovina y Oriente Medio. Licenciada en Ciencias de la Información por la Universidad Complutense de Madrid.

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